Las soluciones de diseño no siempre obedecen a requerimientos de funcionalidad. Tal como Donald Norman determinó en las premisas del «diseño emocional», los objetos también deberían de hacer nuestras vidas más feliz. Esta cualidad del diseño contemporáneo es visible en proyectos destinado a los usuarios más pequeños.

Lúdicos y con elementos que estimulan nuestros sentidos, algunos de los diseños que incluimos en este listado han trascendido edades y se han convertido en piezas de colección; pero también presentamos objetos recientes donde es posible conocer los estilos propios de cada diseñador.

 

—Elefante, de Ray y Charles Eames

Obligar a la madera a adoptar formas hasta entonces inusitadas (lejos de las líneas rectas) fue una obsesión para la pareja conformada por Ray y Charles Eames, por lo que dedicaron varios años de su vida a experimentar con el moldeado de madera contrachapada.

Esta innovación revolucionó el diseño y la industria del mobiliario, y fue posible gracias Kazam!, una máquina desarrollada por la pareja de diseñadores en la década de 1940.

Con Kazam! los Eames fabricaron muebles y esculturas —desde su famosa silla hasta los decorados de los estudios MGM, donde Charles trabajaba como arquitecto— y crearon una propuesta estilística que aún es admirada en nuestros días.

Uno de sus objetos, que jamás llegó a etapa de producción, fue un elefante de madera que regalaron a su hija Lucia, y que aún está en posesión de la familia Eames.

La idea inicial era desarrollar varias figuras zoomorfas donde los niños pudieran sentarse, pero este proyecto jamás fue terminado.

Vitra retomó los planos del elefante y produjo algunos en plástico pero a una escala más pequeña que vendieron como juguetes.

Luego, en 2007 —con motivo del centenario del nacimiento de Charles Eames—, la marca suiza produjo una edición limitada del elefante en el tamaño original, para después incluirla definitivamente en su catálogo a partir de 2017.

—Cama infantil cocodrilo, de Daniel Romero

¿De qué forma se le puede dar un giro al diseño de mobiliario infantil, para que éste sea atractivo a sus usuarios finales? Desde esta pregunta, Daniel Romero, quien explora las posibilidades de los materiales reciclados en el diseño, ha fabricado varios productos donde la función está relacionada con un diseño amigable en términos visuales. Tal es el caso de Cama infantil cocodrilo, de fácil ensamblaje y transporte, en la en la que los espacios internos entre las tablas de MDF y el colchón permiten guardar desde ropa hasta la ropa de dormir.

La Cama infantil cocodrilo sigue la filosofía de Daniel Romero por hacer proyectos versátiles, capaces de adecuarse a diferentes circunstancias, como puede verse también en Maroma: un librero modular, cuyas correas permite rotar los espacios en dos direcciones, según las dimensiones del espacio donde se coloque.

—RAFA-kids

Desde mediados del siglo XX, el diseño escandinavo ha innovado y ha delineado muchas de las tendencias que aún se siguen en el diseño contemporáneo. Las líneas suaves, la economía de elementos, el uso de materiales naturales y el aprovechamiento de la tecnología sin dejar de valorar los procesos artesanales forman parte de este estilo, que es visible en RAFA-kids, una marca de diseño de los Países Bajos.

Bajo el lema «entendemos a los padres porque nosotros somos padres», RAFA-kids diseña muebles para un usuario en crecimiento, y en cada pieza busca resolver la mayor parte de las necesidades del usuario, relacionadas con almacenamiento, recreo o descanso.

RAFA-kids nació cuando los arquitectos Agata y Arek Seredyn diseñaron una cama para su hijo mayor. Debido a las reacciones positivas de sus conocidos, la pareja decidió fundar su propia compañía.

La estética de sus diseños sigue una línea minimalista, con la firma convicción de mantener el hogar con un espíritu simple, donde cada producto sea clásico pero a la vez aliente la creatividad de los niños en un entorno amigable.

Antes que por otros motivos, las colecciones de RAFA-Kids responden a una motivación individual, de acuerdo con las necesidades de los propios niños de la familia Seredyn, algo que, si bien puede parecer restrictivo, ha probado ser una fórmula que comparten otras familias.

—Mi Bosque

Con el objetivo de construir un espacio lúdico para niños, Mi Bosque —iniciativa de Julia Carreón y Paul Guzmán— posee un extenso catálogo que, con un diseño expresivo, intuitivo y sencillo, le permite a los más jóvenes experimentar y generar sus propias dinámicas de juego a través del mobiliario y juguetes de madera o tela, trabajados con un estilo que remite «a los juegos de antes» —de acuerdo con palabras de su sitio oficial.

Mi Bosque diseña lámparas, cojines, tapetes, máscaras, carros, y dollhouses, entre otros muebles y accesorios. Además de los objetos de su catálogo, pueden desarrollar proyectos especiales de acuerdo con los requerimientos de cada cliente.

—Juguetes de Kay Bojesen

El diseño escandinavo tiene en Kay Bojesen a uno de sus mayores exponentes. Considerado un clásico, sus piezas han sido mostradas en el MoMA, en el Victoria and Albert Museum y en otros museos del mundo.

Kay Bojesen nació en 1886 y fue aprendiz de un joyero en una época en la que no existían estudios profesionales de diseño.

