La Bauhaus ocupa un lugar muy especial en la historia de las disciplinas creativas como proyecto académico y por la visión con la que se dirigió durante sus más de diez años de existencia (1919-1933): si bien la idea de conjuntar en una sola escuela a estudiantes de disciplinas como las artes plásticas y el diseño en todas sus modalidades (gráfico, industrial, textil, etcétera) no era del todo nueva, la influencia que tuvo en el trabajo de distintos creadores desde inicios del siglo XX hasta la fecha es indiscutible. En ella participaron algunos de los nombres más importantes de las vanguardias artísticas, como Wassily Kandinsky o Paul Klee, así como arquitectos y diseñadores de la talla de Walter Gropius, Ludwig Mies van der Rohe y Josef Albers.

Durante su existencia, la Bauhaus fue promocionada no solo como un modelo de innovación en la enseñanza en arte y diseño, sino de equidad de género: con eslóganes como «¿Estás buscando la verdadera igualdad como mujer estudiante?», la institución presentaba un panorama más alentador para que las mujeres de Alemania pudieran desarrollarse en un ambiente profesional en todos los aspectos. Sin embargo, en parte por las decisiones tomadas en la gestión del proyecto, estas condiciones no fueron una realidad: durante su periodo como director, Walter Gropius manifestó su preocupación ante el creciente número de mujeres inscritas en la institución, señalando que «el ratio de estudiantes femeninas y masculinos es tal que la aceptación de mujeres debería, sin lugar a dudas, ser restringida… por consiguiente, yo sugiero que para un futuro próximo solo las mujeres de extraordinario talento sean admitidas en la escuela».¹

Derivada de la postura de Gropius y por las circunstancias culturales de la época, gran parte del trabajo de diseñadoras, arquitectas y artistas que se formaron en la Bauhaus no fue reconocido en su momento; sin embargo, las investigaciones realizadas en los últimos años nos permiten conocer sus propuestas. A continuación, presentamos algunas creadoras cuyo trabajo nos muestra otra perspectiva sobre los principios estéticos y creativos de la Bauhaus.

 

—Anni Albers | Diseño

El trabajo de Anni Albers (Alemania, 1899-Estados Unidos, 1994) en el diseño textil fue ampliamente reconocido desde su estancia en la sede de la Bauhaus en Weimar, donde se matriculó en 1922. Anni Albers exploró con frecuencia las posibilidades de los patrones geométricos con una paleta de colores cuidadosamente seleccionada, además de experimentar con varios materiales. A finales de la década de 1920, Albers produjo un tejido insonoro, reflectante y lavable —hecho con algodón y celofán— ideado para las cortinas de un auditorio musical.

En buena medida, los estudios que tomó en pintura y arquitectura dentro de la escuela Martin Brandenburgen en Berlín cuando tenía 17 años —así como su paso por la Escuela Textil de la Escuela Superior de Arte de Hamburgo— le permitieron desarrollar habilidades en la conceptualización de sus propuestas.

En años posteriores a la clausura de la Bauhaus por parte del régimen nazi, Anni Albers continuó su labor como diseñadora y docente. Uno de sus trabajos más importantes fue la comisión de un memorial para los más de seis millones de judíos asesinados en el Holocausto, por parte del Jewish Museum de Nueva York en 1965. El trabajo, compuesto por seis paneles verticales de colores beige, blanco, negro y plateado, fue hecho con el propósito de alentar la calma y la meditación.

 

—Lotte Beese | Urbanismo

Pese a la postura de Walter Gropius respecto a la inserción de mujeres en la Bauhaus, especialmente en el campo de la arquitectura, Lotte Beese (Polonia, 1903-Países Bajos, 1988) tuvo una prolífica carrera como arquitecta y urbanista.

Entre 1927 y 1928 —periodo en el que el Departamento de Arquitectura de la Bauhaus fue establecido formalmente—, Beese ya había cursado todos los módulos requeridos para entrar en el área de la arquitectura, por lo que solicitó su reasignación, la cual fue aprobada, convirtiéndola en la primera estudiante de arquitectura en la historia de la institución —aunque decidió dejar la Bauhaus un año después para comenzar a desenvolverse en el entorno profesional.²

En 1930, empezó una serie de proyectos en la Unión Soviética, donde realizó el proyecto urbano de la ciudad de Charkow, Moscú y la ordenación de Orsk, en Siberia.³ Posteriormente, empezó a trabajar en Ámsterdam —donde pasó el resto de su vida— y tomó estudios de especialización en arquitectura en 1945. En 1949, tuvo importantes proyectos de urbanización a su cargo en Róterdam, los cuales son casos de estudio para el urbanismo hasta la fecha.

