La contingencia sanitaria por la pandemia de COVID-19 ha planteado una serie de cambios en el modo en que nos comunicamos, desarrollamos nuestros vínculos afectivos o trabajamos. Si bien gran parte de nuestras actividades laborales o académicas están encontrando un nuevo cauce a través de la tecnología, en las últimas semanas se han propuesto una serie de dinámicas para garantizar la salud cuando llegue el momento de retomar ciertas actividades de manera presencial.

Al respecto, no han sido pocas las voces que han señalado que nos encontramos en el umbral de una transformación en el diseño del espacio y de los objetos mismos que lo conforman.

Bajo esta premisa, consultamos a seis expertos del diseño quienes nos compartieron sus ideas y reflexiones sobre el momento que estamos viviendo y su impacto en la producción del diseño a corto y largo plazo. El orden es alfabético.

 

Joel Escalona | Diseñador

—¿Qué papel consideras que desempeña el diseño en esta situación de contingencia sanitaria? 

Creo que ninguno relevante, más bien se está evidenciando lo bien o mal que estaban resueltos ciertos objetos o espacios. De alguna manera cambiará la perspectiva en que vivimos nuestro alrededor, siendo así un cambio (espero) en el proceso de creación de estos.

 

—Varios profesionales del diseño han desarrollado dispositivos, herramientas y estrategias para sobrellevar los problemas derivados del COVID-19. Desde tu punto de vista, ¿en qué medida va a influir esta contingencia al diseño que se realice en el futuro?

Creo que por fin las personas podrán reconocer que la calidad de nuestro hogar y el diseño de este tiene un impacto en todo, desde la salud hasta la productividad, la creatividad y sobre todo la conexión con otros.

 

—Desde tu campo profesional, ¿has desarrollado algún proyecto que tenga como fundamento la crisis actual?

En lo personal ninguno. Sin embargo, con mi visión de fomentar el pensamiento crítico en las clases de diseño y para que los jóvenes diseñadores encuentren áreas de oportunidad donde realmente pueden dar uso a su intelecto y talento, hicimos una repentina para diseñar en la pandemia.

En nuestra fase de investigación identificamos decenas de problemáticas que van más allá de lo que a todos se nos ocurre cuando somos reactivos:

¿Cómo generar confianza en las personas para consumir alimentos y convivir con personal de servicio?

¿Cómo dormir bien en cuarentena?

¿Cómo enfocar o redireccionar nuestras habilidades para generar ingresos desde casa?

¿Cómo convivir con nuestros familiares a distancia?

¿Cómo tener a una sociedad bien informada?

¿Cómo continuar con una vida social en el mundo virtual?

¿Cómo podemos fomentar la inteligencia emocional en casa?

¿Cómo hacer (y mantener) amigos con la tecnología que tenemos hoy en día?

¿Qué cambios se necesitan hacer en el hogar para tener balance laboral y personal?

¿Qué medidas higiénicas se deben tener con mascotas?

¿Cómo reducir la ansiedad, depresión y el miedo en aislamiento?

¿Qué efectos tiene el aislamiento sobre individuos dependientes a sustancias?

¿Qué medidas tomar ante la violencia intrafamiliar?

¿Es prioridad abordar la vida sexual y mantenerla activa?

¿Cómo podemos ayudar a mantener un balance entre el descanso y el trabajo en la profesión médica?

¿Cómo evitar el contagio del personal médico y salvaguardar su integridad física?

¿Cómo se afectará la percepción social de seguridad y justicia de forma remota?

¿Cómo se lleva un luto en época de aislamiento?

Estos son solo algunos de los cuestionamientos que nos hicimos y el objetivo es tener claro cómo con nuestras capacidades, recursos y tiempo, podemos realmente hacer un impacto positivo.

