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Los museos en tiempos de Instagram | 6 directores opinan

Especial 15.05.2019

Platicamos con varios directores de instituciones en México sobre los retos de los museos en épocas de Instagram y redes sociales.

El presente texto fue publicado en mayo de 2019.

Con motivo del Día Internacional de los Museos —que se celebra el 18 de mayo—, invitamos a los directores de museos a compartirnos cuáles son los desafíos que a los museos les imponen los nuevos formatos digitales.

Desde el consumo masivo de imágenes o el fenómeno de las selfies, los museos crean estrategias para estar de acuerdo con los nuevos tiempos.

El orden es alfabético.

 

Laboratorio Arte Alameda

Lucía Sanromán | Directora

Directora de museo. Museos en México.

Retrato de Lucía Sanromán. Cortesía de Laboratorio Arte Alameda.

—¿Cuál es la postura del Laboratorio Arte Alameda frente a las redes sociales?

Creo que son un arma de doble filo: por un lado las redes sociales nos permiten establecer un vínculo más directo con nuestros públicos —en comparación con una campaña de publicidad que se presenta en medios de comunicación. En el caso de las redes sociales, éstas nos permiten controlar más qué, cómo y cuándo decimos las cosas; cómo invitamos al público. Sin embargo, esto también presenta unas necesidades nuevas para equipos de medios de comunicación que necesitan ser mucho más flexibles y rápidos en su respuesta al público.

En el caso del LAA, tratamos de generar varias líneas de comunicación o narrativas. Por un lado, tenemos la narrativa de qué es el LAA, qué ha sido históricamente, qué somos ahora y hacia dónde vamos; por otro, ahora que tenemos la exposición de Emilio Chapela, ofrecemos la narrativa sobre qué experiencia detona la exhibición y cuáles son los programas asociados. 

También tenemos un programa participativo que se llama TIANGUIS: OTR+S, TOD+S, NOSOTR+S —curado por Gemma Argüello y Dante Ayala— que tiene su propia campaña de redes. Así, dentro de la página del LAA en Facebook o Instagram, tenemos que crear lazos entre los proyectos, de manera que éstos alienten la curiosidad del público sobre lo que ocurre en el Laboratorio, y evidentemente las redes son una invitación.

Esta convocatoria tiene que ser lo suficientemente efectiva para que salgas de la red y llegues al espacio, y para que después quieras tener la experiencia real, en vivo.

Aprendemos poco a poco, tratando de entender qué imágenes y narrativas pueden ser seductoras y cómo las explicamos a los públicos.

En términos curatoriales, por ahora las redes no influye realmente. Lo que influye es la noción de crear comunidades reales o virtuales.

Personalmente no he tomado decisiones programáticas basadas en este tipo de cuestionamientos. Como curadora, nunca he pensado «voy a trabajar con X artista porque es muy conocido en redes», o porque tiene muchos seguidores. No ha sido parte de los ingredientes que yo utilizo para pensar si una exposición será relevante o no.

Supongo que, en algún momento, podremos pensar de esa forma, pero hasta la fecha no. Así que las decisiones se toman en relación a la calidad del artista, a las necesidades de la institución, a la capacidad de generar comunidades reales alrededor del LAA, a cómo es que la institución se establece en un sitio.

Una de nuestras metas principales es saber cómo el público que está aquí —ni siquiera el que está decenas de millas lejos— nos percibe; hacia dónde nos llevan las redes.

Por ahora, las decisiones curatoriales sí son muy definidas por la experiencia, y nuestra situación en la Alameda, y de nuestros públicos más locales. Sin embargo, creo que, al elaborar mejores formas de comunicación por redes, podemos también empezar a ser más claros sobre cómo nos presentamos con públicos más distantes.

Obra de Emilio Chapela en el LAA.

Vista general de la exposición de Emilio Chapela en el Laboratorio Arte Alameda (LAA). Tomada de las redes del LAA.

—Actualmente, las redes sociales como Instagram les permiten a las personas descubrir un gran número de obras y artistas alrededor del mundo. En este sentido, ¿qué le puede ofrecer el Laboratorio de Arte Alameda a los usuarios?

Hay muchísimos cambios con relación a esto que son numerosos y sustantivos. Aprendí mucho en este respecto del mi previo trabajo, como directora de artes visuales en el Yerba Buena Center for the Arts, y tuve la experiencia de que la última directora de mercadotecnia venía de Netflix. 

