¿Existe una nueva generación despuntando en la escena del arte en México? ¿Cuáles son los formatos o las estrategias que estos artistas utilizan? Estas son algunas de las preguntas que nos hacíamos cuando pedimos a 10 curadores que seleccionaran a un artista emergente que trabajara desde México. 

Como complemento al artículo «¿Quiénes son las 10 nuevas promesas del arte en México? 10 curadores opinan?» presentamos las selección de Alberto Ríos de la Rosa, Mauricio Alejo, Lorena Peña Brito, Operación Hormiga y Felipe Zúñiga.

—Aldo Álvarez Tostado | Selección de Alberto Ríos de la Rosa

Aldo Álvarez Tostado. Fotografía de Moisés Bautista. Cortesía del artista.

La obra de Aldo Álvarez Tostado se inscribe en dos narrativas cruciales en la producción artística nacional emergente. Por un lado, se enfoca en el estudio de la onomástica geográfica y de los efectos culturales y sociales que estas acciones oficiales tienen sobre las diversas regiones del país. El uso de la toponimia es esencial además para abordar nociones contemporáneas relacionadas con la construcción de una identidad en una localidad a partir de elementos mesoamericanos, coloniales o modernos, cuestionando si esos nombres realmente les representan. Asimismo, la obra de Álvarez Tostado conjuga diversas técnicas artesanales como el tallado de roca volcánica de Tonalá con el uso de materiales menos ortodoxos como el vinil reflejante o cadenas de hierro para abordar temas relacionados con la migración y la imposición de valores estéticos extranjeros en la producción mexicana.

Aldo Álvarez Tostado, El álamo quemado, (haiku), de la serie topoética, 2017. Vista de instalación. Cortesía del artista.

—Alberto Ríos de la Rosa es curador independiente y maestro en historia del arte por The Courtauld Institute of Art en Londres. Fue curador de Fundación Casa Wabi (2014-2018) donde trabajó en muestras individuales de Daniel Buren, Michel François, Harold Ancart, Jannis Kounellis y Ugo Rondinone, desarrolló el programa de residencias en Oaxaca y Tokio e impulsó a artistas emergentes mexicanos a través de su plataforma de exhibición en Santa María la Ribera. Anteriormente trabajó en los equipos curatoriales del Museo Tamayo en México, del Minneapolis Institute of Art y en la Peggy Guggenheim Collection en Venecia. Colabora de manera editorial para CIAC A.C. y otras publicaciones periódicas. 

—Wendy Cabrera | Selección de Mauricio Alejo

Retrato de Wendy Cabrera Rubio. Fotografía de Bryan de León. Cortesía de la artista.

El trabajo de Wendy Cabrera Rubio (Ciudad de México, 1993) parece provenir de cierta fascinación morbosa por los artefactos culturales. Es decir, todos estos mecanismos de producción cultural que nos abastecen tanto de conocimiento e ideologías, como de contradicciones. Su trabajo, que ella misma asocia con el teatro didáctico —con títeres y todo— es una mirada intensa que revisa históricamente la creación de imágenes que producen narrativas políticas en la contemporaneidad.

Wendy Cabrera pertenece a una generación a la que la catástrofe se le presenta de manera real como ecocidio y que a diferencia de generaciones pasadas, se asumen como corresponsables de las soluciones. Aquí es donde su papel como artista se une a su otra labor como gestora. Cofundadora junto con Marek Wolfryd y Marco Aviña del espacio Ladrón Galería; Wendy Cabrera tiene, además, relación con grupos como Biquini Wax o Cráter Invertido y encuentra en la acción comunitaria y vinculatoria la única posibilidad real de agencia de cambio.

—Mauricio Alejo estudió la maestría de artes en NYU (2000-2002) . Su trabajo se ha exhibido en la Bienal de la Habana, La Trienal Poligráfica de San Juan de Puerto Rico, el Museo Rufino Tamayo en la Ciudad de Mexico; el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid, España y el CCA Wattis Institute for Contemporary Art en SF. California entre otros. Ha sido acreedor a distintas becas entre las que destaca la que otorga The New York Foundation for the Arts. Su trabajo forma parte de las colecciones Daros Latinamerica en Zurich; Art Museum of the Americas en Washington; el Museo Universitario de Artes y Ciencias, MUAC y la Colección Isabel y Agustín Coppel entre otras. Su trabajo fue incluido recientemente en la Publicación del premio Prix Pictect 2017, «Space». Actualmente es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte.

—Claudia Cisneros | Selección de Lorena Peña Brito

Foto: Samantha Cendejas. Cortesía de la artista.

Claudia Cisneros (Guadalajara, 1986) es una de las artistas jóvenes más potentes trabajando desde Guadalajara. Estudió Artes visuales en la Universidad de Guadalajara, y es egresada del Programa Educativo en Producción de Arte Contemporáneo de SOMA. Cisneros ha desarrollado su trabajo principalmente desde el performance, el video, el dibujo y la escritura, formatos desde los cuales establece cruces disciplinarios que lleva principalmente a lo performativo. Su interés por investigar la relación entre cuerpo e imagen la ha llevado a la presentación de obras con una narrativa del tiempo y el espacio que cobra una importancia distinta, mientras que la espectadora es con frecuencia incluida en la articulación de la pieza no solo desde la interacción, sino desde la conciencia y la participación de su propio cuerpo en ella.