—Joel Escalona es diseñador industrial, uno de los miembro fundadores de Cooperativa Panorámica y director creativo de la marca de muebles Nono.
Además de sus proyectos personales, Joel Escalona ha realizado mobiliario y joyería para marcas de lujo nacionales e internacionales como Tane, Roche Bobois, BD Barcelona; y piezas utilitarias para Urrea y Cinsa.
Su trabajo ha sido reseñado en revistas nacionales e internacionales como Wallpaper. Recientemente, su pieza Dalia Cabinet fue seleccionada por los Premios Delta que otorga la Asociación de Diseño Industrial del Fomento de las Artes y del Diseño, con sede en Barcelona. Y piezas suyas han sido expuestas en ICFF Studio en la International Cotemporary Furniture Fair de Nueva York, en la exposición Talents À La Carte de Maison&Objet en París, y en el Salone Internazionale del Mobile Di Milano, entre otro

 

Jorge Diego Etienne | Diseñador

—¿Qué papel consideras que desempeña el diseño en esta situación de contingencia sanitaria? 

El diseño debe de solucionar problemas, generar valor y ser un catalizador para el cambio. Ante la inminente crisis de salud, ha habido temas específicos donde el diseño puede ofrecer soluciones o mejorar ciertas situaciones de equipamiento médico y acondicionamiento de espacios. También ha jugado un rol en nuestros hogares.

 

—Varios profesionales del diseño han desarrollado dispositivos, herramientas y estrategias para sobrellevar los problemas derivados del COVID-19. Desde tu punto de vista, ¿en qué medida va a influir esta contingencia al diseño que se realice en el futuro?

Es muy probable que nadie haya pasado tanto tiempo en casa como en estos últimos meses y con esto hemos podido reevaluar cómo vivimos a través de los objetos y espacios personales. Existirá una nueva normalidad y el diseño va a acompañar muchos de los cambios que vamos a hacer con respecto a cómo vivimos.

 

—Desde tu campo profesional, ¿has desarrollado algún proyecto que tenga como fundamento la crisis actual?

Estamos investigando las medidas de lo que será la nueva normalidad en los comercios para con eso desarrollar una guía de soluciones, adecuaciones y «hacks» para que, con poca inversión y de manera más sencilla los mismos comerciantes  puedan implementar estas prevenciones sanitarias.

 

—Recomiéndanos otras iniciativas que consideres que están haciendo un aporte significativo a esta crisis.

Para mí destacan tres: José de la O y su equipo tienen una iniciativa llamada «Desde casa», donde están publicando varias reflexiones y conversaciones sobre el COVID-19. Ariel Rojo hizo Sistema imprimible 3D de máscara para respirador.

Y Moisés Hernández, como parte de su marca Diario, regaló un libro de colorear para niños que puedes descargar desde su sitio web. Las tres son gratuitas y abordan cosas tan importantes como el estar informado, diseñar soluciones y atender temas paralelos como los niños que han sufrido mucho con este cambio de rutina.

—Jorge Diego Etienne (Tampico, 1983) es diseñador industrial. Su estudio en Monterrey se especializa en diseño de producto, diseño de mobiliario, y consultoría de diseño estratégico para compañías dentro y fuera de México. Su enfoque está en productos que incorporan el diseño en la vida cotidiana, combinando factores culturales con nuevas tendencias, tecnologías, y materiales para crear experiencias memorables.

 

Moisés Hernández | Diseñador

—¿Qué papel consideras que desempeña el diseño en esta situación de contingencia sanitaria?

Yo creo que al igual que muchas otras profesiones, el diseño ahora mismo está tomando dos caminos. En primer lugar existe un estancamiento, muchos de los proyectos que generan los diseñadores están en pausa. El diseño comercial está en pausa, y para todos aquellos que estábamos acostumbrados a diseñar, escribir, presentar en ferias, todo eso está detenido.

Luego está una segunda vía por la que muchos diseñadores han optado, que es el de la generación de propuestas que ayuden a la contingencia. Yo creo que en estos dos caminos no hay uno malo y uno bueno, simplemente son formas distintas. Quienes están en pausa, yo creo que lo que están haciendo ahora es planear ejercicios o estrategias para relanzar sus proyectos. Hemos visto varios intentos para llevar esta pausa a lo mejor posible.

