El Museo Tamayo presenta Una visión otra: Groupe de Recherche d’Art Visuel, 1960-1968, exposición que reúne piezas de los artistas que durante la década de los sesenta conformaron el Grupo de Investigación de Arte Visual (GRAV por sus siglas en francés), una iniciativa artística que buscaba romper con los paradigmas del arte institucional, desmitificar el rol del artista, denunciar el elitismo del arte y transformar la relación entre la obra y el público.

Sus integrantes —Horacio García Rossi, Julio Le Parc, François Morellet, Francisco Sobrino, Joël Stein y Jean-Pierre Vasarely-Yvaral— experimentaron con nuevas formas de representación artística basadas en el movimiento, la luz, la mecánica y los efectos ópticos, lo que dio como resultado un arte lúdico e interactivo, en donde el espectador tenía el mayor protagonismo por ser quien activaba las piezas.

La exposición revisa las obras del grupo que forman parte de la colección del museo para explorar su espíritu experimental, sus investigaciones teóricas y prácticas, su oposición al arte convencional y su importancia tanto en la historia del arte como en la contemporaneidad. La curadora, Andrea Torreblanca, menciona: “No sólo se trata de recuperar estos grupos y estos momentos históricos, sino la posibilidad de trabajar en comunidad y regresar a esa utopía de los sesenta de que todo puede funcionar en colectivo”.

La muestra se divide en tres ejes temáticos: Una visión otra: la inestabilidad, en donde se aborda la realidad inestable creada a partir del uso de materiales industriales como plexiglás, neón, plástico, láser y motores, entre otros; Une journée dans la rue (un día en la calle), que recuerda las acciones e intervenciones públicas realizadas por el grupo en las calles de París el 19 de abril de 1966, con lo que buscaron confrontar el arte con el espectador y sacar las obras de las instituciones; y Salle de jeux (sala de juegos), un experimento colectivo que se presentó por vez primera en la Bienal de París de 1965, que consistía en el diseño de diversos mecanismos realizados por cada artista, cuyo objetivo era trascender el rol contemplativo del público, al requerir de su interacción —sin ningún tipo de reglas— para accionar las obras y crear así nuevas experiencias sensoriales.

Una visión otra: Groupe de la Recherche d’Arte Visuel estará abierta al público hasta el 16 de febrero de 2014.

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Recuperamos fragmentos de propuestas del grupo y de su manifiesto «Basta de mistificaciones«, de 1963:

“¿Somos investigadores? ¿Somos aún artistas? ¿Cuál debería ser nuestra relación con las galerías y los museos?»

«El arte actual no es más que un bluf formidable. Una mistificación interesada de modo diverso alrededor de un hacer simple que llamamos “creación artística”. El divorcio entre esa “creación artística” y el gran público es una realidad evidente. El público está a mil kilómetros de las manifestaciones artísticas, incluso de aquellas que se dicen avant-garde. […] Queremos hacer salir al espectador de su dependencia apática que lo hace aceptar de manera pasiva no solamente lo que le es impuesto como arte, sino todo un sistema de vida.»

«Consideramos al espectador como un ser capaz de reaccionar. […] Proponemos involucrarlo en una acción que desencadene sus cualidades positivas en un clima de comunicación y de interacción. Nuestro laberinto no es más que una primera experiencia deliberadamente dirigida hacia la eliminación de la distancia que hay entre el espectador y la obra. Entre más desaparezca esa distancia, más desaparece el interés de la obra en sí misma y la importancia de la personalidad de su realizador. Y, junto con eso, la importancia de toda superestructura alrededor de la “creación” que es la ley actualmente en el arte.»

«Queremos interesar al espectador, hacerlo salir de sus inhibiciones, descontraerlo.
Queremos hacerlo participar.
Queremos colocarlo en una situación que él desencadene y transforme.
Queremos que sea consciente de su participación.
Queremos que se oriente hacia una interacción con otros espectadores.
Queremos desarrollar en el espectador una fuerte capacidad de percepción y de acción.»

«Un espectador consciente de su poder de acción y cansado de tantos abusos y mistificaciones podrá hacer él mismo la verdadera revolución en el arte. Pondrá en práctica las consignas:
Prohibición de no participar
Prohibición de no tocar
Prohibición de no romper»

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[10 de septiembre de 2013]