Estamos en plena award season y títulos como 1917 (Sam Mendes), Parásitos (Bong Joon Ho) y El irlandés (Martin Scorsese) se repiten mediáticamente, al tiempo que se reiteran nombres de algunos directores como Tarantino y de actores como Joaquin Phoenix y Brad Pitt.

A causa de esa información que circula masivamente en diferentes formatos, podría pensarse que no existen más películas de las cuales hablar. Pero no es así, existen varios y excelentes filmes que merecen ser vistos por más espectadores y que vale la pena comentar. Elegí cinco películas sobresalientes que se presentaron en los festivales de Locarno, Venecia y San Sebastián. Cinco películas que me gustaron por sencillas y bellas, sin dejar de ser interesantes reflejos de los tiempos que vivimos.

—Madre (Rodrigo Sorogoyen, España / Francia, 2019)

Madre retrata la historia íntima de una madre que ha perdido a su hijo. El drama se sitúa en Biarritz, al suroeste de Francia, donde diez años atrás el hijo de Elena desapareció. Ahora Elena maneja un restaurante y trata de recuperarse tras esa pérdida. Sin embargo, conoce a un adolescente francés que le recuerda a su propio hijo y comienzan una relación fuera de lo común. Madre es un drama psicológico que indaga en temas como la pérdida, la culpa y el perdón. La película está dotada de un manejo magistral de la cámara, una dirección actoral impecable y una técnica portentosa del suspenso. Sorogoyen nunca deja de sorprender y nunca da al público lo que quiere, creando una montaña rusa de emociones. De naturaleza enigmática, él juega continuamente con nuestras expectativas. Un misterio sin resolver que se convierte en una historia de amor entre una madre que perdió a su hijo y un adolescente que está separándose emocionalmente de su propia madre: ambos, por un instante, encuentran refugio de su dolor al crear una burbuja de amor inquebrantable.

Para esta película Sorogoyen retoma el cortometraje del mismo nombre que fue nominado a los premios Oscar en 2019 en la categoría de Mejor Cortometraje.

—Thalasso (Guillaume Nicloux, Francia, 2019)

En la línea de la comedia, Thalasso (2019) de Guillaume Nicloux continúa con la secuela de El secuestro de Michel Houellebecq (2014), donde el escritor francés —quien actúa una versión exagerada de sí mismo— termina por hacerse amigo de sus secuestradores. En Thalasso, el director muestra a un Houellebecq más viejo y cansado que decide pasar por los rituales modernos de un spa de rehabilitación, aunque reticente a dejar sus viejos hábitos de fumar y tomar alcohol. En el spa se encuentra con Gérard Depardieu —quien también actúa una versión exaltada de sí mismo—; él también está en rehabilitación y, como agente caótico, puede conseguir a escondidas el alcohol y los cigarrillos que ambos necesitan. El absurdo se acentúa a la par de los temas que pueden tocar a profundidad los personajes, creando un dúo cómico capaz de reírse no solo de sí mismos y de sus defectos, sino de la sociedad para la cual actúan.

Puede que guste o no, pero nadie puede negar que Houellebecq es uno de los escritores más influyentes de nuestro tiempo. Desde su primera novela, Ampliación del campo de batalla, publicada en 1994, sus obras se ha se han caracterizado por retratar la eterna soledad y el fracaso colectivo, entre otros temas desolados como pueden ser los centros comerciales. Filmada casi como un documental, Thalasso oscila entre lo absurdo y lo triste, lo tedioso y la farsa. Si logras adentrarte en el espíritu de Houellebecq, conseguirás reírte hasta sacar las lágrimas.

—Birds Island (Sergio Da Costa y Maya Kosa, Suiza, 2019)

Birds Island es la segunda película en la que Sergio Da Costa y Maya Kosa trabajan juntos para mostrar que, en la cotidianidad, existe el encanto de lo surreal y lo poético. El filme sigue la historia de Antonin en el Centro para la Rehabilitación Ornitológica en Ginebra, donde aves rescatadas se encuentran en recuperación, así como algunas personas que buscan otro sentido a su existencia. Algunos de los documentales más vibrantes de nuestros tiempos son aquellos que logran retratar y separar, la ficción de la realidad o de la no-ficción, y en este caso Da Cosa y Koss lo logran de una manera exquisita.