Ella proponía hacer una experiencia paralela a lo que veías en salas, entonces creo una campaña de videos cortos que se presentan solo en redes y de esta forma el público tiene una experiencia diferente a distancia, que no era propiamente lo que estaba dispuesto en los espacios de exposición. Por ejemplo, en redes era posible ver un video del artista en su estudio; y en salas, podías apreciar el resultado de lo que el artista crea en ese espacio.

Pienso que es una cuestión de pensarlo no como una contraposición que demerita la experiencia en el museo, sino que la complementa.

Pero, en términos reales en cómo trabajamos, la comunicación en redes es cada vez más amplia y requiere más atención, así como un equipo que esté familiarizado con sus formatos. 

 

Museo Amparo

Ramiro Martínez | Director

Director de museo. Museos en México.

Retrato de Ramiro Martínez. Tomado de https://puebla.guiaoca.mx/es/contenido/lecturas-de-un-territorio-fracturado/

—¿Cuál es la postura del Museo Amparo frente a las redes sociales?

Las redes sociales se han convertido en una herramienta muy importante de difusión y también de retroalimentación sobre los proyectos que genera el museo. Desde hace aproximadamente cuatro años, hemos apostado no solo a nuestras redes sociales, sino también a nuestra página en la que proporcionamos información respecto a nuestras colecciones, actividades y exposiciones. Utilizamos nuestras redes sociales sobre todo para comunicar; tenemos cápsulas que hablan sobre obras en particular tanto de la colección como de los proyectos particulares; además todas nuestras conferencias las transmitimos vía streaming, y quedan disponibles en nuestra página, de tal forma que cualquiera pueda acceder a ellas.

Con relación a nuestras líneas curatoriales, las redes sociales no han influido en nuestro programa de exposiciones. Influyen en el sentido de tener una idea de cuáles son los proyectos en los que hay más interacción, en la parte estadística, pero a manera de apoyo o como una guía.

Obras de arte contemporáneo en un museo. Arte contemporáneo de América Latina.

Vista de una sala de la exposición «Portadores de sentido». Cortesía del Museo Amparo.

—Actualmente, las redes sociales como Instagram les permiten a las personas descubrir un gran número de obras y artistas alrededor del mundo. En este sentido, ¿qué le puede ofrecer el Museo Amparo a los usuarios?

Hay una línea en nuestro caso que es totalmente visual, en el sentido de que las fotografías, o sea todo lo que aparece en Instagram, son el «gancho», con el que proporcionamos más información sobre alguna obra, edificios o sobre los artistas, pero insisto: utilizamos las redes como un apoyo para los programas del museo. No podría decir que estamos cerrados a utilizarlas de alguna otra forma, pero ahora seguimos en el proceso de identificar bien cómo funcionamos y funcionan los públicos en relación con ese medio.

Nuestro principal objetivo es generar esta visión crítica a partir de la experiencia.

 

 

Museo de Arte de Zapopan

Viviana Kuri | Directora

Directora de museo. Museos en México.

Retrato de Viviana Kuri. Cortesía del Museo de Arte de Zapopan.

—¿Cuál es la postura del MAZ frente a las redes sociales?

Desde luego las redes sociales son algo que tenemos presente y trabajamos constantemente ello, pero no pero no tienen influencia en nuestros contenidos. Es común que lo hablemos y lo tengamos presente, por ejemplo, no faltan los comentarios acerca de cómo determinada obra en alguna exposición va a tener repercusión en redes «la obra del selfie», y esto de alguna manera beneficia al museo, a la muestra y artistas por la constante difusión. Pero las redes no son algo que esté dictando nuestros programas, si bien es un tema a tener en cuenta, es independiente a los contenidos. Para nosotros es muy importante que no dicten contenidos ni decisiones curatoriales, incluso museográficas; es decir, que eso no haga cambiar criterios, ni que los argumentos discursivos minen su profundidad.

Específicamente, el tema de redes, es una herramienta de la que estamos muy pendientes todo el tiempo. Estamos tratando de estar activos con nuestros visitantes físicos y virtuales haciendo reposts, dinámicas de participación en línea, brindando información. Por ejemplo, tenemos una sección en nuestro Instagram que se llama «MAZ en el mundo», con ese mismo hashtag, en ésta subimos noticias no necesariamente de arte, se ha caracterizado desde su inicio y hasta hoy por estar vinculado con asuntos sobre feminismo, pero el punto es compartir preocupaciones, temas socialmente relevantes. Tratamos de estar conectados y dar a conocer temas que nos parecen importantes, además de la información sobre las exposiciones y los artistas presentes en el MAZ y en otros espacios.

Museos en México.

