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Ai Weiwei, 2012. Foto:: © Ai Weiwei Studio. Cortesía del MUAC.

Ai Weiwei en México: Su expo en el MUAC y otras piezas fundamentales

Lista 27.03.2019

El próximo 13 de abril, el MUAC inagurarará la exposición del reconocido artista Ai Weiwei. Recuperamos sus piezas más significativas.

El 13 de abril, y para celebrar el décimo aniversario del MUAC, se inaugura Restablecer memorias, del artista Ai Weiwei (Pekín, 1957), quien actualmente es considerado como uno de los creadores más importantes a nivel mundial.

Un día anterior, el 12 de abril a las 11:00 h, habrá una conferencia con el artista. Los registros se agotaron rápidamente, pero la conferencia será transmitida por TVUNAM.  

Para esta exposición, curada por Cuauhtémoc Medina en colaboración con Virginia Roy, el artista explora la inquietud que representa la destrucción del patrimonio cultural y nuestra relación con los ancestros; y revisa momentos de trauma que se han experimentado en China y México, apelando a la configuración de la memoria social.

Con motivo de esta muestra, presentamos una revisión al trabajo del artista, quien se caracteriza por utilizar el arte como plataforma para reflexionar sobre las condiciones políticas contemporáneas.

El compromiso del artista con la denuncia y la defensa de los derechos humanos ha sido un motivo constante de discrepancias con el gobierno de su natal China. En 2011 fue detenido en el aeropuerto internacional de Pekín y fue arrestado durante 81 días; en 2018, su estudio en Pekín fue demolido sin previo aviso, dañando gran parte de sus piezas. Estos y otros altercados, lejos de representar un impedimento para continuar con su labor, han sido motivos para desarrollar nuevos proyectos.

 

Trace (2019)

La pieza que Ai Weiwei hizo para el MUAC retrata a los desaparecidos de Ayotzinapa.

Foto tomada del Instagram del artista @aiww.

Trace comenzó como un proyecto de exhibición para la prisión de Alcatraz, en el que Ai Weiwei mostró 176 retratos de activistas de todo el mundo —quienes han sido encarcelados o exiliados de manera injustificada— hechos a partir de piezas de Lego. La elección de estos objetos para construir la imagen viene de una reflexión de Ai en la que cada bloque simboliza el poder individual «para conformar un movimiento».[1]

Por sí mismas, las piezas de Trace ya contaban con una cualidad política incómoda, pero adquirieron una nueva connotación cuando la empresa Lego se negó a venderle al artista un lote de piezas para realizar nuevamente el proyecto en la National Gallery de Victoria, bajo el argumento de que «no podían aprobar el uso de Legos para trabajos políticos». [2]Ante esta situación, miles de seguidores de Ai alrededor del mundo hicieron tendencia el hashtag #LegosforWeiwei, con el fin de juntar todos los bloques que el artista requería. Al respecto, Ai Weiwei —en su cuenta de Twitter— criticó la postura de la empresa al señalar que, con su justificación, «Lego está dándonos la definición de qué es lo político; todas las grandes corporaciones nos están diciendo que podemos amar u odiar».

Para la exposición en México, Ai Weiwei volverá a presentar Trace. Esta vez, según información del museo: «A través de un filme documental y una serie de retratos fabricados con piezas Lego, el artista explora las consecuencias personales y sociales de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. El proyecto apuesta por la construcción de la memoria como lazo invisible que nos liga con los ancestros y traza un deber hacia las generaciones que nos suceden».

 

Soleil Levant (2017)

Edificio con salvavidas en las ventanas. Ai Weiwei obras.

Ai Weiwei, Soleil Levant, 2017. Tomada de Air Freshener.

Para su exposición en Dinamarca en el 2017, Ai Weiwei hizo énfasis en la crisis de refugiados que llegan a la isla griega de Lesbos, provenientes de distintas partes de Asia y Europa, en busca de asilo y ayuda. Esta situación ha sido ampliamente seguida por la prensa internacional 2015, cuyas imágenes más frecuentes han mostrado cúmulos de chalecos salvavidas de color naranja en las playas, donde son abandonados por los inmigrantes. Poco más de 8 000 personas han perecido en el viaje por el Mar Egeo.

