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Still de Milla, cortesía FICUNAM.

10 directores imperdibles en FICUNAM 2018

Lista 26.02.2018

Luis M. Rivera

Presentamos una selección de los directores que se destacan por sus interesantes propuestas y que podrás encontrar en esta edición de FICUNAM.

En su afán selectivo, las listas suelen dejar fuera a una enorme cantidad de películas que por valor cinematográfico bien tendrían cabida, y más aún por diversidad en el gusto. El objetivo de ellas, intuyo, es concentrar la subjetividad en películas que uno cree tienen mayor importancia —el de esta en particular no es para nada distinto. Diez cineastas (con sus respectivas cintas) que forman parte de la programación de la octava edición del Festival Internacional de Cine UNAM y a quienes, en juicio de quien aquí escribe, vale la pena prestar particular atención. El argumento de su valía puede ser indistinto, tanto por la figura que representa como por la obra que lo trae a cuenta:

 

– F.J. Ossang: 9 doigts
Frédéric-Jacques Ossang, de nombre artístico F.J. Ossang, se ha convertido en un artista de culto de la escena francesa en los últimos años, y no precisamente por su vasta filmografía. No saca a la luz un largometraje sin haber pasado 5 años y ha tardado hasta 13 entre uno y otro; a sus 61 de edad, apenas 5, todos en blanco y negro. Sin embargo es su faceta integral en la que combina el cine, la música (es vocalista de una banda de punk) y la escritura, lo que le ha valido el culto. Vuelve a escena cinematográfica con 9 doigts, un film noir tan subversivo como irónico, protagonizado por el estupendo Paul Hamy, que bien resulta suficiente para esperar al menos otros 5 años.

 

– Luis López Carrasco: Aliens
Luego de codirigir El Futuro, un desmitificado retrato de la movida madrileña (el movimiento contracultural más importante de España en los últimos 40 años), Luis López Carrasco parece empeñado en construir relatos poco convencionales en torno a tal época de los años ochenta; ahora lo hace en solitario, con especial atención sobre la música y bajo un esquema de narración en el que utiliza unas pinturas que hacen referencia directa al nombre de la cinta. Tesa Arranz, ex vocalista de la agrupación Los Zombies, y muy probablemente el emblema femenino más importante de lo que representaba la movida en una etapa como el posfranquismo, es la protagonista de este contundente retrato.

 

– Manuel Abramovich: Años luz
Tardaríamos mucho en encontrar una cinta que haya motivado tanta inquietud por la elaboración de obras paralelas como Zama. Además de ser punto de partida para la escritura de El mono en el remolino de Selva Almada, Zama provocó que Manuel Abramovich filmara un retrato de Lucrecia durante el rodaje. Una especie de making off que no muestra tanto la hechura de la película como el actuar de su creadora mientras la filmaba. Marcaje personal e intimista a las conversaciones de Martel, a la forma de dirigirse a su equipo y sobre todo a la distancia que toma frente las cosas.

 

– Travis Wilkerson: Did you wonder who fired the gun?
«¿Te has preguntado quién disparó el arma?» sería una de las múltiples y sugerentes traducciones del título de la más reciente película de Travis Wilkerson. En tiempos como estos, voces como la de él parecen indispensables en Estados Unidos. Retratar al país que vive en permanente afán por ser el más poderoso del mundo, desde la perspectiva en que lo hace Wilkerson, es casi un hecho insólito. Una sociedad basada en las jerarquías raciales y económicas pareciera idónea para hacer una crítica fácil y puntual; y, aunque seguramente lo es, Travis se separa de las obviedades en la mirada documental y hace uso de múltiples recursos cinematográficos para construir, sobre todo en esta última cinta, un panorama político que incomoda, una perspectiva que pocas veces se plantea frente al espectador para hacerlo dudar sobre una realidad que todo el tiempo se le intenta vender.