A la par de su labor como profesional, impartió clases en la Academia de Construcción y Urbanismo de Ámsterdam.

 

—Marianne Brandt | Arte y diseño

Derivado de sus estudios en diversas escuelas de arte de Weimar antes de los 18, Marianne Brandt (Alemania, 1893-1983) perfiló su rumbo profesional con un conocimiento integral las disciplinas creativas, lo que la llevó a solicitar su ingreso a la sede de la Bauhaus en la ciudad alemana para profundizar sus estudios en pintura y escultura en 1924. Ahí, comenzó a familiarizarse con los procedimientos de la escultura en metal, algo que definió su interés en el diseño industrial. En 1926, le fue comisionado el diseño de los accesorios de lámparas para el edificio de la Bauhaus en Dessau y en 1927 estuvo a cargo de experimentos en el taller de metales tras la salida de László Moholy Nagy —titular del espacio. La destreza de Brandt en esta área fue reconocida de inmediato.⁴

Su dominio en los procedimientos técnicos del metal, se advierten en el set de café y té de 1924. En este, las formas esféricas o planas en acero fueron trabajadas de manera impecable. Esta fue una característica presente en otros productos, como lámparas de mesa, objetos para la industria o para la vida diaria, donde el equilibrio entre la función y la definición estética simple es notorio.

Después de su graduación en la Bauhaus en 1929, comenzó una serie de colaboraciones con empresas alemanas para la producción en masa de accesorios de iluminación, logrando un rotundo éxito comercial.

 

—Alma Buscher | Diseño

El diseño de mobiliario y juguetes para niños fue algo en lo que indagaron algunos miembros de la comunidad estudiantil o académica de la Bauhaus. Uno de los ejemplos más destacados es el trabajo de Alma Buscher (Alemania 1899-1944).

La formación de Alma Buscher en la Escuela Reimann y la State Arts and Crafts Museum de Berlín entre 1917 y 1922 le permitió conocer un panorama más amplio de la producción en diseño europea y entrar en contacto con distintos creativos, cuyas ideas estaban revolucionando la forma en la que se pensaba el arte y el diseño. Por esta razón, decidió entrar a la Bauhaus en 1922 para continuar sus estudios en el campo textil, sin embargo, en el siguiente año decidió indagar en las posibilidades plásticas de la madera, por lo que solicitó un cambio de taller.

En 1923 Buscher diseñó varios juguetes y piezas de decoración para el prototipo de la casa Am Horn de la Bauhaus, donde el color y las formas sintéticas son sus principales cualidades.

La recepción positiva de estos trabajos la llevó a diseñar, en 1924, los muebles para el jardín de niños Zeiss, lo que aumentó el interés del gremio y las instituciones educativas alemanas de Jena y Weimar.

Como gran parte de sus colegas, la diseñadora se mudó a la nueva sede de la Bauhaus en Dessau en 1925 para continuar con sus estudios y producciones hasta 1927, cerrando su ciclo como estudiante con el diseño de libros para colorear y otros productos para el público infantil.

Con el ascenso del nazismo al poder y los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial, la vida de Alma Buscher después de la Bauhaus estuvo marcada por la inestabilidad. Murió en un bombardeo en Buchschlag, cerca de Frankfurt, en septiembre de 1944.

 

—Friedl Dicker | Enseñanza

El legado de la Bauhaus no solo se extiende en la práctica artística y el diseño, sino también en la enseñanza de las artes o sus teorías en cuanto a la composición visual. En este sentido, Fredericke «Friedl» Dicker (Viena, 1898-Alemania, 1944) fue pionera de una nueva forma de comprender las posibilidades del arte como canalizador emocional ante circunstancias de estrés.

En 1919, ingresó a la Bauhaus, mostrando una curiosidad por los procesos de encuadernación y, a un nivel artístico y filosófico, en la imaginación infantil. De esto, nacieron proyectos más relacionados con la niñez y el teatro.

A su regreso a Viena en 1925, Dicker abrió un taller de textil y encuadernación basada en sus estudios en la Bauhaus, siendo reconocida en distintas exposiciones. Le fue comisionado el desarrollo de mobiliario para escuelas infantiles, lo que la llevó en 1931 a involucrarse en los procesos pedagógicos, donde aplicó algunas ideas derivadas de los cursos que tomó en los talleres de Johannes Itten.