El proyecto Soleil Levant estuvo compuesto por cientos de chalecos salvavidas apilados en las ventanas del Kunsthal Charlottenborg y la intención es simple pero contundente: hacer un llamado a la movilización política para exigir una solución al éxodo, el cual ya no puede ser contenido por las instituciones ni los gobiernos y se está desbordando ante nuestra mirada —tal y como lo hacen las barricadas de flotadores que colocó el artista.

El título del proyecto proviene de una pintura del impresionista Claude Monet de 1872, en la que representa —con su característico estilo— el puerto de Le Havre a finales de la guerra franco-prusiana que ocurrió entre 1870 y 1871.[3]

 

WeiweiCam (2012)

En 2011, Ai Weiwei fue detenido por oficiales chinos en el aeropuerto de Beijing, cuando se disponía a viajar a Hong Kong, por presuntos «delitos económicos». Tras su liberación en junio del mismo año, Ai no realizó ninguna declaración al respecto, pero exactamente un año después de su arresto comenzó el proyecto WeiweiCam que, a grandes rasgos, consistió en la instalación de cuatro cámaras de videovigilancia en su casa de Beijing con el propósito de transmitir su vida diaria durante 81 días, como una crítica al control exacerbado que el gobierno chino ha ejercido en las expresiones creativas.

En entrevista, Ai comentó que al menos quince cámaras de videovigilancia rodean su casa en Beijing, siendo éste uno de los puntos más vigilados en toda la ciudad. [4]

Desde el trabajo en su estudio hasta la forma en la que duerme, Ai compartió todo a través del sitio weiweicam.com, sin embargo, tan solo 46 horas después de que el sitio estuviera al aire, el gobierno chino solicitó el cese de la transmisión. Durante ese periodo, la página contó más de 5.2 millones de vistas.

 

Remembrance (2012)

En abril de 2010, Ai Weiwei empezó una campaña en Twitter para conmemorar a los estudiantes que fallecieron en el terremoto de Sichuan en 2008. Alrededor de 3 500 usuarios de la red social colaboraron enviando grabaciones en las mencionaban los nombres de 5 205 víctimas del siniestro.

De esta participación surgió Remembrance: una pieza sonora que condensa el sentir colectivo por la pérdida de un gran número de vidas.

La información para realizar esta obra provino del proyecto Citizens’ Investigation (2008) en el que Ai, gracias a la colaboración de cientos de habitantes chinos, indagó en la opacidad de la información brindada por el gobierno de China sobre los estragos causados por el terremoto, como el número de decesos, nombres e información relacionada con los permisos de construcción de las escuelas construidas por el departamento de educación de China, lo que reveló varios actos de corrupción e irregularidades en los proyectos.

Los datos recabados por la iniciativa independiente fueron condensados en un apartado del blog del artista el cual captó mucha atención y, luego de persecuciones y arrestos de algunos miembros del equipo de investigación, fue cerrado definitivamente en 2009; sin embargo, la información circuló en distintos medios de talla internacional.

 

World Map (2006-2009)

Mapa hecho de algodón. Ai Weiwei obras.

Ai Weiwei, World Map, 2006-2009. Tomada de Pinterest.

Las condiciones laborales en China en el sector industrial han sido ampliamente criticadas en distintas partes del mundo: las jornadas de trabajo semanales que alcanzan, en ocasiones, las 12 horas por un salario ínfimo hacen que la vida en ciudades sea incosteable para la clase trabajadora.

Si bien este es un caso extremo, la situación en países de África o América Latina también atraviesa por situaciones de precariedad en distintas áreas.