 

– Jean Luc Godard: Grandeur et décadence d’un petit commerce de cinéma
En 1986, Godard grabó esta cinta para la televisión que rápidamente fue olvidada. Más de 30 años después, ha sido rescatada para estrenar en cines. Grandeur et décadence d’un petit commerce de cinéma es un filme donde se evidencia en buena medida cómo piensa Godard, y aunque en el título (traducido al español como Grandeza y decadencia de un pequeño comercio de cine) pareciera obvio hacia dónde se dirige, son muchos los puntos y perspectivas que se abordan en la película. Casi un tratado en contra de las cada vez más recurrentes y dominantes formas de manufacturar cine industrial.

 

– Alejo Moguillansky: La vendedora de fósforos
El cine de Moguillansky suele prevenir al espectador de manera frontal sobre lo que está por ver; es claro en sus intenciones narrativas, aunque no por ello convencional. En 2014 el músico Helmut Lachenmann fue al Teatro Colón a presentar su versión de La vendedora de fósforos, remitente al cuento de Christian Andersen del mismo nombre. A partir de ello, Moguillansky filma un relato tan musical como hablado, que entrama una ficción llena de elementos que, aunque en su planteamiento parecen complejos, no son más que situaciones cotidianas elevadas a un grado teatral. Un vívido artificio cinematográfico, quizá el mejor de su carrera.

 

– Nobuhiro Suwa: Le lion est mort ce soir
Suwa tenía pendiente con su propia formación e influencias filmar al lado de Jean-Pierre Léaud. El director japonés, aunque poco conocido, es un entusiasta del cine francés de la Nouvelle Vague y de retratar la manera en que las personas se relacionan con el mundo. Una mirada que se adentra a los entresijos del trato humano y que en Le lion est mort ce soir utiliza como vehículo al mítico actor francés para hacerlo en específico con la relación entre el hombre y la muerte. Una película en la que Léaud no cambia de nombre ni de profesión porque es también un retrato documental de la despedida. El grupo de niños que acompaña la cinta nos remite de inmediato al Jean-Pierre de Les quatre cents coups (Los 400 golpes), y es ahí donde aparece la intencionalidad de cierre de ciclo que Nobuhiro parece trazar.

 

– Valerie Massadian: Milla
Tal y como lo hizo en su primera película, Nana, a Massadian parece interesarle en buena medida el retrato femenino del desarrollo y la transición de edades. Milla es un retrato profundo que escarba en la etapa adolescente de una joven que huye con su novio al norte de Francia. La vida parece suspenderse para Milla, y frente a ella la cámara de Massadian. A través de una sutileza tremenda y de planos conformados por un tono rosado que insiste en varios segmentos de la película, la narración evidencia diversos estados emocionales y juzga lo menos posible cada uno de ellos; los pone frente al espectador, y será él, en tal caso, quien ponga la sensibilidad de por medio.

 

– Hong Sang-soo: On the Beach at Night Alone
A diferencia del mencionado Ossang, Hong Sang-soo parece no poder estar tranquilo si no es detrás de una cámara. Si bien su producción siempre ha sido de un carácter constante, la del último año es desbordante: cuatro películas estrenadas en el lapso de la Berlinale 2017 y 2018, dos de ellas en Cannes. Un cine que es prácticamente monotemático —las relaciones de pareja—, pero que ha encontrado la forma de ir bordeando desde todos los puntos posibles hasta convertirse quizá en la principal referencia del cine coreano de autor. On the Beach at Night Alone es su película más consistente de 2017, no hay ninguna duda. Es ya un clásico de FICUNAM y el festival anhela con algún día poder dedicarle una retrospectiva.

 

– Lav Diaz: The Season of the Devil
Fuera de la controversial duración de sus películas, el filipino Lav Díaz ha forjado una carrera que es apta solo para pocos. El retrato contemporáneo de Filipinas a través de su lente es una de las mejores maneras de entender a un país casi tan católico como México, el mayor de todos en Asia. Lav sabe que su manera de filmar, y sobre todo de montar, no pretenden el aplauso popular y mucho menos la aprobación unánime. En The Season of the Devil se atreve a formular una especie de musical diegético que poco tiene que ver con las normas convencionales del género.

 

Luis M. Rivera

Periodista y gestor cultural. Trabaja en el Festival Internacional de Cine de la UNAM, es co-fundador de la plataforma crash.mx y colabora con proyectos de distribución cinematográfica.

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