Claudia Cisneros, Descargas_3, 2018. Foto: Sandra Sánchez. Cortesía de la artista.

La inclusión del cuerpo de las otras implica cierto desplazamiento de la autoría; las obras de Cisneros permiten una entrada del público que desmonta la pieza finita y la convierte en un texto cambiante. Claudia Cisneros ha sido una artista interesada en la gestión de proyectos colaborativos, el encuentro y la discusión en acto con colegas y creativas de otras disciplinas; entre otros. Ha realizado residencias en su propio estudio y colaboró como tutora/ participante en el programa AIKIDO, versión Guadalajara.

Ha participado en exhibiciones colectivas e individuales entre las que destacan Antropología moderna, Centro Roberto Garza UDEM (Monterrey, 2018). Volcánica. Primera sesión, PAOS (Guadalajara, 2018). Contacto sangriento 8, Guadalajara 90210 (Guadalajara, 2018). Descargas_3, Festival Encender un fósforo, Salón de Danza, CU Centro Cultural Universitario (CDMX, 2018). Wet drawings (Dibujos mojados), Programa de residencias VARDA, S.S. Vallejo (Sausalito, California, 2017) Descargas_2, LARVA Laboratorio de Arte Variedades (Guadalajara, 2016), entre otras.

—Lorena Peña Brito (Ciudad de México) es curadora y promotora cultural. Actualmente dirige PAOS Guadalajara, un espacio dedicado a la investigación y producción cultural. Ha trabajado como curadora para el Instituto Cultural Cabañas, enla Casa Taller José Clemente Orozco y en la Galería Chapultepec.

—Primera Dama | Operación Hormiga

Por artista emergente entendemos una categoría de mercado con la cual se cataloga genéricamente a artistas jóvenes dentro del ojo público y circuito del arte local con miras a una carrera internacional.

Primera Dama no se somete a esa dinámica, pero es emergente. Es un proyecto que apuesta por distribuir la producción cognitiva. Primera Dama articula crítica desde lo literario y lo visual hacia la vida pública nacional y su imaginario mediático: «Sin someterse a la vetusta imposición del diseño editorial, sin pretensiones narcisistas con las sectas literarias, sin «lealtad» a las instituciones usurpadoras del arte y la cultura, Primera Dama asume la libertad de acceder y distribuir el conocimiento».

Cortesía del proyecto.

Con apropiación de material web, videos, textos, esculturas parlantes e imágenes, Primera Dama emerge como un posicionamiento materializado, ya sea como revista gratuita en una sex shop o como archivo digital rescatado del flujo informático.

—Operación Hormiga es un proyecto colaborativo a través del cual enuncian posicionamiento. Su cuerpo de trabajo involucra la producción de contenido en distintos medios de distribución.

—Bruno Ruiz Nava | Seleccionado por Felipe Zúñiga

Bruno Ruiz Nava, Días rojos, 2015. Cortesía del artista.

El trabajo de Bruno Ruiz Nava (Ciudad de México, 1990) tiene guiños con la antropología visual  y con prácticas colaborativas con un giro social. Su trabajo entrecruza las imágenes  provenientes de los medios masivos de comunicación con estrategias de producción de la fotografía documental y de imagen en movimiento así como prácticas experimentales del arte contemporáneo. La reproductibilidad y manipulación de las imágenes, son dos aspectos que articulan diversos ámbitos de producción: lo fotográfico, la autopublicación y la creación de circuitos de distribución autónomos.  Esto último lo  ha llevado a trabajar con publicaciones independientes. De hecho, forma parte del colectivo Red de Reproducción y Distribución (RRD), que tiene su sede en un puesto de revistas en la colonia San Miguel Chapultepec. Este proyecto inició como un gesto para integrarse a la red de distribuidores de publicaciones agotadas, pero se convirtió también en una oportunidad para trabajar en colaboraciones con otros artistas.

Bruno Ruiz Nava obtuvo una mención honorífica en la Bienal del Centro de la Imagen de 2016 donde presentó la video instalación Días rojos. Esta obra integró diversos procesos de trabajo que incluyeron la participación de jóvenes que viven en situación de calle. Retomando lo que dice el Artículo 123 de la Constitución Mexicana que dice que «Todas persona tiene derecho a un trabajo digno y socialmente útil», Ruiz entregó y enseñó a usar a estos jóvenes máquinas  caseras de tatuar. El taller tuvo un giro performático que se documentó por medio de fotografía y video. Con la documentación de procesos se produjo una publicación.

Bruno Ruiz, Días rojos, 2015, presentada en la XVII Bienal de Fotografía, 2016. Centro de la Imagen. Cortesía Centro de la Imagen.