Por otro lado, los diseñadores que han generado propuestas, pienso que lo han hecho de manera exprés. Todos los diseños de productos o estrategias llevan su tiempo, proceso y nivel de prueba y esta situación ha acelerado su velocidad de producción. Pienso que existen ejemplos afortunados y otros no tanto, pero es eso: es un papel de diseño, de nuevas propuestas, en un ritmo acelerado.

 

—Varios profesionales del diseño han desarrollado dispositivos, herramientas y estrategias para sobrellevar los problemas derivados del COVID-19. Desde tu punto de vista, ¿en qué medida va a influir esta contingencia al diseño que se realice en el futuro?

Yo pienso que sí va a influir. El mundo generalmente reacciona ante la crisis de una manera muy rápida, entonces creo que estos cambios se van a ver en los próximos meses y más allá de los diseñadores he visto personas que están generando soluciones desde su casa, sin conocimientos técnicos, pero bastantes valiosas e interesantes. Tenemos ejemplos de diseñadores anónimos, que, si bien tienen una profesión o formación diferente, han tenido que buscar esas soluciones.

Estoy de acuerdo que el entorno de salud es algo de emergencia, pero el tema del diseño de espacios —tanto públicos como privados— es algo que vamos a ver mucho en los siguientes meses. La crisis va a impactar en las casas, oficinas, en los transportes y en los lugares de esparcimiento.

Creo que tenemos la oportunidad de replantear ciertas cosas, en primer lugar, por la seguridad, pero también para reconocer ciertas aspectos que antes no eran tan esenciales. Creo que el ejemplo más importante de esto último lo vimos ahora que levantaron la contingencia en Francia: lo primero que hizo la gente fue ir a comprar a Zara. Me dio pavor.

Por otro lado, pienso —un tanto como sueño personal— en la gente que corría a los parques. Creo que ahorita estamos ávidos de salir a correr, jugar con nuestros hijos. Veo que el tema del espacio público va a ser muy importante en los siguientes meses. Espero que una de las cosas buenas que saquemos de aquí sea revalorar esos espacios y espero que el gobierno y la gente que toma estas decisiones urbanísticas lo pueda ver. Es una de las cosas que creo que van a ocurrir o que me gustaría que pasaran en los siguientes meses.

 

—Desde tu campo profesional, ¿has desarrollado algún proyecto que tenga como fundamento la crisis actual?

Yo tengo un hijo, entonces lo primero que enfrentamos en casa —porque mi departamento es pequeño— fue el tema de lograr que él estuviera lo más cómodo posible. Me puse en el lugar de todos los papás que están pasando lo mismo: al final la educación escolar, la primaria y la secundaria son muy importantes y otra vez estamos revalorando el esfuerzo de los maestros.

Me pareció muy lógico que si es algo que a mí me estaba impactando directamente, debíamos hacer algo al respecto, así que elaboramos un libro para colorear a través de Diario, que es una marca mexicana de objetos. Este libro tú lo puedes descargar: es para chicos y grandes: con él puedes iluminar, relajarte y entretenerte y, al mismo tiempo, aprender. Nosotros hicimos este libro específicamente de momentos, lugares y sabores de México; entonces si un niño va a dibujar un pan qué mejor que sea una concha; si tiene que dibujar algún objeto, que sea un exprimidor de limones que usamos todos los días.

Me parece muy lindo que miles de personas lo han descargado; lo lanzamos hace como dos meses y la gente lo sigue descargando, ya que cada vez más se corre la voz. Lo desarrolló el equipo de Diario en cerca de tres días.

Creo que fue un proyecto de emergencia, exprés. Se lanzó precisamente en un momento en el que la gente necesitaba un objeto así y bueno, ahí está. Cuando pase todo esto tal vez se podrá imprimir en un papel muy lindo y de alguna forma comercializarse, pero ahora el objetivo era ayudar a todos quienes estaban en una situación parecida a la mía.