En 1942, cuando Austria fue anexada a la Alemania Nazi, Friedl Dicker y su familia fueron trasladados a un campo de reclusión en Theresienstadt donde, al margen la vigilancia del ejército nazi, ella impartió clases de dibujo y expresión artística para los niños con el propósito de ayudarlos a sobrellevar los estragos de la guerra en sus vidas.

Debido a su ascendencia judía, Dicker fue trasladada a un campo de concentración en Auschwitz en 1944, donde fue asesinada en una cámara de gas el mismo año.

 

—Annemarie Mauck | Arquitectura

El vínculo de Annemarie Mauck (1906-1996) con la Bauhaus empezó en 1929, en su sede en Dessau, y permaneció hasta la clausura de su sede en Berlín en 1933. Durante esos años, la mayor parte de su formación —de acuerdo con las investigaciones de Marisa Vadillo Rodríguez— estuvo orientada hacia la arquitectura y el mobiliario. Si bien planificó proyectos arquitectónicos desde 1937, ella los consideró como «encargos menores». A pesar de esta percepción, tuvo una carrera destacada en el área, específicamente en el diseño de vivienda.

A la par, también tuvo una incursión aceptable en el mercado del diseño industrial, creando nuevos modelos de objetos cotidianos en vidrio, un material poco explorado en la producción en masa de la época.

Entre 1947 y 1949 destacó por el diseño de espacios industriales. Uno de sus proyectos más ambiciosos fue el plan para una fábrica de maquinaria en Teerhofinsel, en el que se encargó desde el diseño estructural del edificio, pasando por el mobiliario hasta la marca de la empresa.

 

—Wera Meyer-Waldeck | Arquitectura

Con una formación como pedagoga y diseñadora en la Academia de Dresde, Wera Meyer-Waldeck (Alemania, 1906-1964) entró a la Bauhaus en 1927 con la expectativa de romper los límites de su formación y explorar nuevas formas de enseñar y diseñar, en sintonía con las circunstancias de su momento.

Debido a la variada planta docente de la Bauhaus, Meyer-Waldeck conoció otras áreas profesionales, lo que la condujo al campo de la arquitectura, logrando notoriedad en su etapa estudiantil. Entre 1929 y 1930, trabajó en los planos para una escuela de Bernau, en Berlín —proyecto liderado por los arquitectos Hannes Meyer y Hans Wittwer— y también estuvo a cargo del diseño de los muebles e interiores. Además, colaboró en el diseño de interiores de la casa experimental Hahn de la Bauhaus de Dessau.

El planteamiento utilitario de la arquitectura de Wera Meyer-Waldeck fue afín al de otras arquitectas de la época, como Eileen Gray quien, si bien no participó directamente en las actividades de la Bauhaus, compartió gran parte de sus ideas.

Posterior a su graduación de la Bauhaus en 1934, Meyer-Waldeck viajó a Suiza y trabajó en el dibujo de planos para aeronaves. Después tuvo uno de los periodos más activos de su carrera: participó en el diseño de infraestructura para el plan del Reichsautobahn —sistema de autopistas del Tercer Reich— y colaboró con empresas mineras alemanas.

En las décadas siguientes, participó en exposiciones, pabellones y bienales de diseño internacionales, además de trabajar con otros arquitectos en proyectos de vivienda como Hans Schwippert —una de las figuras de la arquitectura más importantes de Alemania en la posguerra.

 

—Lucia Schutlz-Moholy | Fotógrafa

Hablar de la popularidad de la Bauhaus es hablar de la calidad del trabajo fotográfico de Lucia Schutlz-Moholy (República Checa, 1894-Suiza, 1989), quien durante cinco años realizó imágenes de la sede de la Bauhaus en Dessau y de la vida estudiantil, al mismo tiempo que registró la producción de sus colegas Marianne Brandt y Lotte Beese —entre otros.

Schultlz cursó estudios de historia del arte y filosofía en Praga, de donde surgiría su interés por la cámara, algo que compartía con el artista ruso Lázsló Moholy-Nagy, con quien mantuvo una relación profesional y personal que la llevó a conocer el ambiente de la Bauhaus. Participó en la redacción de textos teóricos e investigaciones de la escuela, gracias a su experiencia como editora, sin embargo, al no ocupar un cargo oficial en la institución, muchas de sus colaboraciones editoriales no fueron acreditadas y durante mucho tiempo su nombre pasó desapercibido en la historia.