Una vez que abandonó el taller de su maestro, Bojesen se alejó de los metales y empezó a trabajar con madera. Buscaba, según sus propias palabras, crear juguetes fueran «redondeados, suaves y que se sintieran bien en las manos de los niños».

Soldaditos, elefantes, perros, pájaros, pero también carritos, móviles y bloques forman parte del universo infantil creado por Bojesen. Pero sin duda, el objeto icónico de su colección, aquél que cualquier apasionado por el diseño con o sin niños, busca tener, es el Mono, una simpática criatura de cara amigable, de cuerpo articulado, que puede tomar cualquier postura.

—Burro, de Christian Vivanco

La labor de Christian Vivanco comprende el diseño de productos de tal forma que estén en sintonía con la narrativa y temática de un lugar. Una de sus colecciones más destacadas es Traven, concebida con el propósito brindar un espacio recreativo para los niños que empiezan a mostrar un interés por su entorno inmediato.

Entre los diversos productos de la colección, «Burro» es una las piezas más versátiles. Se trata de un pequeño cesto que funciona como contenedor, pero que también puede convertirse en un personaje dentro de los juegos infantiles.  «Burro» se perfila como un gran compañero de juegos.

—SNOO, de Yves Behar

Existen numerosas metodologías, consejas y recomendaciones para lograr que un bebé recién nacido duerma el mayor número de horas posibles durante la noche. No se trata de un asunto menor: para muchos padres los primeros meses de vida del bebé representan angustia y mucho cansancio.

Harvey Karp, un reconocido pediatra, sostiene que hacer que un bebé duerma en la noche es casi un tema salud pública que incide en problemáticas como la depresión postparto y el estrés, por lo que desarrolló el «Método de las 5 S»: 1. Swaddling (envuelve al bebé), 2. Side or stomach position (pon boca a bajo al bebé), 3. Shushing (dile al bebé Shhhhh repetida y tranquilizadoramente), 4. Swinging (mece al bebé) y 5. Sucking (da al bebé un chupete o su manita para que succione), que busca recrear el ambiente intrauterino para confortar al bebé.

Resulta que uno de los defensores del Método de las 5 S es Yves Behar, diseñador y emprendedor famoso por proyectos como la computadora One Laptop per Child y los audifonos Jawbone. Yves Behar quiso sumar diseño y tecnología a las ideas de Karp, por lo que trabajó en conjunto con el doctor durante cinco años. El resultado de esta colaboración es SNOO, una cuna que conbina diseño, tecnología y robótica.

La cuna tiene micrófonos sensores y altavoces, así que cuando el bebé se despierta o llora durante la noche, la cuna de inmediato simula «movimientos parecidos al vientre materno».

—Sharingland, de Ariel Rojo

El diseñador mexicano Ariel Rojo ha consolidado un portafolio de trabajo multifacético, en el que existen colaboraciones directas con los clientes y un gran interés por satisfacer las necesidades de los usuarios.

Sharingland es un proyecto ideado para niños. Definido como «un mundo conceptual que nace de la aspiración por crear un balance entre el entretenimiento digital y el análogo en la vida de los niños de hoy», es un conjunto de modelos y accesorios en cartón reciclable con el que los niños en etapa preescolar pueden crear entornos fantásticos: el Viejo Oeste, un planeta remoto o un castillo medieval son algunos de los temas en los que se encuentra disponible este proyecto.

—Cybex, de Jeremy Scott

El excéntrico diseñador Jeremy Scott, famoso por añadir lujo y elementos de la cultura pop a la ropa deportiva y al street wear, ha colaborado en un par de ocasiones con Cybex. En la nueva colección para esta firma, Jeremy Scott retomó uno de los elementos fetiche de su universo: las alas.

La colección incluye carriolas, mochilas, bambinetos, cangureras, sillitas para automóvil y portabebés, todas en negro mate y con alas doradas.

El actual director creativo de Moschino considera que su colección es extravagante y, de hecho, ha declarado que nunca se planteó hacer un diseño pensando «para niños». «Sinceramente, el enfoque para diseñar siempre es el mismo: [cuando diseño, me pregunto] ¿cómo puedo mejorar? y ¿cómo puedo conseguir que se vea claramente que ésta es una de mis creaciones?»

Así que al diseñar estas carriolas y portabebés de lujo, fueron una oportunidad para que Scott impusiera los cánones de la alta moda y su estilo personal al mundo de los niños.

—Animal Growth, de Moisés Hernández y Eleonora Castellarin

Moisés Hernández es egresado de la prestigiosa escuela suiza Ecole Cantonale d’Art de Lausanne (ECAL). Su trabajo se ha mostrado en ferias prestigiosas como Maison & Objet en París, y en el SaloneSatellite en Milán, y ha sido reconocidos en distintos certámenes, como el Rethinking Tradition en Washington DC.

La capacidad de experimentar a nivel conceptual y material es algo que caracteriza a los proyectos de Hernández, una actitud que puede verse en Animal Growth: un dispositivo que permite acercar a los usuarios de edades tempranas al proceso del diseño.

Diseñado en colaboración con Eleonora Castellarin y el ECAL, Animal Growth consiste en una «fábrica miniatura», en la que los niños pueden utilizar herramientas sencillas para manufacturar animales de juguete hechos con espuma sintética. El proceso de cortar, pegar y rellenar permite una comprensión directa sobre las síntesis de la forma, el papel del volumen en nuestra percepción y las reacciones químicas.