En el último par de semanas hemos publicado dos entrevistas en torno a la nominación de la Ciudad de México como World Design Capital. En la primera, intercambiamos con Mario Ballesteros, director del Archivo de Arquitectura y Diseño, respecto a las expectativas y esperanzas que se tienen de la iniciativa. La segunda fue una conversación con Luca Ballarini, diseñador y editor italiano, quien nos refirió la experiencia de Turín, cuando fue denominada la primera capital mundial del diseño. Continuamos con una revisión cronológica de las distintas ciudades que han sido sede del programa. Así, continuamos con Seúl, Corea del Sur.

Seúl, como capital mundial del diseño en 2010, demostró un liderazgo sobresaliente en cuanto a diseño urbano, implementando un plan concreto para alcanzar un desarrollo económico, social y cultural a través del diseño. Bajo la premisa de diseño para todos, Seúl sostuvo muchos eventos que resaltan su creciente enfoque al diseño y su prominencia dentro de la comunidad global de creadores. Intercambiamos algunas preguntas con la Seoul Design Foundation, institución instaurada a partir de la nominación de la Ciudad que busca promover la industria local del diseño, expandiendo la cultura que se tiene en torno a las prácticas para, a la larga, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Su lema es «Diseñaremos Seúl como una ciudad centrada en los humanos, una que satisfaga a los ciudadanos».

A continuación presentamos aquello que nos compartieron.

Vista de Seúl. Cortesía Seoul Design Foundation.

—¿Cuál piensas que es el más notable, y duradero, impacto de World Design Capital para la ciudad?

World Design Capital Seúl 2010 partió de la idea «Diseño para todos», y fue una oportunidad para mostrar las posibilidades infinitas de cómo el diseño se aplica en la ciudad, buscando restaurar los valores y la calidad de vida deshumanizados. La calidad y cantidad [de las propuestas] fue algo que experimentamos en la vida cotidiana. El valor de marca de la ciudad se elevó considerablemente también. El diseño jugó un rol fundamental en mejorar la calidad de vida cívica de los habitantes —eso es notable.

WDC no es un evento aislado que concluye tras un año. Consideramos que el 2010 fue un punto de partida para iniciar un movimiento cívico.

—¿Cuáles fueron las esferas más impactadas?

WDC ofreció una oportunidad para Seúl de emitir su vigor y su pléyade de atractivos únicos, y postularlos como un centro para el diseño global. Seúl fue capaz de utilizar dicha oportunidad —a través de un crecimiento rápido y un aumento en la competitividad de la ciudad— para atraer inversionistas quienes, eventualmente, contribuyeron al desarrollo económico y al levantamiento de la imagen de marca nacional de Corea.

Sobre todo, el logro más significativo fue crear una plataforma de comunicación con los ciudadanos y con el mundo, en tanto la visión de diseño de Seúl, «Diseño para todos», fue ampliamente aplicada, en conjunto con la idea de las «Cuatro Us»: Universal, Ubicuo, Único, por ti [for U —you], el cual se implementó en los diversos programas relacionados con el diseño.

—¿Crees que la iniciativa cambió la manera en que la ciudad piensa el diseño, o el design thinking de la ciudad? Si es así, ¿cómo explicas esos cambios?

La forma original del Seúl moderno data del 1394 d. C, cuando el rey Taejo, quien fundó el reino de Joseon, designó a Seúl como la nueva capital de la nación. Cada uno de los nombres de las cuatro puertas, localizadas al norte, sur, este y oeste de las murallas que rodeaban la ciudad, fueron elegidos de manera específica al aplicarles el significado de las virtudes que cada ser humano debe seguir: IN(仁), abnegación; EUI (義), rectitud; YAE (禮), cortesía; y JI (智), sabiduría. A partir de tales características, Seúl floreció con el amor de la ciudad hacia sus ciudadanos, su arte y su cultura, por más de 600 años. A lo largo de estos años, el diseño de la ciudad siempre ha destacado por ser único y sumamente cálido.

La capital coreana ha jugado un rol fundamental en la industrialización de la nación, y ha obtenido un crecimiento exponencial en relativamente poco tiempo. Siendo el centro político, económico y cultural de Corea, Seúl ha elevado de manera continua su competitividad, tornándose una ciudad sumamente avanzada, digna del siglo XXI. Sin embargo, a través de la rápida industrialización, Seúl ha proyectado una imagen de ser una «ciudad gris»; entonces, el ímpetu por transformar dicha imagen y de descartar esa percepción comenzó [con la nominación como WDC en 2010]. Seúl busca revitalizar su propio carisma, con raíces históricas, al transformarse en una ciudad que sea atractiva y que sirva a su gente.

Seúl, que solía ser vista como una «ciudad dura», ha alcanzado un desarrollo rápido, cambiando sus metas para transformarse en una «ciudad amigable», atractiva para habitar y visitar. Basada en esas políticas, Seúl aplicó para la designación de Capital Mundial del Diseño en abril de 2007 y fue seleccionada WDC 2010 en la primera competición oficial.

Seúl es una ciudad vibrante y ecológica , rodeada de un paraje natural; una ciudad dignificada con inherentes valores históricos y tradicionales con raíces en el pasado remoto. Basados en esas cualidades, que fundan la tradición creativa y de diseño de la ciudad, Seúl ha aumentado su valía y se ha convertido en una fuerza dinámica creciente, produciendo una afluente cultural y económica.

Caligrafía de Seúl. Cortesía de Seoul Design Foundation.

—¿Cuál crees que es el más importante o interesante aspecto de WDC?

El valor final del diseño es enaltecer la calidad de vida al crear un mundo armonioso a través de una comunicación profunda. El «Diseño universal», que cual provee de simplicidad, conveniencia y felicidad a sus usuarios, enfatiza los beneficios sociales de equidad e integridad humana. Un diseño para todos que elimine las barreras, buscando una solución social comunicativa.