La sensación de que estás viendo una especia de «fábula ecológica» la da el formato cuadrado con la que escogieron filmar. El formato —que «evoca la arquitectura de la zona» le da un feel casi vintage a la película que permite retratar a los animales en espacios cuadrados: en un ambiente que no es natural para ellos. «No queríamos hacer una película sobre ornitología —dicen los directores— sino poner un punto en el renglón de que Suiza ha perdido el 60 por ciento de sus especies de aves en los últimos 30 años». Este aspecto ecológico del documental está presente casi como un misterio presente por el que pasan las aves en aquel país y por el mundo entero; y las heridas representan lo amenazante que se ha vuelto para ellos vivir en un mundo hostil donde es difícil sobrevivir.

—Babyteeth (Shannon Murphy, Australia, 2019)

Babyteeth es la ópera prima de la directora australiana Shannon Murphy, en la que cuenta cómo Milla —una chica de 16 años con una enfermedad terminal— se enamora de Moses, un vendedor de drogas de 23. Por supuesto que los bien acomodados padres de Milla no están contentos con la relación y surgen las preguntas alrededor de la libertad y la pérdida. El difícil paso a una madurez prematura pone a prueba las dinámicas familiares. La película retrata una sociedad tóxica similar a todas las clases medias de nuestros tiempos. A manera de un kamikaze, Milla nos atrapa en este coming of age, con un tono o sabor diferentes. La directora trata de manera abierta temas importantes y reales que son considerados tabúes en nuestras sociedades.

Fotografiada por Andrew Commies de manera brillante, la película está llena de colores expresivos, a veces saturados, logrando tonos inusuales como el turquesa del agua purificada con cloro, o una piel iluminada con un color naranja, casi sucio; o una peluca de colores que brilla evocando una especie de iluminación divina.

Un coming of age donde una adolescente de 16 años intenta vivir el amor por primera y ultima vez, en medio de una batalla por conseguir la salud, dentro de un mundo tóxico y de amores disfuncionales. La actuación de Eliza Scanlen es absolutamente fabulosa, enternecedora, brillante y con momentos mágicos.

—Diego Maradona (Asif Kapadia, Reino Unido, 2019)

Retratar la vida de una celebridad es un doble filo que Asif Kapadia logró sortear de la mejor manera con su documental Diego Maradona, que muestra el destino de uno de los jugadores de futbol más importantes, reclutado por el equipo de Nápoles, donde los excesos, fiestas y debates morales muestran el carácter del jugador en un retrato que raya en la épica. 

La historia se construye con más de 500 horas de material inédito, a partir del archivo personal del mismo Maradona. Bajo una mirada casi académica, Asif hace una investigación profunda del personaje. Al igual que en filmes anteriores como Senna (2010) y Amy (2015), en este documental Kapadia muestra su habilidad para reconstruir la vida del protagonista y presentarnos su camino hacia la fama, así como un panorama de la carrera del futbolista, quien fue elevado a la imagen de un dios. La película muestra cómo la construcción y destrucción de esta imagen estuvo controlada por la Camorra, mientras Maradona se divertía: «Yo pensaba que estaba viviendo dentro de una película», dice el futbolista.

Un documental con una mirada casi académica. Narrado desde la ficción y la no-ficción, se puede discernir entre las dos perspectivas, al igual que la dualidad en la que Maradona vivió toda su vida. «Con Diego iría a todos lados, con Maradona a ninguno».

—La hija de un ladrón (Belén Funes, España, 2019)

La hija de un ladrón, ópera prima de Belén Funes, cuenta el drama social de Sara. Sara tiene 22 años y es madre de un bebé de seis meses. Además, su padre, quien acaba de salir de la cárcel, tiene un hijo con una madre magrebí que permanece ausente durante la película.

Sara, junto a su hermano y el padre de su hijo, tratan de construir su vida dentro de la parte marginal de Barcelona, en una suerte de orfandad. A Sara no la ha cuidado nadie, tiene 22 años y un bebé. No tiene dinero, no tiene trabajo, no tiene educación. Lo único que tiene son los deseos profundos de sacar adelante a su familia. El único impedimento será Manuel, su padre que reaparece tras varios años en la cárcel. Eduardo Fernández y Greta Fernández protagonizan esta película (padre e hija en la vida real). Drama austero que logra retratar casi a la perfección, la relación de poder y amor entre un padre y una hija, y cómo a veces son nuestros propios padres los que nos ponen los peores obstáculos para lograr nuestros sueños.