Vista general de la exposición No Longer Art / Esto ya no es arte: Salvage Art Institute. Tomada de la web del museo.

—Actualmente, las redes sociales como Instagram les permiten a las personas descubrir un gran número de obras y artistas alrededor del mundo. En este sentido, ¿qué le puede ofrecer el MAZ a los usuarios?

La experiencia real, en vivo, abarca de una manera más completa e intensa la comunicación e interacción entre el espectador y las obras. Esto se logra al estar en el espacio físico, dentro del museo, al interior de las galerías, con cierta iluminación con la que se consigue una afectación, al igual que con el montaje, la distancia que hay entre tú y la obra, el silencio en el espacio, la relación que se establece con las otras piezas, aunado a todos los recursos que ofrece el museo para mediar entre los visitantes y lo expuesto.

Normalmente en el MAZ hay más de una exposición, entonces, cuando vienes al museo, tienes la experiencia de tres o más muestras que pueden enriquecer tu visita y te permiten establecer comparaciones, profundizar en sus planteamientos y abonar a la generación de conocimiento y pensamiento autónomo.

Todo suma al venir al MAZ. Para empezar, es un museo de arte contemporáneo que se encuentra en el Centro Histórico de Zapopan, es decir un barrio histórico y popular en el que se encuentra la Basílica de Zapopan que tiene una peregrinación muy importante, un mercado, la Alcaldía, plazas y arquitectura vernácula en todo el cuadro.

Después tenemos varios recursos como audioguías, cédulas informativas, sala de lectura y las hojas de sala en la que además de textos curatoriales, se anexan los programas complementarios que incluyen desde ciclos de cine curados por los artistas o curadores, talleres, conferencias, día familiar, entre muchos otros.

Otra cosa en la que hacemos mucho hincapié es en las visitas guiadas. El equipo del museo y los chicos de mediación están muy al pendiente de brindar información a los visitantes. Aún si la gente no ha solicitado con anticipación visita, los chicos tienen la consigna de ofrecerlas, de hablar de ciertas piezas, brindar información, en resumen, de que los visitantes puedan tener una experiencia enriquecida, que tenga una mayor repercusión.

También tenemos audioguías. Es algo reciente, pero lo hacemos en consideración de los diversos tipos de público que nos visita: hay quienes, por alguna circunstancia no pueden leer las cédulas informativas o los textos a muro. Pensamos que la siempre debe de haber información accesible, la información debe estar ahí para que el visitante decida si accede o no a ella. La lectura que haga de los contenidos podrá realizarla a diferentes niveles: si pide información en taquilla o a los mediadores del museo, cuando lee las cédulas, etcétera.

Tenemos «Paseante» una caja que lleva el museo al exterior y el Programa de Intervenciones en el Espacio Público que es en patio o extramuros. En éste han participado entre otros Allora y Calzadilla, Juan Carlos Martinat o Amalia Pica. Por ejemplo, como parte de la exposición Monumentos, Antimonumentos —curada por León de la Barra—, la artista Amalia Pica realizó el proyecto Custodiando granos. Planteada como una obra pública no monumental, la pieza se alojó en algunos restaurantes, una tienda, una casa donde unos vecinos de la tercera edad también fueron custodios de la pieza.

Otra forma de generar un acercamiento al público local, a «la comunidad» es incluir a los vecinos en los servicios del museo: en la última inauguración a mediodía pedimos a un negocio vecino que nos prepararan las gorditas y a otro que llevara paletas heladas mini. No creemos que debamos imponer el acercamiento del museo desde nuestra perspectiva: se tiene que generar de acuerdo a intereses comunes, de esta forma se establece poco a poco una relación que idealmente culminará en el acercamiento al arte.

Todas estas experiencias son imposibles solo mediante las redes sociales. 

 

 

Museo Jumex

Julieta González | Directora artística

Directora de museo. Museos de México.

Retrato de Julieta González. Cortesía de Museo Jumex.

—¿Cuál es la postura del Museo Jumex frente a las redes sociales?

Las redes sociales son una realidad hoy en día, por lo tanto deben ser tomadas en cuenta en su justa dimensión; en este sentido, en el Museo Jumex tenemos cuentas en diferentes redes sociales.  

Sin embargo, [a mi modo de ver] me parece una realidad con un impacto tal vez negativo, porque el hecho de seguir [la cuenta o red social de un museo] no se traduce en un compromiso real con los contenidos y experiencias que te puede ofrecer un museo. Es algo muy momentáneo, usualmente vinculado al hecho de tomarse una selfie; pero, a la vez, sí puede ser un vehículo para que la gente se involucre más.