Al respecto, Ai Weiwei realizó World Map, una instalación que representa a todos los continentes del planeta, conformada por más de 2 000 capas de algodón manufacturadas en una lapso de 15 días, aproximadamente[5]. El resultado es un conglomerado blanco que supera el metro y medio que, a simple vista, asemeja al inventario del almacén de cualquier fábrica.

El trabajo intensivo detrás de la pieza —el cual involucró un equipo de siete personas trabajando arduamente para producir, todos a la vez, una capa de un centímetro de grosor— pretende ilustrar el estatus de China —ante los ojos de las grandes compañías— como un país con mano de obra barata en el ramo textil.

 

Semillas de girasol (2008)

La porcelana es uno de los materiales más importantes de la artesanía China. El desarrollo de la técnica milenaria fue practicada en otras partes del país, pero la región de Jingdezhen fue pionera en este campo y referente de maestría artesanal. Sin embargo, desde hace varias décadas, China atraviesa por un proceso político en el que la prioridad es la industrialización y, por ende, la fabricación de productos en masa. Esto sitúa a la sociedad y la cultura china en un momento muy particular pues, a la par de que el país crece económicamente, los saberes tradicionales quedan relegados.

Con esto como motivo y antecedente, Ai Weiwei preparó en 2008 una instalación para la Tate Modern que consistió en la producción —con cientos de artesanos de Jingdezhen—de más de 100 millones de semillas de girasol de porcelana, fabricadas con la más alta destreza técnica, al grado de que a simple vista era difícil saber si no se trataban de semillas auténticas.

La semilla de girasol tuvo un rol importante en la propaganda política china durante la década de 1960, en la que Mao Zedong era representado como el Sol y cada persona, leal al partido chino, como un girasol. Weiwei retomó el legado de los artesanos de porcelana y la antigua valoración de la semilla de girasol como símbolo de optimismo durante tiempos difíciles para crear un retrato de la sociedad china, en la que, sin importar el gobierno en turno, se ha mantenido unida con la presencia de todas y cada una de las personas.

 

—Estadio Nacional de Pekín (2008)

Estadio olímpico chino. Ai Weiwei obras.

Ai Weiwei + Herzog & de Meuron, Estadio Nacional de Pekín, 2008. Tomada de Wikipedia.

Como parte del plan para los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008, el gobierno chino construyó un nuevo estadio olímpico para albergar a más de 90 000 espectadores y comisionó a la firma de arquitectura suiza Herzog & de Meuron, quienes a su vez contactaron al artista Ai Weiwei para colaborar en el diseño.

Si bien el planteamiento detrás del Estadio Nacional de Pekín para los Juegos Olímpicos fue criticado por el mismo Ai Weiwei —quien en años posteriores se deslindó de cualquier relación con el proyecto por diferencias con la visión del gobierno de China— éste es uno de los ejemplos más llamativos de sus intereses como arquitecto, aunque como señaló en una entrevista en 2007 para The Guardian, odia el sentimiento generado por los proyectos del Estado: «Me disgustan profundamente todas las emociones que suscita la propaganda. Es apartarse de los hechos e inventarse algo para engañar a la gente e impedir todo debate auténtico».[6]

 

Estudio de perspectiva (1995-2017)

Dedo medio frente a un palacio chino. Ai Weiwei obras.

Ai Weiwei, Estudio de perspectiva, Tiananmen, 1995. Tomada de Public Delivery.

La serie fotográfica Estudio de perspectiva empezó en 1995 con un simple gesto de parte del artista: levantó el dedo medio frente a la Puerta de Tiananmén y fotografió la acción —en un proceso muy similar al trabajo del estadounidense Kenneth Josephson— como una forma muy sutil de mostrar su descontento por el la masacre de cientos de manifestantes, a manos del ejército chino, durante una protesta en la Plaza de Tiananmén en 1989. De acuerdo con información de Public Delivery, la aparición de esta imagen en cualquier medio de China está estrictamente prohibida. [7]

Más allá de la manifestación de descontento, el gesto se volvió una forma de enfatizar el legado represivo de ciertos espacios o de las personas asociadas a ellos. Algunos de los espacios que han aparecido en esta serie fotográfica de Ai Weiwei son la Casa Blanca de Estados Unidos, la Trump Tower, la Torre Eiffel o la Casa de Ópera de Sydney.

