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Vistas de instalación CHTO DELAT. Cuando pensamos que teníamos todas las respuestas, la vida cambió las preguntas. Museo Universitario Arte Contemporáneo, MUAC/UNAM, 2017. Fotografías Oliver Santana.

Recordando colocar el cuerpo en el espacio público

Opinión 18.08.2020

Ethel Betsaida Ramos Torres

Ethel Betsaida Ramos Torres reflexiona sobre el arte político y el espacio público a través de la obra de algunos colectivos de arte.

Dentro del contexto actual, en el que el aislamiento se ha convertido en una condición fundamental para la subsistencia, la ocupación del espacio público se ha transformado en una fantasía. Aquel lugar donde los cuerpos interactúan, afectando y siendo afectados por otros cuerpos presentes, se ha vuelto inoperante. Sin embargo, una vez que las condiciones lo permitan y podamos regresar al espacio público, tendremos que que pensar en cómo reconstruir nuestra vida colectiva como elemento fundamental para las nuevas condiciones socioculturales pues, como señala Judith Butler, «si el cuerpo fuera por definición activo –siempre autoconstituyente, nunca constituido–, entonces no habría necesidad de luchar por las condiciones que le permitan al cuerpo su libre actividad en nombre de la justicia social y económica».[1]

Para reflexionar sobre la importancia que tiene la activación del espacio público en el arte, resulta pertinente recordar trabajos como el de los colectivos Etcétera, de Argentina, o Chto Delat, de Rusia, quienes por medio de su práctica artística activan continuamente la ocupación de las calles. El trabajo de estos grupos se configura como un arte crítico a través del que, siguiendo los postulados de Chantal Mouffe, forman un disenso que hace visible lo que el consenso borra y oscurece, y buscan dar voz a los que no la tienen dentro la hegemonía.[2]

El colectivo Etcétera «nació como respuesta a un momento político determinado. Surgió por una necesidad inconsciente de forjar una identidad generacional y como reacción ante esa cultura invadida por las reglas del neoliberalismo tan fuertemente acentuado durante la década de los 90.”[3] Desde sus inicios este colectivo comenzó a entrecruzar el arte y la política de manera activa. A finales de la década de 1990 estableció relación con la agrupación H.I.J.O.S. (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio), junto a la cual comenzaron a realizar escraches a los responsables de los crímenes cometidos durante la dictadura argentina, poniendo en práctica acciones como el teatro callejero y la activación de «bombas de pintura», con lo que buscaban construir un lugar de lucha por la memoria y la justicia dentro del espacio social.

En 2005, en el marco de la IV Cumbre de las Américas llevada a cabo en Buenos Aires, y con el descontento que ocasionaba la visita de George Bush al territorio porteño, surgió el movimiento denominado la Internacional Errorista. Después de un par de acciones en la ciudad, los integrantes de Etcétera se congregaron en la playa de Río de la Plata para realizar una acción que se convertiría en el mito de su fundación. Vestidos de negro, con los rostros cubiertos y armados con armas simbólicas: metralletas, rifles y bayonetas hechos de cartón pintado en blanco y negro y con una bandera roja en la punta que decía ¡Bang!, realizaron la representación de un desembarque. En medio de esta acción un avión sobrevoló la playa y los erroristas comenzaron a apuntarle con sus armas; este hecho, en medio de una ciudad con un enorme desplegado policiaco debido al evento que tendría lugar, les ocasionó problemas con las autoridades, quienes aseguraban que en el avión al que apuntaban se encontraba Bush. Este error los hizo conscientes del poder simbólico de su acción.

Manifestación de la Internacinal Errorista. Imagen tomada de http://proyectoidis.org/

 

El errorismo plantea una relectura del terrorismo a través del humor y postula el error como acierto y conocimiento. Dicho postulado lo había declarado desde otro territorio geográfico y de pensamiento, casi 40 años antes, Jacques Derrida, quien vio en la falta presente en el lenguaje, mediante la diferencia (différance) entre lo fonético y lo escrito, la condición de sentido entre lo sensible y lo inteligible.[4] A partir de la construcción de estas dialécticas Didi-Huberman retomó lo dicho por Derrida y vio en la différance la posibilidad para corregir la falsa oposición entre presencia y ausencia, y aún más importante, entre lo visible y lo invisible que conforma la visualidad.[5] Esta visualidad, que se manifiesta en los cuerpos en acción, posibilita que el trabajo de Etcétera adquiera una potencia discursiva en la que el arte y la política se mezclan, haciendo de la reunión de cuerpos una manifestación del error como medio para la emancipación en un tiempo en el que se hace necesario construir espacios de disidencia.

Esta postura los ha llevado a coincidir con otros artistas que comparten el interés en el arte político, como es el caso del colectivo Chto Delat,[6] que ha trabajado desde el 2003 en la conformación de un proyecto que tiene como líneas de acción la colectividad, la pedagogía crítica y el reconocimiento del internacionalismo como proceso para entender las constelaciones locales como parte de las luchas globales. Este colectivo busca reactivar la memoria histórica recurriendo a las ideas revolucionarias del pasado, para así abrir una posibilidad para la rebeldía y la disidencia del presente frente al contexto actual.