En este sentido, entiendo que las redes sociales pueden traer más público. Por ejemplo, una exposición como la que estamos inaugurando [Apariencia desnuda: el deseo y el objeto en la obra de Marcel Duchamp y Jeff Koons, aun] atraerá mucho público. Pero lo que realmente es importante es que si bien llegará un público que se sienta atraído por una cosa, terminará viendo obras constitutivas y fundamentales del arte contemporáneo. En el caso de la exposición [de Koons/Duchamp], por ejemplo, tendremos piezas como Three Standard Stoppages, de 1913, una obra que es totalmente radical —incluso más que el urinario—, en lo que respecta las operaciones conceptuales a partir del azar; y que fueron [significativas] para el arte conceptual de los 60 y 70, desde John Cage a Stanley Brouwn. En ese sentido, creo que la exposición, aparte de su dimensión «espectacular» ofrece contenidos muy valiosos y difíciles de ver aquí en México o reunidos en un solo lugar.

Inflable de bailarina. Museos en México.

Jeff Koons, Seated Ballerina, 2017. Tomada de las redes sociales de Museo Jumex.

—Actualmente, las redes sociales como Instagram les permiten a las personas descubrir un gran número de obras y artistas alrededor del mundo. En este sentido, ¿qué le puede ofrecer el Museo Jumex a los usuarios?

Yo creo que enfrentarte al objeto en sí es una experiencia totalmente distinta a verlo fotografiado, y más en los formatos tan pequeños que te ofrecen el teléfono o las redes sociales como Instagram. La imagen no te enfrenta a la escala, a cierta sustancia de la obra; una imagen no se compara a estar frente una pieza.

Por ejemplo, estoy muy conmovida de tener Three Standard Stoppages en el Museo porque he escrito mucho sobre esa pieza y sus implicaciones en las prácticas artísticas de la modernidad tardía y de la contemporaneidad.

[Además en el museo] puedes ver las obras en contexto y diálogo con otras obras; por ejemplo, aquí hay una pieza enorme de Jeff Koons, Hanging Heart (1994-2006), que Massimiliano Gioni, el curador de la exposición, ha puesto en diálogo con Air de Paris (1919), una obra pequeñísima de Marcel Duchamp; resaltando así las afinidades formales y conceptuales entre ambas. Eso, por ejemplo, le una da riqueza a la experiencia que no se podría traducir al yuxtaponer ambas obras en el formato de Instagram por mencionar uno, donde se perdería la diferencia de escala, el contraste entre la materialidad de cada una, etcétera.

 

 

Museo Tamayo Arte Contemporáneo

Juan Gaitán | Director

Director de museo. Museos en México.

Retrato de Juan Gaitán. Cortesía de Museo Tamayo.

—¿Cuál es la postura del Museo Tamayo frente a las redes sociales?

Nosotros como cualquier museo, mantenemos la información actualizada en redes porque, evidentemente, le damos una salida más rápida para comunicar nuestros programas tanto expositivos como públicos o educativos. Al mismo tiempo, las redes sociales se encargan por sí mismas de generar una especie de «ruido» en torno a proyectos, lo que alienta el entusiasmo del público. Somos conscientes de eso, pero es una herramienta que, si bien hoy en día es útil y fundamental para cualquier museo, la tratamos solo como una herramienta y la usamos con fines puramente informativos.

[Las redes sociales no influyen] para nada en nuestras direcciones curatoriales. Seguro hay instituciones o incluso artistas que tienen más consciencia de su presencia en redes sociales, pero para nosotros éstas en ningún momento —o el efecto que desempeñan— son un factor en la construcción del programa del museo. Al contrario: primero programamos el museo y después las redes sociales se adaptan a las exposiciones que realizamos. Como decía, son una herramienta, pero no un factor curatorial.

Pieza interactiva en museo. Museos en México.

Vista general de la exposición Sunday de Carsten Höller en el Museo Tamayo. Tomada de las redes sociales del museo.

—Actualmente, las redes sociales como Instagram les permiten a las personas descubrir un gran número de obras y artistas alrededor del mundo. En este sentido, ¿qué le puede ofrecer el Museo Tamayo a los usuarios?

La función de las redes sociales es diseminar información, a veces indiscriminadamente. Hay una serie de personalidades cuyo gusto o posición frente a las cosas son más destacadas que otras en diferentes círculos, y esa dispersión es normalmente informe e informal. Los museos, ya sea el Tamayo, el MUAC o museos en el exterior como el LACMA en Los Ángeles, tenemos equipos con los que llevamos muchos años involucrados en los procesos y movimientos del arte contemporáneo o de arte moderno —depende de la orientación del museo— con un conocimiento mucho más profundo y directo de los artistas, sus procesos, desarrollo, carrera, lo que han mostrado, etcétera.

