Rashid Johnson (Chicago, 1977) es un artista estadounidense que ha destacado en las últimas décadas por la forma en la que, a través de distintos medios y técnicas, explora el legado afrodescendiente en Estados Unidos, tomando en consideración las cuestiones relacionadas con el racismo y la esclavitud presentes en la historia del país.

Su trabajo ha sido expuesto en algunos de los museos más importantes de Estados Unidos, como el Museo de Whitney, el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago y en eventos de talla internacional como la Bienal de Venecia.

El 27 de julio Johnson inaugurará su primera exposición individual en México, en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo, con el título Los senderistas. En esta exposición el artista expandirá el diálogo sobre el racismo para incluir temas sobre la colonización y otros problemas a los que la comunidad inmigrante se enfrenta.

A continuación revisamos algunos de los proyectos que Rashid Johnson ha realizado a través de los años, indispensables para comprender su proceso creativo.

—Autorretratos

Si bien la condición racial de Johnson no determina la complejidad de su cuerpo de trabajo, el artista ha reflexionado sobre las implicaciones históricas y políticas de ello a lo largo de sus proyectos.

Esto ha tenido un papel especial en los autorretratos, donde Johnson se representa en distintas situaciones. Ya sea en un plano frontal completamente desnudo o como un profesor de astronomía, Johnson cuestiona de qué forma la comunidad negra está participando en la sociedad estadounidense, cómo son revisadas sus luchas políticas y de qué forma se está valorando la herencia cultura africana fuera de su contexto.

Rashid Johnson, Self Portrait as the Professor of Astronomy…, 2008. Tomada de Christie’s.

—Espejos 

En la última década, Rashid Johnson ha mezclado algunos recursos de la instalación con el lenguaje pictórico en una serie de piezas que, si bien no han sido trabajadas como una serie definida, es posible asociar por los objetos empleados. Por ejemplo, piezas como Kiss Yourself (2018), Falling Man (2016) Pound-For-Pound (2011) destacan por el uso de espejos, manchados con pintura negra, así como repisas donde el artista colocó objetos relacionados con la historia de África y las luchas contra la esclavitud y el racismo en Estados Unidos.

El empleo de espejos como soportes, en palabras del artista para una entrevista con Art21, atiende a un juego de deconstrucción y construcción, en el que el público pueda reconocerse en y como parte del objeto, en una imagen que en cada momento es distinta por la presencia de la persona que se posiciona frente a la pieza-espejo. A la vez, con el contexto que construyen los objetos colocados en la pieza, las piezas le permiten al público «insertarse» de manera visual en una narrativa histórica construida desde el arte.

Rashid Johnson, Long Distance, 2010. Tomada de NYC Untitled.

—Serie: Cosmic Slop (2000-)

Las pinturas que conforman la serie Cosmic Slop destacan por dos razones: la afinidad que mantienen con el lenguaje pictórico del expresionismo abstracto y por la incorporación de materiales ajenos a la pintura.

En cada cuadro, Johnson emplea una mezcla de jabón negro, cera y manteca de karité como medio para pintar composiciones llenas de trazos gestuales, cuyas diferencias apenas son perceptibles por los juegos de luces y sombras en la textura del soporte.

Los materiales seleccionados por el artista no solo son relevantes por sus posibilidades plásticas en sí mismas, sino por su procedencia: la grasa de karité  es un producto que ha sido utilizado durante generaciones en África occidental tanto para la cocina como para el cuidado personal y Johnson emplea de forma recurrente en otros trabajos.

De esta forma, al incluir esta materia en su trabajo, Johnson también introduce una nueva narrativa en la historia de esta disciplina, mayoritariamente producida y estudiada desde una perspectiva eurocentrista.

Rashid Johnson, Root, de la serie Cosmic Slop, 2015. Tomada de Paddle8.

—Provocations (2017-)

Algunas de las piezas de Johnson que más han captado la atención del público en museos y bienales son las instalaciones de la serie Provocations, conformadas por vegetación, estructuras metálicas reticulares, video, música, luces de neón y una serie de objetos colocados en ellas, como libros y esculturas hechas con manteca de karité.

Gran parte de las referencias que permean a las piezas de esta serie provienen de las vivencias de Johnson, quien fue criado en una familia de afrodescendientes que mantuvo ciertas costumbres, ideas y el uso de algunos materiales en su vida diaria en Estados Unidos.

Johnson ha realizado diferentes versiones a lo largo de su carrera con estos elementos, que varían en el tamaño y cantidad de objetos, pero su trabajo más ambicioso sobre esta línea es Antoine’s Organ (2016): una instalación que incorpora todos los recursos para representar a la población africana como una diáspora que ha nutrido a las culturas alrededor del mundo.

—Untitled Mask Collage (2017-)

A lo largo de la historia, la representación de distintas culturas por parte de los países colonizadores ha estado cargada de una cualidad exótica, asociada con valores primitivos o con la idea de una «naturaleza verdadera», gestada lejos de los entornos urbanos. En su serie Untitled Mask Collage, Rashid Johnson busca romper con los esquemas que, de una forma u otra, perpetúan estos juicios.

Para lograrlo, el artista mezcla motivos africanos con estampados de vegetación en tonalidades afines al arte pop e incorpora manchas de color negro. Así, la imagen colorida y hedonista queda anulada para que el público pueda centrar la atención en la materialidad de la pintura que, como sucede en la serie Cosmic Slop, representa una nueva valoración histórica de los afrodescendientes en el arte.

Rashid Johnson, Waves, 2016. Tomada de The Architect’s Newspaper.

—Native son (2019)

La primera incursión de Rashid Johnson en el cine llega por medio de una historia del novelista Richard Wright. Ambientada en la década de 1940, la novela ha sido trasladada al Chicago contemporáneo gracias a un guión de Suzan Lori-Parks, ganadora del Pulitezer por Topdog/Underdog.

La cinta cuenta la historia de Big, un joven punk afrodescendienta que vive con su familia, y que busca mejorar su vida mediante un trabajo como chofer para una familia blanca; y sirve para insistir sobre temas comunes a la obra del artista como el racismo, el sexo y la política.

Aunque anteriormente Rashid dirigió una pieza teatral — Dutch, una obra escrita en 1964 por LeRoy Jones, que se presentó como parte del festival Performa 13 (2013)—, ésta es su primera incursión como director de cine.

La película puede verse en HBO.