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Mariana Ordoñez Grajales y Jessica Amezcua Carrera de COMUNAL Taller de arquitectura. Cortesía del proyecto.

Entrevista con COMUNAL Taller de Arquitectura: Construir en colectividad

Entrevista 17.10.2019

Nadia Benavides Méndez

Platicamos con COMUNAL Taller de Arquitectura, un despacho que ha hecho de la colaboración con comunidades, parte esencial de su trabajo.

El uso de materiales locales, el rescate de técnicas constructivas tradicionales y la implicación en proyectos de carácter social son algunas de las particularidades que destacan en el trabajo de COMUNAL Taller de Arquitectura.

Fundado en el 2015 por Mariana Ordoñez Grajales (Chetumal, 1968) y Jessica Amezcua Carrera (Ciudad de México, 1983) COMUNAL forma parte de una generación de jóvenes despachos mexicanos cuyo trabajo se ha ganado el reconocimiento internacional.

En 2018 fueron seleccionadas como una de las Emerging Voices, una distinción que otorga la Architectural League de Nueva York a firmas norteamericanas y en la que, en los últimos años, generalmente sobresalen despachos de México.

Además de estar inscrito en la arquitectura social, el trabajo de COMUNAL parte de procesos colaborativos, donde las comunidades en las que desarollan sus proyectos no son meras receptoras sino que, mediante un proceso colaborativo, participan de todo el proceso constructivo, desde la planeación hasta la edificación.

Platicamos con Mariana y Jessica.

 

—Cuéntenos, ¿qué las hizo mirar hacia el entorno rural?

Durante la carrera para nosotras fue evidente que la formación académica estaba enfocada, principalmente, a proyectos en zonas urbanas y a la gran escala. Poco se hablaba de las comunidades rurales, poco se reflexionaba entorno a la diversas formas de habitar el territorio en nuestro país, a nuestra raíces constructivas, a los materiales y sistemas vernáculos y al legado arquitectónico que han mantenido los pueblos originarios de México. Ni hablar de la participación, lo colectivo y la organización social, mucho menos de autonomía, políticas públicas y procesos de colonización a través de la arquitectura. Por el contrario, la figura del arquitecto se nos planteaba como un personaje que actuaba en solitario (si a caso colaboraba con otros arquitectos), que tenía las respuestas a todos los problemas relacionados con el habitar y se encargaba de de dar soluciones desde una posición vertical, anulando los saberes de los otros.

Fue durante nuestros estudios de posgrado (UNAM y Universidad del Medio Ambiente) que pudimos acercarnos a esa otra forma de entender y producir la arquitectura, a esa visión horizontal que valora el intercambio de saberes, la transferencia de conocimientos y pone a las personas al centro de los procesos y la toma de decisiones. Durante esa época, ambas conocimos la Producción Social del Hábitat a través de grandes maestros como Enrique Ortiz, Jorge Andrade, Gustavo Romero y Oscar Hagerman. A partir de ahí todo tuvo sentido.

Comunal Taller de Arquitectura. Construcción.

COMUNAL Taller de Arquitectura, Escuela Rural Productiva, 2013. Cortesía de COMUNAL.

—He leído que en sus proyectos existe un proceso colaborativo con las comunidades. Nos pueden hablar un poco sobre eso.

Nosotras visualizamos nuestra práctica como un proceso social y colectivo en el que los arquitectos acompañan a los pobladores en la gestión y producción social de su hábitat, reconociendo que solo somos una parte de un conjunto de actores que contribuyen con su experiencia, conocimiento y asesoría técnica.

Valoramos el objeto arquitectónico por su capacidad de ser funcional, formal y estéticamente apropiado a la esencia del lugar, la cultura y la gente, pero sobre todo, como la representación de procesos de negociación entre consensos y disensos. Por esta razón, no concebimos a la arquitectura como una obra de autor o como un objeto estático, artístico e inmodificable, sino como un proceso vivo, abierto y evolutivo que con el tiempo continúa adaptándose a las necesidades y aspiraciones de sus usuarios.

Nuestra práctica está basada en un ejercicio constante de denuncia, democracia, justicia social y defensa de los derechos humanos, mediante la cual abogamos por la construcción de una sociedad inclusiva, colaborativa y congruente.

Comunal Taller de Arquitectura. Retratos.

Maqueta participativa para Reconstrucción Social del Hábitat Ixtepec. Cortesía de COMUNAL Taller de Arquitectura.

