Alison Klayman, periodista y documentarista independiente, pasó dos años de su vida capturando la del artista y activista chino Ai Weiwei, de donde surgió el documental Ai Weiwei: Never Sorry. A través de su trabajo, Weiwei constantemente toca temas de derechos humanos, cosa que no es rara en el arte, pero si consideramos que vive en China, habrá que darle más mérito a su valentía. Sus obras provocaron que el gobierno de su país lo detuviera durante semanas sin presentar cargos ni dar explicaciones, y que emitiera una orden para demoler su estudio en Shanghái. Ai Weiwei: Never Sorry es una muestra de la forma en que vive y trabaja este ineludible artista.