En 2012, la ciudad de Helsinki, Finlandia, fue elegida capital mundial del diseño, después de que el reconocimiento fuese otorgado a las ciudades de Turín y de Seúl. Así, en 2012, se buscó que los ciudadanos fineses reforzaran su visión del diseño como impulsor del desarrollo urbano. Al mismo tiempo, la iniciativa buscó reafirmar a Finlandia como una nación de diseño en la esfera internacional.

Dentro de las iniciativas propuestas durante el 2012, se generó la propuesta de Design Driven City, es decir, una ciudad conducida por el diseño, donde se impulsó que un pensamiento crítico de diseño se utilizara para resolver los problemas cotidianos a nivel administrativo y social. Esta iniciativa concluyó en 2015, para dar seguimiento a los ideales que proponía y asegurarse que el design thinking se había embebido en la sociedad.

Intercambiamos con Jukka Savolainen, director del Museo de Diseño de Helsinki y con con Turkka Keinonen, director del Departamento de diseño de la universidad de arquitectura y diseño Aalto, respecto a las implicaciones y el impacto que la iniciativa tuvo para la ciudad de Helsinki.

World Design Capital, Helsinki, 2012. Cortesía WDO.

¿Cuál piensan que es el más notable, y duradero, impacto de World Design Capital para la ciudad?

El tema durante el año de WDC en Helsinki fue integrar el Diseño en la vida diaria. Creo que el mayor impacto que tuvo fue que mejoró la consciencia que se tiene sobre el diseño contemporáneo y su rol, cada vez mayor, en la sociedad y en nuestras vidas, desde el diseño de productos, hasta servicios y diseño digital.

World Design Capital abrió los ojos de diferentes inversionistas de la ciudad de Helsinki y sus municipalidades aledañas, para hacerlos notar que el diseño no sólo se trata de formar objetos físicos, sino que se trata también de un aproximación relevante para la planeación de servicios públicos. Desde la iniciativa, ha habido un incremento sustancial en el volumen y en el compromiso estratégico dentro de la administración pública, por valerse del diseño para hacer de los servicios urbanos relevantes y accesibles.

¿Cuáles fueron las esferas más impactadas?

La consciencia pública fue mayormente impactada, así como los proveedores de servicios. El proyecto fue instrumental en el aceleramiento del desarrollo mencionado en la pregunta anterior; por ejemplo, el diseño transformándose en un proceso colaborativo y creativo extendido, más allá de ser un arte aplicada. Por ejemplo, en Helsinki se instauró la posición de Oficial en Jefe de Diseño en 2016. El rol de la oficina es de coordinar y dirigir hacia los usuarios objetivos y servicios desde una posición que está en contacto directo con la oficina del alcalde, dando inicio así a un laboratorio de actividades que trabajan con un rango de retos sobre el diseño de servicios.

Vista de la inauguración de WDC Helsinki, 2012. Cortesía WDO.

¿Crees que la iniciativa cambió la manera en que la ciudad piensa el diseño, o el design thinking de la ciudad? Si es así, ¿cómo explicas esos cambios?

Más allá de lo mencionado anteriormente, en adición a la instauración del Oficial en Jefe de Diseño, la ciudad ha contratado a diseñadores para implementar acercamientos de design thinking, orientados al usuario, dentro de la estructura de la ciudad y sus servicios.

¿Cuál crees que es el más importante o interesante aspecto de WDC?

Pienso que WDC es interesante pues permite resaltar acercamientos a diferentes culturas/sociedades, hacia el diseño y su rol en la economía contemporánea, bienestar público y estructuración social.

En Helsinki, bajó al diseño del pedestal en el que se encontraba y lo volvió una función de la administración y el desarrollo de la ciudad. Hizo del diseño un facilitador de participación ciudadana y un método para alcanzar la democracia deliberativa.