—Hacen uso de materiales naturales como el bambú y de procesos de construcción ancestrales. Y por lo mismo se han enfrentado a normativas constructivas que restringen su práctica, nos pueden hablar de eso…

Algo muy frustrante en nuestro trabajo es ver la nula capacidad en las políticas públicas y programas gubernamentales para comprender la realidad económica, social, cultural y ambiental que existe en las comunidades indígenas y rurales en México. En un principio creíamos que era ignorancia, ahora creemos que es un tipo de violencia ejercida por las instituciones. Estamos ante un panorama incongruente en donde, por un lado, prohíben a los pobladores usar materiales locales argumentando erróneamente que no son seguros estructuralmente y producen precariedad y, por otro lado, permiten que las constructoras hagan viviendas en serie con sistemas constructivos inadecuados para la región en donde se edifican y dimensiones mínimas, lo cual ha producido hacinamiento y abandono de las viviendas. Hemos visto comunidades a las que se les prohíbe usar los materiales locales por que se encuentran en peligro de extinción (la vivienda vernácula esta ligada a los bienes naturales y al territorio), pero existen concesiones mineras y proyectos extractivistas a lo largo de todo el territorio poniendo en riesgo la supervivencia de los pueblos originarios que se sostienen de la relación simbiótica que tienen con el medio natural.

Es por eso que consideramos fundamental detonar el diálogo con las instituciones y los organismos encargados de generar las normativas y programas de desarrollo social. Para nosotras se vuelve indispensable hacer incidencia política y denuncia social a partir de los procesos sociales y proyectos que realizamos en conjunto con los pobladores. Desde nuestra perspectiva, las comunidades rurales tienen mucho que aportar a la conversación política en nuestro país, empezando por los esquemas de organización social que emplean para la toma de decisiones y la ayuda mutua que aún se conserva en algunos sitios para alcanzar objetivos de beneficio común.

Comunal Taller de Arquitectura. Construcción.

COMUNAL Taller de Arquitectura, Producción Social de Vivienda: Ejercicio II, 2016. Cortesía de COMUNAL.

—Conocemos algunos de sus proyectos gracias a revistas de arquitectura y a otros medios de comunicación, pero siempre vemos proyectos terminados. ¿Pero qué sucede antes? ¿Cómo es el proceso para llegar a un proyecto terminado?

Lo que sucede antes de que exista cualquier objeto arquitectónico construido es una serie de procesos relacionados con la gestión social, económica, política y ambiental para la toma de decisiones y acuerdos entre todas las partes.

Iniciamos cada proyecto con un diagnóstico participativo, el cual consiste en entender un contexto social y colectivo particular a partir de la visión, experiencias, ideas, retos y vivencias del mismo grupo. Es decir, creemos en la capacidad de los pobladores para identificar la problemática que quieren abordar, así como las líneas estratégicas para formular soluciones colectivas.

Mucho de nuestro trabajo consiste en facilitar espacios de diálogo y reflexión crítica entre los habitantes, aportando información técnica que sea de utilidad para que ellos tomen decisiones informadas. En algunas comunidades nos han solicitado que hagamos estudios de laboratorio a sus adobes, por ejemplo, pues tienen la necesidad genuina de conocer la resistencia estructural de sus materiales. En otras comunidades nos piden innovaciones tecnológicas para integrar un nuevo material en sus saberes constructivos. Nuestra mejor herramienta es la escucha.

Comunal Taller de Arquitectura. Construcción.

Diseño colaborativo para Reconstrucción Social del Hábitat Coatlán. Cortesía de COMUNAL Taller de Arquitectura.

—Han dicho que la arquitectura puede ser una herramienta para el empoderamiento y la autonomía. Pueden platicarnos más sobre esto…

Hemos visto como los procesos sociales que llevamos a cabo en conjunto con los pobladores trascienden el ámbito arquitectónico, transforman el tejido comunitario y permean en el imaginario colectivo de forma positiva.

En el caso de la Escuela Rural Productiva ubicada en la Sierra Nororiental de Puebla, por ejemplo, las jóvenes se sentían orgullosas de haber participado en la construcción pues al principio creían que no tenían la capacidad para incluirse. Nos contaban que, después de haber terminado de autoconstruir la primera aula en conjunto con los jóvenes, tenían el respeto y la admiración de sus compañeros, pero sobre todo, habían cambiado su visión sobre ellas mismas, se sentían más seguras, capaces y fuertes. Para nosotras es fundamental que los procesos constructivos que llevamos a cabo sean incluyentes y promuevan la equidad de género. Si podemos transformar la visión de las mujeres jóvenes a partir de la construcción de un aula, lo físico-constructivo es lo de menos, es por eso que incentivamos «proyectos escuela», en donde lo más relevante no es la estética ni la forma final, sino todo el aprendizaje que las y los participantes puedan tener a nivel individual y colectivo, incluyéndonos nosotras.

Nadia Benavides Méndez

Editó la versión impresa de Revista Código de 2004 a 2012 y fue coeditora del libro Código DF. Arte y cultura contemporáneos desde México (2010). Desde 2012 trabaja como editora, productora de contenidos y coordinadora freelancer para distintos libros, revistas y proyectos (A the Style Guide, Art Bazaar y Blog de Crítica, entre otros), y recientemente retomó la edición de Código.com

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Maqueta participativa para Reconstrucción Social del Hábitat Ixtepec. Cortesía de COMUNAL Taller de Arquitectura.

COMUNAL Taller de Arquitectura, Producción Social de Vivienda: Ejercicio II, 2016. Cortesía de COMUNAL.

Diseño colaborativo para Reconstrucción Social del Hábitat Coatlán. Cortesía de COMUNAL Taller de Arquitectura.