 

En 2017 Chto Delat llevó a cabo dos proyectos: Cuando pensamos que teníamos todas las respuestas, la vida cambió las preguntas, expuesto en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo en la Ciudad de México; y La nueva calle sin salida. La escuela de verano de orientación lenta en el zapatismo, realizado en San Petersburgo en la Escuela de Arte Comprometido. Para realizar estos proyectos viajaron a San Cristóbal de las Casas, donde se encontraron con las comunidades zapatistas con el interés de comprender los procesos que ocurren hoy en día al interior de ellas, reconociendo al EZLN como movimiento fundamental para la configuración del pensamiento izquierdista ruso del siglo XXI.

Sin embargo, es importante recordar que, a pesar del reconocimiento internacional que ha tenido el movimiento zapatista, su lucha surgió de la oscuridad buscando alumbrar a los cuerpos marginados y hacerlos visibles, tal como lo manifestaron la IV Declaración de la Selva Lacandona:

Nosotros nacimos de la noche. En ella vivimos. Moriremos en ella. Pero la luz será mañana para los más, para todos aquellos que hoy lloran la noche, para quienes se niega el día, para quienes es regalo la muerte, para quienes está prohibida la vida. Para todos la luz. Para todos todo. Para nosotros el dolor y la angustia, para nosotros la alegre rebeldía, para nosotros el futuro negado, para nosotros la dignidad insurrecta. Para nosotros nada.[7]

EZLN

Chto Delat, Cuando pensamos que teníamos todas las respuestas, la vida cambió las preguntas. Cortesía MUAC.

Estas palabras del EZLN resuenan, en términos de Didi-Huberman, como imagen luciérnaga en las que «no se trata ni más ni menos que de repensar nuestro propio ‘principio esperanza’ a través de la manera en que el Antes reencuentra al Ahora para formas un resplandor, un relampagueo, una constelación en la que se libera alguna forma para nuestro propio Futuro».[8] De esta manera, la lucha de los zapatistas al igual que la de las víctimas de la dictadura argentina, convertidas en imágenes luciérnaga, se entrecruzan en los mismos tiempos y espacios, debido a que comparten el mismo «principio esperanza» y actúan en consecuencia.

Por tal motivo, podemos afirmar que la importancia del trabajo de los colectivos Etcétera y Chto Delat radica en que, a través del paso de lo inteligible a lo sensible, sus acciones construyen poéticas que trascienden lo visible, ya que la articulación de su trabajo abre la posibilidad para experimentar «otra manera de ver, de hablar, de pensar, de escuchar (y) de moverse en el espacio»[9], que son, finalmente, parte de los objetivos que persigue el arte político.

[1] Judith Butler, «Nosotros, el pueblo. Apuntes sobre la libertad de reunión» en ¿Qué es un pueblo?, Alain Badiou et al. (Buenos Aires: Eterna Cadencia, 2014), 66.

[2] Chantal Mouffe, Prácticas artísticas y democracia agonística, (Barcelona: Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, 2007), 67

[3] Colectivo Etcétera, «Colectivo Etcétera…» en De gente común. Prácticas estéticas y rebeldía social, Lorena Méndez, Brian Whiteiner, Fernando Fuentes (eds.), (México: Fundación Júmex – UACM, 2013), 62.

[4] Derrida, Jacques. «La diferencia», Santiago de Chile: Escuela de Filosofía Universidad ARCIS, acceso el 20 de mayo de 2019,  http://www.philosophia.cl/biblioteca/Derrida/La%20Diferencia.pdf.

[5] George Didi Huberman, Lo que vemos, lo que nos mira, (Buenos Aires: Manantial, 1997), 138.

[6] En 2011 Chto Delat invitó a Etcétera a trabajar en un proyecto de exposiciones continuadas para llevarse a cabo en el Smart Project Space de Ámsterdam. Para ello el colectivo ruso, invitado originalmente por la galería para hacer una muestra de su trabajo, compartió el presupuesto y el tiempo de exhibición con el grupo argentino para realizar exposiciones que dialogaran entre sí.

[7] Comité Clandestino Revolucionario Indígena, Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, «Cuarta Declaración de la Selva Lacandona», 1 de enero de 1996, acceso el 23 de mayo de 2019, http://enlacezapatista.ezln.org.mx/1996/01/01/cuarta-declaracion-de-la-selva-lacandona.

[8] George Didi-Huberman, Supervivencia de las luciérnagas, (Madrid: Abada, 2012), 46.

[9] George Didi-Huberman, Falenas, 148.

Ethel Betsaida Ramos Torres

Es egresada de la licenciatura en Artes Visuales, con Especialidad y la Maestría en Historia del Arte por la UNAM. Ha realizado estancias de investigación en el Kunstmuseum Bonn y en la Universidad de Barcelona. Se ha desempeñado como profesora en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, en el Colegio de Dibujo y Modelado de la Escuela Nacional Preparatoria de la UNAM y en escuelas privadas. Ha trabajado en proyectos de pintura escénica para la Compañía Nacional de Teatro y para Teatro UNAM, y ha colaborado en el Departamento de Servicios Educativos del Museo del Palacio de Bellas Artes. Entre sus exposiciones colectivas más recientes se encuentran México de punta apunta», en la Galería Aguafuerte (CDMX); Experiencia y Vanguardia, en el MUCA Campus, y Memories Written in Verse en el Bath House Cultural Center (TX).

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Chto Delat, Cuando pensamos que teníamos todas las respuestas, la vida cambió las preguntas. Cortesía MUAC.