Melanie Smith ha desarrollado diferentes proyectos interdisciplinarios en México desde 1989, en los que la producción de imágenes se entrecruza con el lenguaje cinematográfico y performático para ofrecer una aproximación crítica a las tensiones políticas y económicas surgidas, a nivel global, durante las últimas décadas del siglo XX.

Actualmente, Smith presenta Farsa y Artificio en el Museo Amparo: una exposición organizada en colaboración con el MACBA y el MUAC. Curada por Tanya Barson y Alejandra Labastida, la muestra reúne algunas de las piezas más relevantes en el cuerpo de trabajo de la artista, en las que hay referencias a la historia del arte que permiten elaborar nuevas preguntas sobre cómo se difunden y consumen las imágenes hoy en día.

Vista de sala de la exposición Farsa y artificio de Melanie Smith. Cortesía del Museo Amparo.

Farsa y artificio presenta más de 120 obras, realizadas en diferentes técnicas y disciplinas, como el video, la escultura, la pintura y la instalación, por mencionar algunas, distribuidas en las salas del Amparo y el MUAC. A pesar de esto, el proyecto expositivo fue concebido como uno mismo, y para lograr su integración se colocaron una serie de videocámaras y mirillas en los dos recintos, que presentan lo que sucede en tiempo real entre ellos.

Vista de sala de la exposición Farsa y artificio de Melanie Smith. Cortesía del Museo Amparo.

Proveniente de Reino Unido, Smith llegó a México en un momento donde el país estaba atravesando un proceso de globalización, lo cual desencadenó nuevas políticas de corte neoliberal y una distribución acelerada de mercancías y producciones audiovisuales ajenas al contexto cultural mexicano. Esto permitió a la artista, darle continuidad a algunas de sus ideas, gestadas en las tensiones político-económicas británicas de la época, sobre la industrialización y su impacto en los proceso de colonización, representación nacional y la ecología.

Si bien los proyectos de Smith siguen una línea discursiva general, las figuras, actos filmados y objetos que conforman cada pieza aluden a una situación geográfica específica. Un ejemplo de esto son algunas piezas que se pueden ver en Estadio Azteca (2010): un video filmado en un estadio de futbol de México que contó con la participación de 3 000 personas, quienes elaboraron y sostuvieron distintas cartulinas para conformar imágenes —visibles a la distancia— de artesanías prehispánicas, obras de arte mexicano e iconos del deporte, con el propósito de alentar una reflexión sobre cómo se ha conformado la identidad nacional a través de una política de Estado y la cultura popular.

Otro proyecto donde los choques entre la situación de un país y la dinámica económica global quedan expuestos es Exuberancia naranja (1995), en el que Smith elabora instalaciones con varios objetos de color anaranjado, principalmente productos extranjeros de plástico introducidos en el mercado mexicano a mediados de la década de 1990. Los ensamblajes de esta serie funcionan como símbolos de la saturación de mercancías desechables, diseñadas y fabricadas en masa y a un bajo costo.

Melanie Smith, de la serie Exuberancia naranja , 1995. Cortesía del Museo Amparo.

Además de los proyectos que han forjado la trayectoria de Smith, la exposición incluye algunas piezas derivadas de los nuevos intereses de la artista sobre la distancia como un concepto indisociable de la representación a través del video y las tecnologías, tales como Fordlandia (2014), filmado en el desierto de Atacama y la selva amazónica,  Skype (2016) y María Elena (2018).

Farsa y artificio estará abierta hasta el 7 de octubre de 2019 en el Museo Amparo.