Por el lado académico, estuvimos trabajando en proyectos con mis alumnos del Tec de Monterrey. Participamos en una iniciativa del Global Radshow de Dubai, donde había un brief para generar soluciones relacionadas con la pandemia. Nos fue muy bien: Mayté Guerrero y Natalia Reyes —dos de mis alumnas— están en la etapa de finalistas. Básicamente lo que hicieron fue observar lo que estaba pasando en México con el tema de los restaurantes y cómo los chefs y los restaurantes están cambiando la dinámica de comercialización. Actualmente algunas experiencias gastronómicas han ir por dos caminos: te dan los ingredientes para que tú los cocines, o bien, te hacen parte de un aprendizaje para que te lleves la experiencia de cocinar con el chef.

A partir de esta observación, ellas desarrollaron una plataforma para lograr esta conexión del chef con la gente y poder cocinar con ellos.

 

—Recomiéndanos otras iniciativas que consideres que están haciendo un aporte significativo a esta crisis.

Creo que las iniciativas que podría recomendar son aquellas que se han enfocado en la emergencia, pero que de alguna forma tienen la capacidad tecnológica y recursos humanos suficientes para llevar a cabo proyectos, como los respiradores. No era una cuestión de rediseñarlos, sino de ver quién puede fabricar las cosas. En ese sentido Dyson está haciendo grandes esfuerzos, también Tesla, pero también reconocería el aporte del diseño anónimo, de personas que se dedican al diseño de estos artefactos de la salud. Más que diseñar cosas nuevas, creo que los aportes significativos tienen que ver con cómo la industria se ha llegado a ajustar a esta emergencia de salud.

Por otro lado, quisiera resaltar el papel del diseño anónimo: el hecho de diseñar un póster que tengas que pegar en toda la Ciudad de México, como aquellos con la leyenda «Quédate en casa» me parece que, si bien es una iniciativa gubernamental, tiene un impacto directo con la gente y eso es mucho más importante que hacer miles de diseños distintos de mascarillas.

Pienso que es cuestión de pensar qué es lo que sí necesita la gente ahora mismo y cómo ayudar a contener esta pandemia. Estas imágenes de peligro que hemos visto en los mercados, de zona de alto riesgo, independientemente de que si podamos considerar que es un diseño armónico o lo que sea, es un diseño que funciona y que alguien se encargó de imprimir miles y de pegarlos.

—Moisés Hernández (México DF, 1983) fue el primer mexicano en graduarse de la Maestría en Diseño de Producto con mención especial en ECAL en Suiza en junio de 2013 y en el mismo año fundó la marca DIARIO que se dedica a redescubrir, rediseñar y vender objetos de la vida diaria en México. El trabajo de Moisés ha sido exhibido en países como Estados Unidos, Francia, Italia, Holanda, Suiza, Turquía, España, Hong Kong, Japón y México. Dentro de sus colaboraciones con marcas nacionales e internacionales destacan: Bauhaus Möbel (México), PCM (España), Baccarat (Francia), Voit (México), Secretaria de Cultura (México), Riva 1920 (Italia), Ligne Roset (Francia), Palacio de Hierro (México), Tane (México) y Helvex (México). A partir de agosto de 2017, Moisés fue nombrado Director Regional en la CDMX del Departamento de Diseño en el ITESM.

 

Ana Elena Mallet | Investigadora

—¿Qué papel consideras que desempeña el diseño en esta situación de contingencia sanitaria? 

Creo que hay dos vertientes: veo muchos diseñadores y estudios desorientados, buscando hacer y «salvar», cuando ni siquiera hemos entendido lo que está pasando. Veo otros proyectos fantásticos de reflexión como Design Emergency de reflexión y difusión. El diseño ha quedado un poco a deber en la pandemia, pero espero que se pongan las pilas para la «nueva normalidad» ya que necesitamos muchas soluciones para nuevos problemas muy pero muy cotidianos.