Tras su separación de Lázsló Moholy-Nagy y por cuestiones políticas, Lucia Schutlz empezó a residir en Londres desde 1934, donde se dedicó al retrato de personalidades de la clase alta.

 

—Lilly Reich | Diseño

Lilly Reich (Alemania, 1885-1947) fue una de las pocas profesoras que tuvo la Bauhaus: empezó a impartir clases en el edificio de Dessau en 1932, luego de una destacada trayectoria en el medio europeo del diseño industrial, de interiores y textil.

Formada en el círculo de Wiener Werkstätte —un grupo de artistas, arquitectos y diseñadores que tenían la convicción de instruir a interesados en estas disciplinas de manera independiente— y en los talleres de profesionales activos en el mercado de Viena, Lilly Reich tuvo una aproximación sumamente práctica al diseño, lo cual le brindó una perspectiva diferente de sus contemporáneos formados en la academia.

Después de muchas colaboraciones con empresas y tiendas, en 1914 abrió su estudio, con lo que su reputación profesional creció considerablemente, lo que le valió varias distinciones: estuvo a cargo de la dirección creativa, junto a Anna Muthesius, de la exposición Werkbund de Colonia enfocada en la vivienda moderna ese mismo año y posteriormente fue directora de la Deutscher Werkbund en Munich, Alemania.

Algunas de sus colaboraciones más importantes incluyen los diseños de interiores para construcciones del arquitecto Ludwig Mies Van der Rohe, con quien trabajó en conjunto hasta 1937.

 

—Gunta Stölzl | Diseño

Como muchas de las mujeres que ingresaron a la Bauhaus, Gunta Stölzl (Alemania, 1897-Suiza, 1983) tuvo una formación artística previa. Ella estudió pintura decorativa en distintos soportes e historia del arte en la escuela de Kunstgewerbeschule, en Munich, desde 1914 hasta 1916. Formó parte de la primera generación de mujeres de la Bauhaus.

Una vez inscrita en la escuela, mantuvo su interés en la pintura en vidrio o cerámica y lo complementó con el diseño textil, medio en el que alcanzaría gran reconocimiento dentro de la institución, al grado de convertirse en titular del área desde 1926 hasta 1931. En 1932 se trasladó a Suiza, donde empezó una compañía de textil junto a otros egresados de la Bauhaus como Gertrud Preiswerk y Heinrich-Otto Hürlimann, con la que alcanzó gran notoriedad en el gremio de diseño.⁵

Los diseños de Gunta Stölzl se caracterizaron por sus elaboradas composiciones geométricas y cromáticas, que muchas veces discreparon con la sobriedad estética de sus compañeros.

Durante su vida fue reconocida con distintos galardones nacionales e internacionales: en 1937 fue acreedora al premio Diplôme Commémoratif-Exposition Internationale des Arts et des Techniques en la Exposición Mundial de París y su trabajo formó parte de la 50 Exposición Itinerante Jahre Bauhaus de 1968.

 

1 Wingler, Hans M., La Bauhaus. Editorial Gustavo Gili, Madrid, 1975, Pág. 39. Citado por Josenia Hervás y Heras en su tesis doctoral El camino hacia la arquitectura: las mujeres de la Bauhaus, Universidad Politécnica de Madrid, Escuela Técnica Superior de Arquitectura, 2014.

2 https://www.bauhaus100.com/the-bauhaus/people/students/lotte-beese/

3 Marisa Vadillo, La Bauhaus y sus “experimentos innecesarios”: Las arquitectas prófugas. Arte, Individuo y Sociedad, 25 (3) 358–375. Pág. 362. Disponible en línea. 

4 «Fue una pionera en el campo del diseño industrial en metal y ya como alumna fue excepcional. Su valía en el Taller de Metal de la Bauhaus fue tan irrebatible que aún a pesar de su condición femenina llegó a ser ayudante del director Moholy-Nagy desde abril de 1927 y lo dirigió ‘provisionalmente’ en exclusiva desde abril de 1928 hasta 1929 tras la marcha de aquel». Marisa Vadillo Rodríguez, El triunfo de la excepción:La artista y diseñadora Marianne Brandt en la Bauhaus, Actas do I Congresso Internacional CSO’2010, Lisboa 27 y 28 Marzo 2010. Pág. 35. Disponible en línea.

5 https://www.bauhaus100.com/the-bauhaus/people/masters-and-teachers/gunta-stoelzl/

1 Abr de 2019