“Aquí nadie se llama Tomás”, me dice Eugenio mientras termina una reunión sobre terminales de tarjetas de crédito, recoge una mesa recién desocupada y ofrece una detallada guía de recomendaciones a un par de turistas. “Elegimos ese nombre por Thomas Sullivan, el comerciante que inventó la bolsita de té que todos conocemos”.

Pero lo verdaderamente interesante es la segunda parte del nombre. La idea de “editar” té puede sonar disparatada, pero basta con acercarse a la barra para encontrar el sentido. Una pared forrada de estanterías alberga 105 frascos de metal con el mismo número de “ediciones” de té: mezclas clásicas y originales para satisfacer absolutamente todos los gustos, pero sobre todo para crear cultura.

Porque pedir tu orden requiere que conozcas aunque sea un poco del sistema de clasificación de Tomás, y ellos estarán felices de explicarte. Todo en las etiquetas de los frascos tiene un valor: los números, las casillas, el color de la etiqueta y la textura del diseño indican el tipo de té, los sabores que lo componen, el país del que proviene o los beneficios que aporta al cuerpo y a la mente.

La idea de crear este lugar le llegó a Eugenio Larrinaga durante un viaje a China, cuando se perdió en los pasillos aromáticos de un mercado de té. Al volver se dio cuenta de que, lejos de tratarse de una moda pasajera, el consumo de té está ganando terreno y raíces en el hemisferio occidental.

Sin embargo, la población en general aún no absorbe la cultura del té, por eso Tomás está pensado para que el visitante aprenda sobre su experiencia y pueda encontrar sus preferencias con ayuda del sistema editorial de Tomás. “La mayoría de los clientes son nuevos, vienen por primera vez, y a cada uno le dedicamos el tiempo necesario para que conozca el panorama que ofrecemos y pueda ir conociendo sus propios gustos”. Pero con el tiempo, Eugenio espera que los clientes sean recurrentes y que estén familiarizados con sus ediciones.

Por si fuera poco, la experiencia se complementa con el espacio en sí, diseñado por el estudio de diseño Savvy, que en la ciudad de México es más conocido por su trabajo gráfico aunque en Monterrey también cuenta con buena reputación en el interiorismo.

Para acompañar tu tetera no dejes de pedir un postre, sencillas delicias como el cheesecake de jamaica que pueden terminar de hacerte el día.

Tamaulipas 66, entre Michoacán y Fernando Montes de Oca, Condesa
t. 4444 3918
L a V de 8 a 22 h
S y D de 9 a 22 h
Costo aproximado: $80 por persona
@TomasTeMx
facebook.com/TomasTeMx

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[7 de marzo de 2014]