—Varios profesionales del diseño han desarrollado dispositivos, herramientas y estrategias para sobrellevar los problemas derivados del COVID-19. Desde tu punto de vista, ¿en qué medida va a influir esta contingencia al diseño que se realice en el futuro?

Sin duda habrá un cambio. Creo que este impulso por diseñar y rediseñar cosas que ya estaba muy bien diseñadas como máscaras y ventiladores fue un poco en vano. Creo que hacen falta más estrategias, sistemas y pequeñas soluciones para la dinámica social en la «nueva normalidad» que se avecina. Creo que los diseñadores son el futuro.

Vamos a tener que rediseñar un mundo: desde espacios públicos, dinámicas sociales o la vida cotidiana. Desde lo macro a lo micro, los diseñadores deben estar ahí. Creo sinceramente que es el tiempo del diseño, pero se necesita mucha reflexión para entender qué sí necesita rediseñarse o diseñarse de cero y qué ya funciona.

 

—Desde tu campo profesional, ¿has desarrollado algún proyecto que tenga como fundamento la crisis actual?

Desde mi campo fue rediseñar clases para un modelo digital flexible: un enorme reto, pero creo que funcionó. Con respecto a la exposición que apenas había inaugurado en Museo Jumex, diseñamos un recorrido guiado en video que vive en la página del museo, algo que no había hecho antes y ante la situación tuvimos que hacer para hacer que sobreviviera la exposición. Al mismo tiempo, diseñé taller de lectura sobre Clara Porset para Museo Jumex, que creo tuvo buenos resultados.

 

—Recomiéndanos otras iniciativas que consideres que están haciendo un aporte significativo a esta crisis.

Design Emergency me parece lo más rescatable de todo lo que he visto. Reflexión, reflexión es lo que hace falta.

—Ana Elena Mallet es curadora independiente especializada en diseño moderno y contemporáneo de México. 

 

José de la O | Diseñador

—¿Qué papel consideras que desempeña el diseño en esta situación de contingencia sanitaria? 

El diseño puede desempeñar muchos roles durante crisis, porque nos ayuda a resolver problemas complejos de manera creativa. Más que el diseño en sí, son los diseñadores los que están ocupados respondiendo, algunos desde un lugar de urgencia apoyando problemas de cuidados de la salud y otros desde un lugar mas reflexivo, como en mi caso, entendiendo la crisis en sí y sus consecuencias en un futuro cercano.

 

—Varios profesionales del diseño han desarrollado dispositivos, herramientas y estrategias para sobrellevar los problemas derivados del COVID-19. Desde tu punto de vista, ¿en qué medida va a influir esta contingencia al diseño que se realice en el futuro?

Siento que en México todavía no existe un completo entendimiento de las verdaderas consecuencias de la pandemia. Nosotros como diseñadores tenemos que estar un par de pasos adelante y especular qué es lo que puede suceder entre tanta incertidumbre. La sociedad sufrirá una especie de resaca post COVID-19 donde, en definitiva, cambiarán las prioridades de la gente, la manera en que nos relacionamos y como consumimos. Nos daremos cuenta que regresar a la «nueva normalidad» es solo una fantasía. No quiero sonar pesimista, pero sí realista. Entre más rápido entendamos que la cosa no será igual, estaremos mejor preparados para enfrentar los nuevos retos.

 

—Desde tu campo profesional, ¿has desarrollado algún proyecto que tenga como fundamento la crisis actual?

Cuando empezó la contingencia, mi equipo y yo lanzamos una plataforma en línea de investigación con el fin de reflexionar sobre los retos cotidianos del distanciamiento social. La plataforma se llama «Desde Casa». Nos damos un clavado profundo en varios temas que van desde la economía, bienestar y salud mental. No solo escribimos artículos, si no que tratamos de responder con pequeñas soluciones que se pueden aplicar inmediatamente, desde el diseño de un diario que puedes imprimir en casa para ayudarte a monitorear tu salud mental hasta música original instrumental para escuchar desde casa.