En el caso del Museo Tamayo, su misión es presentar lo más relevante del arte contemporáneo, entonces [las redes] son guías —yo diría—; las redes sociales y todo lo que es virtual tiene esa capacidad de transportar información, mas no la experiencia de una obra por sí misma. Es muy diferente ver una fotografía de un muro luminoso de Carsten Höller, que usa una frecuencia específica y genera una reacción fisiológica particular… Es una experiencia completamente diferente verla en persona que en foto.

También es diferente ver una pintura de Ida Ekblad: sí, [su obra] es una imagen que puedes ver en una pantalla, pero cuando la ves en persona te das cuenta que [la pintura] tiene unos volúmenes extraños,  que vienen de los procesos pictóricos que ella ha inventado e introducido en su obra, dándole a su trabajo un carácter escultórico. Entonces el museo, como tal, presenta la obra física con características que son imposibles de transmitir por redes sociales.

 

 

SALA DE ARTE PÚBLICO SIQUEIROS / LA TALLERA

Willy Kautz | Director

Retrato de Willy Kautz. Tomada de Artishock Revista.

—¿Cuál es la postura de la SAPS frente a las redes sociales?

mi modo de ver todos los canales de difusión pueden entenderse como extensiones de los programas del museos. O bien, amplían considerablemente la visibilidad y alcance de los mismos. Creo que los museos no son cajas expositivas, autónomas. Creo que todo lo que sucede adentro reverbera en el exterior, o bien, tiene el potencial de cambiar nuestra percepción de la realidad. Así que el museo no es un espacio solamente de exhibición, sino más bien una plataforma para poner en marcha programas públicos. O bien, para participar en la configuración de lo público. Y sin duda las redes abonan considerablemente a esta expansión de las plataformas programáticas y de circulación de contenido de los museos.

Si en la medida en que suman nuevas plataformas de visibilización y puesta en circulación de los contenidos, yo diría que complejizan nuestro entendimiento de lo expositivo y su visibilidad, así como nuestro entendimiento de lo público y lo político. Al final los nuevos medios definen o ensanchan el espectro de lo público, o bien, al revés, lo privatiza aunque parezca lo contrario. En fin, es una paradoja que puede ser abordada no solo en su sentido afirmativo, sino también crítico, sobre todo por las instituciones públicas.

Intervención en la fachada de un museo. Museos en México.

Intervención de Madeline Jiménez Santil en la SAPS como parte de la exposición La construcción del extraño, 2019. Cortesía de la SAPS.

—Actualmente, las redes sociales como Instagram les permiten a las personas descubrir un gran número de obras y artistas alrededor del mundo. En este sentido, ¿qué le puede ofrecer la SAPS a los usuarios?

Sin duda, Instagram se ha convertido en una herramienta muy potente para la puesta en circulación de imágenes de obras y exhibición. En general, los museos han utilizado esta herramienta para dar visibilidad y poner en circulación registros videográficos e imágenes de sus actividades y exposiciones, lo cual  permite ampliar el impacto de las mismas, así como atraer nuevo públicos al museo. No obstante hay que tener en cuenta también que este medio ha creado el concepto de lo «instagrameable». Es decir, el momento selfie, que hace de las exposiciones de alto impacto, blockbuster, un target muy rentable para la reproducción de usuarios de Instagram. Creo que hay que analizar más cautelosamente cómo vincular el potencial de impacto con el perfil de los contenidos para idear formas de comunicación acorde a las vocaciones institucionales y su compromiso público, más allá de las relaciones de reproducción de cifras que encausan el entretenimiento. Al final de cuentas, no es solo una estrategia para crear públicos, indicadores, nuevos consumidores, sino más bien de incidir, responsablemente, en lo público. Sin duda la incidencia masiva del arte y su contenido público, o bien político, es intrínseco al legado de Siqueiros, entonces, un tema de relevancia y definitorio para la vocación de la SAPS/La Tallera  y su manejo de las redes.

 

 

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Retrato de Lucía Sanromán. Cortesía de Laboratorio Arte Alameda.

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Retrato de Willy Kautz. Tomada de Artishock Revista.

Intervención de Madeline Jiménez Santil en la SAPS como parte de la exposición La construcción del extraño, 2019. Cortesía de la SAPS.