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Félix Tissot, Plato, 1959. Fotografía de Francisco Kochen. Cortesía de Museo Franz Mayer.

Felix Tissot: cerámica modernista en el Museo Franz Mayer

Entrevista 22.11.2019

Nadia Benavides Méndez

La exposición «Felix Tissot. Lo eterno y lo moderno», que se presenta en el Museo Franz Mayer, recupera la figura de un ceramista de mediados del siglo XX.

El Museo Franz Mayer presenta por primera vez una revisión del trabajo Felix Tissot. Nacido en Francia en Marcella en 1909, Felix Tissot llegó a la ciudad de Taxco en un ambiente de donde diseñadores de joyería, mobiliario, moda y cerámica convivieron y generaron proyectos colaborativos e individuales.

Felix Tissot. Retrato.

Felix Tissot. Tomado de tissotsilver-blogspot.com.

La exposición se basa en la investigación de la curadora Ana Elena Mallet, quien logró configurar la obra y vida del ceramista y la importancia que tiene como una de las piezas claves para configurar la historia del diseño en México.

Platicamos con la curadora sobre su investigación.

 

—¿Cómo inició este proyecto?

Hace diez años conocí la obra de Felix Tissot en casa de un productor de cine. En una cena, sacó una vajilla hecha por este diseñador y me sorprendió muchísimo. Me dijo el nombre, y que estaba en Taxco y a partir de ahí empecé a investigar. Me parecía muy sintomático y muy interesante que un personaje estuviera haciendo vajillas y este tipo de trabajos en Taxco, donde existe una escena creativa desde 1930.

Después, como de un par de años, di con la hija de Tissot. La fui a ver a Taxco y le conté mi intención de investigar y eventualmente hacer una exposición.

Estuvimos un tiempo en contacto y cinco años después me envió a mi casa el archivo de Tissot. A partir de ahí empecé a trabajar un poco más en forma.

Féix Tissot. Platos.

Félix Tissot, Set de tres platos, 1960. Fotografía de Francisco Kochen. Cortesía de Museo Franz Mayer.

—Taxco parece haber sido un semillero creativo en esos tiempos…

Taxco ha tenido una escena creativa interesante desde 1929, cuando llegó William Spratling y empezó a generar ahí una escena del diseño: un lugar para que el turismo extranjero encontrara cosas mexicanas modernas.

Se desarrolló un ambiente creativo: David Alfaro Siqueiros estuvo ahí en la década de 1930, encarcelado pero pintando mucho; hubo una importante escuela de pintura al aire libre; Diego Rivera también pasó por ahí, Juan O’ Gorman estuvo mientras hacía un mural, pero también hubo un buen grupo de diseñadores que se gestaron a partir de la plata y que fueron parte de esta escena, como Sheila Hicks, Elizabeth Sherwood, Tachi Castillo y Teresa Original, quienes hicieron moda.

Vista de la exposición «Felix Tissot. Lo eterno y lo moderno». Tomado de las redes de Ana Elena Mallet.

—Felix Tissot trabajó a mediados del siglo pasado. ¿Pudiste observar algunos valores modernistas en su trabajo?

Sí. A él lo le importaba mucho que pudieras encontrar cosas con un look primitivo, pero que fueran muy útiles dentro de un hogar moderno. Parte de lo que se va a ver en la exposición es esta búsqueda moderna por formas orgánicas, asociadas más que con la tradición con un movimiento moderno. Trabajó con las comunidades de Ameyaltepec, en la sierra de Guerrero, que pintaban su cerámica.

En su trabajo había una mezcla entre la tradición y el espíritu moderno.

 

—Nos puedes hablar un poco más sobre las colaboraciones que Tissot hizo con artesanos de la región…

Me parece muy importante evidenciar que las prácticas colaborativas, incluso la apropiación cultural, necesitan replantearse y analizar cómo se está posicionando en un país como el nuestro, cuando vienen desde países occidentales donde la tradición no existe como tal —o no como nosotros la entendemos.

En este momento, y con los posicionamientos decoloniales, desfolclorizantes, es importante entender que en México la colaboración y el diálogo de artesanos con arquitectos, diseñadores y artistas data desde finales del siglo XIX, pero no hay nadie que se haya puesto a hacer un manual que especificara lo que se tenía que hacer.

Hay que narrar y mostrar que esa colaboración ha existido siempre. En muchos momentos la colaboración se da porque el artesano es el proveedor, y presta un servicio. En el caso de Félix Tissot, el diseño que realizan los artesanos es fundamental para dar un concepto a la pieza moderna.

Creo que este tipo de exposiciones visibilizan que eso que se siente tan nuevo y se percibe como «apropiación cultural» es parte de nuestra esencia y parte de la identidad de un país donde esos diálogos se han dado desde siempre.

Felix Tissot.

Vista de la exposición «Felix Tissot. Lo eterno y lo moderno». Tomada de las redes de Ana Elena Mallet.

—¿A qué fuentes tuviste acceso para ir configurando esta historia?

Hice muchísimo trabajo de hemerografía aquí y en bibliotecas de Estados Unidos, porque hay una parte muy importante de la práctica de Tissot que se exportó: habían turistas que visitaban Taxco y se llevaban piezas.

En diarios estadounidenses hablaban de Tissot, por ejemplo, decían cosas como «Venga a Taxco», «Guías de compras» o reportajes sobre el personaje.

Féix Tissot. Jarra de agua.

Félix Tissot, Jarra de agua, 1960, de la línea «Fantasía» (verde sobre verde mate). Cortesía de Museo Franz Mayer.

—¿Por qué es importante esta exposición?

La gran historia del diseño está hecha de pequeñas narrativas. Taxco es un capítulo muy interesante en sí mismo; descubrir a estos personajes que han sido importantes en una narrativa mayor me parece clave para entender de dónde venimos, qué es lo que ha sucedido. Pero también para hacer visible que las colaboraciones con artesanos se han dado desde hace mucho.

Hay una parte muy nostálgica de la exposición porque mucha gente se va a dar cuenta que comió o vio un plato de Félix Tissot. Me gusta hacer este tipo de cosas: que la gente reconozca que eso ha sido parte de su vida cotidiana, del abuelo, o cuando visitaron Acapulco.

 

Nadia Benavides Méndez

Editó la versión impresa de Revista Código de 2004 a 2012 y fue coeditora del libro Código DF. Arte y cultura contemporáneos desde México (2010). Desde 2012 trabaja como editora, productora de contenidos y coordinadora freelancer para distintos libros, revistas y proyectos (A the Style Guide, Art Bazaar y Blog de Crítica, entre otros), y recientemente retomó la edición de Código.com

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Felix Tissot. Tomado de tissotsilver-blogspot.com.

Félix Tissot, Set de tres platos, 1960. Fotografía de Francisco Kochen. Cortesía de Museo Franz Mayer.

Vista de la exposición «Felix Tissot. Lo eterno y lo moderno». Tomado de las redes de Ana Elena Mallet.

Vista de la exposición «Felix Tissot. Lo eterno y lo moderno». Tomada de las redes de Ana Elena Mallet.

Félix Tissot, Jarra de agua, 1960, de la línea «Fantasía» (verde sobre verde mate). Cortesía de Museo Franz Mayer.