Hemos tenido bastante audiencia y nos está sirviendo mucho para entender diversos aspectos de este fenómeno.

—Recomiéndanos otras iniciativas que consideres que están haciendo un aporte significativo a esta crisis.

La primera que se me viene a la mente es DesignEmergency en Instagram. Se me hizo muy interesante la charla que tuvo Alice Rawsthorn con Alissa Eckert, la ilustradora médica que le dio «cara» al coronavirus. Creo que esa manera de ver el impacto del diseño que a veces se traspapela en lo obvio.

—José de la O es licenciado en diseño industrial por parte de la Universidad Iberoamericana y maestro de diseño conceptual en contexto por la Design Academy Eindhoven, de Los Países Bajos. Es director de Studio José de la O, despacho especializado en diseño e investigación, miembro fundador de Cooperativa Panorámica, y miembro de la red global Reach Network. Además se desempeña como profesor de diseño industrial en el Tecnológico de Monterrey Región Ciudad de México.

 

Ariel Rojo | Diseñador

—¿Qué papel consideras que desempeña el diseño en esta situación de contingencia sanitaria? 

Antes que nada creo que el diseño es un generador de posibilidades y es a través de esta disciplina que el ser humano ha solucionado los problemas de su época.

Cuando hablo de diseño lo extiendo a toda la palabra. Ya tenemos diseño de medicinas, de espacios, de programas, etcétera. Es decir, el diseño no contempla lo que hago [diseño industrial], sino lo que quiero extender para el entendimiento del concepto de diseño, que es el motor que trasciende a través del ser humano. Es el elemento que reúne los pensamientos del ser humano y aterriza en algo material.

En ese sentido, considero que el diseño es una herramienta necesaria, primordial en esta época, de la cual se han derivado muchas propuestas que hemos visto a nivel mundial.

 

—Varios profesionales del diseño han desarrollado dispositivos, herramientas y estrategias para sobrellevar los problemas derivados del COVID-19. Desde tu punto de vista, ¿en qué medida va a influir esta contingencia al diseño que se realice en el futuro?

Lo primero es que creo que esta dinámica social deberá de cambiar; deberá influir en una transformación y no [lo viendo necesariamente desde el lado] catastrófico. Pienso que cualquier evento de una forma u otra se vuelve una ficha de dominó en la vida de nuestro mundo, no solo del ser humano o la sociedad, porque todas nuestras acciones afectan a toda la naturaleza.

Cuando la gente me pregunta si quiero volver a la normalidad, digo que no. La verdad es que ya estábamos viviendo una decadencia brutal como humanidad, de mucho desperdicio, contaminación, superficialidad atroz… Creo que este momento ha valido la pena para reflexionar sobre lo básico e importante.

Creo que en el diseño hemos visto propuestas a nivel mundial fantásticas alrededor de este tema; propuestas que muchos han aportado al mundo de manera gratuita, también los laboratorios científicos, todo mundo está focalizado en darle una solución desde su trinchera. Si eso lo hiciéramos todos los días como humanidad, tendríamos una velocidad de evolución tremenda.

Creo que eso falta: hacernos conscientes de la capacidad constructiva —porque ya tenemos muy claro el potencial destructivo— alineada por miles o millones de personas creativas alrededor del mundo, con esta gran capacidad que es el diseño, extendida en toda su dinámica.

Por otra parte, considero que sí habrá un cambio significativo en la dinámica de los espacios, aunque ahí creo que hay algo importante que pensar y revalorar, pero no caería en las fobias ni la histeria colectiva por la que muchas personas están pasando. Yo me iría por lo básico, por los sistemas de ventilación de un edificio: todos son centralizados y esos son bombas biológicas para una situación como esta.