 

Tirando una urna de la Dinastía Han (1995)

Artistas soltando una jarra de cerámica. Ai Weiwei obras.

Ai Weiwei, Tirando una urna de la Dinastía Han, 1995. Tomada de Pinterest.

De vuelta a China en 1993, Ai mostró una gran actividad creativa, fundando el colectivo artístico Beijing East Village, editando publicaciones y produciendo piezas con las que cuestionó la apropiación de la herencia cultural milenaria del país asiático por parte de los gobiernos comunistas de mediados del siglo XX, con la que habían sustentado sus proyectos y manifestaciones ideológicas.

De estas reflexiones surgió Tirando una urna de la Dinastía Han: una secuencia de tres fotográficas en las que, como el título indica, se puede ver al artista —vestido con un traje de obrero—soltando un recipiente que, supuestamente, fue hecho en el periodo en el cual gobernó la dinastía Han —hace más de 2000 años—, un imperio que a menudo es citado como el precursor de una época de gran crecimiento económico y cultural.[8] Con esto, Ai propone una ruptura con la exotización de la historia de China para dar pie a una lectura crítica de la misma en el contexto actual, donde es imposible maquillar la realidad y la severidad del gobierno chino.

 

Urna de la dinastía Han con el logotipo de Coca-Cola pintado (1994-)

Jarra china con el logo de Coca-Cola. Ai Weiwei obras.

Ai Weiwei, Urna de la dinastía Han con el logotipo de Coca-Cola pintado, 1994-. Tomada de Pinterest.

Ai Weiwei estuvo en Estados Unidos, principalmente en Nueva York, de 1981 a principios de la década de 1990, periodo en el que conoció el trabajo de artistas como Marcel Duchamp, Andy Warhol y Jasper Johns. Derivado de su interés por ellos, produjo varias piezas conceptuales y convivió con la comunidad artística neoyorquina hasta su regreso a China a finales de 1993, debido a la enfermedad de su padre.

Desde 1994, Ai Weiwei trabajó constantemente con las bases de lo que se consideraba esencial de la cultura china. En este sentido, los jarrones de la Dinastía Han fueron de gran interés por el aura histórica que los envolvía y sus implicaciones en la definición de un discurso nacionalista y patriótico.

Sobre esta reflexión, Ai ha realizado distintas versiones de jarrones de la dinastía Han con el logotipo de la famosa marca refresquera Coca-Cola. Las piezas resultantes destacan por dos razones: la primera es el contraste entre una forma importante en la historia de China, realizada de manera artesanal, y el significado del logotipo —una empresa icónica del modelo capitalista— que representa la producción acelerada, mecánica y atemporal. Por otra parte, el logotipo sobre las vasijas subraya la cualidad propagandística que se le dio a todo aquello relacionado con las tradiciones chinas.

La exposición Restablecer memorias permanecerá abierta hasta el 6 de octubre.

 

 

 

[1] https://insider.si.edu/2017/10/lego-language-chinese-artist-ai-weiwei-uses-makes-powerful-statement-hirshhorn/

[2] https://www.vice.com/en_us/article/nz4qkx/heres-how-ai-weiwei-is-fighting-legos-censorship

[3] https://kunsthalcharlottenborg.dk/da/udstillinger/ai-weiwei-soleil-levant/

[4] https://www.theguardian.com/artanddesign/2012/apr/03/ai-weiwei-webcams-supporters-security-services?newsfeed=true

[5] http://www.globaltimes.cn/content/464092.shtml

[6] https://www.theguardian.com/world/2007/aug/09/china.artnews

[7] https://publicdelivery.org/ai-weiwei-study-of-perspective/

[8] https://publicdelivery.org/ai-weiwei-dropping-a-han-dynasty-urn/

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