Sí hace falta tener más precaución, pero tendría cuidado con estas prácticas histéricas. Por otro lado y de fondo, tenemos que replantear ciertos hacinamientos o sistemas.

Por otro lado, la recuperación del espacio público en México —y más en la Ciudad de México— es algo que tendríamos que abordar, porque en los últimos veinte años destruimos parques, estadios y demás infraestructura para construir plazas comerciales y en la capital hay parques que se pueden rescatar. Un gran ejemplo es el que se encuentra en la rotonda que abraza la Cabeza de Juárez, que está enjaulado, frente a una escuela. Esta podría ser un gran espacio, pero no se está aprovechando y como este existen miles en la Ciudad de México.

Lo que va a demandar la población y en otros lugares es espacio público de calidad. Sobre eso, arquitectos y diseñadores tendremos que poner mucha atención. 

 

—Desde tu campo profesional, ¿has desarrollado algún proyecto que tenga como fundamento la crisis actual?

Sí, estamos desarrollando varios. El primero fue un proyecto al que me invitó Juan Carlos Baumgartner, de la oficina de Space, a imprimir una pieza que se llama spliter que, como su nombre lo indica, es un separador que divide en dos el flujo de aire de un respirador.

Cuando me invitó a imprimir estas piezas me di cuenta que había un área de oportunidad de la pieza; la rediseñé y compartí con el grupo de TOM México —dirigido por Claudia Dorenbaum. El diseño se aprobó y se aceptó.

Luego de este diseño empecé con otras cosas: filtros, máscaras para doctores, una serie de adaptadores para filtros… todo esto lo estamos haciendo pro bono y subiéndolo a las páginas en formatos 3D para que la gente los pueda imprimir para su casa, o para que centros de desarrollo los puedan producir de una forma masiva. Este es el caso de la máscara termoformada.

 

—Recomiéndanos otras iniciativas que consideres que están haciendo un aporte significativo a esta crisis.

He visto varias iniciativas. Por ejemplo, TUUX está haciendo una especie de separadores para el personal médico; Mabe, a partir de la pieza que hicimos, que fue impreso en 3D por todas las personas de TOM México, se imprimieron 3,000 y fueron entregadas a hospitales. Sin embargo, Mabe hizo un molde y ahora están imprimiendo la misma cantidad al día, lo que es un gran aporte porque son piezas que paulatinamente dejan de estar disponibles en los hospitales.

Veo que hay más proyectos, pero en mi muy humilde opinión tengo hasta cierto desencanto de que no ha habido tanto apoyo por parte de nuestro gremio; ha ocurrido mucho en escuela desde luego, pero creo que el potencial creativo que tenemos está muy relajado, cuando podríamos estar aportando muchísimo más, y textualmente salvando vidas.

José Martí decía que ayudar a los demás no es solamente una obligación, sino que es parte de la felicidad. En este momento, nos toca ser conscientes, tomar el tiempo para pensar qué tipo de sociedad queremos construir, proyectar y diseñar.

 

—Ariel Rojo estudió Diseño Industrial en la UNAM para combinar sus dos grandes pasiones: arte e ingeniería, pero en el paso por el tronco común de la carrera, descubre que la arquitectura también le ofrece un enorme mundo de posibilidades. Además de conocer a grandes colegas y amigos, tiene la oportunidad de involucrarse en importantes proyectos como el concurso para la remodelación del Zócalo de la Ciudad de México, en el que su equipo obtiene el primer lugar. En el 2006 funda Ariel Rojo Design Studio, firma especializada en el desarrollo de conceptos y productos en la Ciudad de México.

Consciente de que las nuevas generaciones de diseñadores son las que tienen en sus manos el futuro, se ha dedicado a difundir su punto de vista personal sobre el diseño en conferencias y congresos. Sus proyectos han participado en importantes exposiciones en México y el extranjero, además de que también ha recibido premios nacionales e internacionales, desde Nueva York hasta las Olimpiadas de Diseño en el 2010 en Corea del Sur.