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Pieza contenida en Grapefruit, de Yoko Ono, 1964. Tomada de la web del MoMA.

10 piezas fundamentales de Yoko Ono: entre el arte y el activismo

Lista 18.02.2020

Repasamos la carrera de Yoko Ono: una de las artistas más destacadas del movimiento Fluxus y del activismo político a favor de la paz.

A través de los años y en distintas disciplinas, Yoko Ono (Japón, 1933) se ha posicionado como una figura clave en la historia del arte contemporáneo. Su participación dentro del movimiento Fluxus, así como sus acciones en favor de la paz, son una constante que nos permite entender la relación entre el arte y la vida a partir de fenómenos cotidianos, que pueden reconocerse en la naturaleza y en los procesos conceptuales con los cuales se estructura nuestra concepción del mundo.

Yoko Ono. Retratos.

Yoko Ono. Tomada de Taddlr.

Con motivo de su cumpleaños número 87, preparamos una selección de 10 piezas o proyectos, los cuales han tenido gran influencia tanto en la escena artística mundial como en la cultura en general.

 

—Grapefruit (1964)

Yoko Ono. Instrucción de obras.

Pieza contenida en Grapefruit, de Yoko Ono, 1964. Tomada de Pinterest.

Probablemente el trabajo en la música y el performance sean las facetas más conocidas de Yoko Ono, pero desde 1956 ya había empezado a construir su carrera. A finales de la década de 1950, Ono formó parte de la escena artística de Japón, muy ligada con el trabajo del grupo Gutai y sus propuestas que transgredieron los procesos técnicos y los temas convencionales. Posteriormente volvería a Nueva York a inicios de 1960 para desarrollar nuevos proyectos artísticos y expositivos y ahí conoció a artistas como George Maciunas —una de las figuras clave de Fluxus— y John Cage, entre muchos otros.

Yoko Ono tuvo muy presentes los procesos e ideas en torno a la producción artística del momento, la cual exploraba otros campos disciplinarios poco afines a lo visual. Uno de esos campos fue la literatura, de donde se derivó Grapefruit: un compilado de registros de acciones que a la vez son parte de la pieza, presentado como un libro.

En cada una de las acciones propuestas por Ono, se puede ver un interés por alentar la contemplación: en un mundo en el que la aceleración en el consumo y la producción de información se estaba haciendo más presente en la vida diaria, detenerse a observar se convertía en una experiencia estética en sí misma.

 

Cut Piece (1964)

El performance fue un medio que acompañó a Yoko Ono a lo largo de su carrera. Ya fuera en el entorno de un museo o el de un concierto, la artista se mantuvo abierta a indagar en las posibilidades creativas de esta disciplina.

Una de sus acciones más recordadas es Cut Piece, donde le permitió al público cortar, con unas tijeras, trozos de su ropa, mientras ella se encontraba sentada en un auditorio. Al inicio, las intervenciones del público fueron discretas, pero conforme pasó el tiempo, los trozos que tomaban de la ropa de Ono fueron mayores, hasta llegar a su ropa interior.

En gran medida, esta pieza guarda una relación directa con Rhythm, de Marina Abramović, realizada diez años después, donde puso a disposición del público 72 objetos con los que se le podía infligir algún dolor o daño, mientras ella parmencía quieta a lo largo de seis horas, con el fin de mostrar cómo se establecen los límites físicos y psicológicos en la interacción humana.

 

Apple (1966)

Yoko Ono Obras. Manzana.

Yoko Ono, Apple, 1966. Tomada de la web del MoMA.

Si bien son varias las diferencias entre el arte conceptual y todo el trabajo creativo que realizaron los miembros de Fluxus, algo que une a los creadores de ambos movimientos es el interés por el lenguaje y el papel que desempeña en nuestro entendimiento de la realidad. En este sentido, Apple retoma varios aspectos de las preguntas e intereses creativos de la época.

Sin mayores pretensiones expositivas, la pieza está conformada por una manzana verde colocada sobre un pedestal de acrílico con la palabra Apple grabada en una placa de oro; sin embargo, podría decirse que ésta no está terminada, ya que la fruta, al no tener ningún tipo de tratamiento para detener su eminente putrefacción, con el tiempo empezará a deteriorarse, hasta el punto de que su materialidad y forma no coincidan con la imagen que viene a nuestra mente cuando pensamos en una manzana.

Lejos de ser un elogio a la idea o la palabra, con Apple Ono plantea la discrepancia que existe entre la fragilidad de lo real y la inmutabilidad de las representaciones conceptuales. 

 

Ceiling Painting (Yes Painting) (1966)

Yoko Ono obras. Escalera y lupa.

Yoko Ono, Ceiling Painting (Yes Painting), 1966. Tomada de Artsy.

En 1966, Yoko Ono tuvo su primera exposición individual en la Indica Gallery de Londres. En ella presentó Ceiling Painting (Yes Painting), en la que invitaba al público a ascender por una escalera y mirar a través de una lupa un diminuto mensaje colgado en una mampara en el techo: «sí».

La concepción de pintura vertida en esta pieza discrepa en gran medida con la historia del arte, no solo por su sencillez, sino por la disposición en el espacio, que orilla al público a dejar a un lado los protocolos de comportamiento en una galería y tomar un rol más activo en la observación de las imágenes. Pero es precisamente en el cambio del modo de apreciar un cuadro donde Ono mantuvo un diálogo con la genealogía de la pintura: En Ceiling Painting (Yes Painting) apela a un entendimiento del espacio pictórico como un juego de perspectivas —como en el cubismo—, solo que la transformación de los planos ahora recae en la posición que el espectador mantiene con respecto a la imagen.

 

Glass Hammer (1967)

Yoko Ono obras. Martillo de vidrio.

Yoko Ono, Glass Hammer, 1967. Tomada de Artsy.

Aún con el carácter innovador presente en el arte acción, Ono no dejó de indagar en las posibilidades plásticas de los materiales, aunque este interés no estuvo basado en ideas como el arte por el arte, sino en una consideración del material como un portador de sentido.

En Glass Hammer, Ono muestra una contradicción entre la fuerza asociada con el objeto y la fragilidad del material, creando así un oxímoron que no está alejado de sus intereses sobre la impermanencia de lo tangible revisados en otras piezas.


Producción musical (1968-a la fecha)

La discografía y colaboraciones de Yoko Ono están marcadas por la emergencia incipiente de propuestas artísticas sonoras de mediados del siglo XX, como el trabajo de John Cage o Pierre Schaeffer. Sin embargo, Ono no estuvo alejada del circuito de la música: durante toda su infancia y adolescencia acudió a clases de piano y canto.

Gran parte de su incursión en la música se debe a Unfinished Music No. 1: Two Virgins, un trabajo desarrollado junto con John Lennon que fue resultado de una larga sesión de experimentos sonoros, en el que son reconocibles las influencias de Schaeffer y Cage por la modificación de las grabaciones, retrabajadas con distintos efectos, y la exploración de las posibilidades sonoras de los intrumentos musicales, así como de la voz.

Desde entonces y hasta la muerte de Lennon en 1980, sus actos musicales fueron más frecuentes: en 1969, formaron la Plastic Ono Band, en la que mezclaron la música con la difusión de mensajes contra conflictos armados. Incluso los actos en vivo o los videos musicales se volvieron un lugar de exposición en el que Ono siguió realizando piezas de arte acción, como puede verse en el video del sencillo «Instant Karma (We All Shine On)», de la Plastic Ono Band.

Posteriormente, la artista continuó con su carrera en solitario, mezclando elementos de la música concreta con géneros como el rock, el pop, folk o dance, con performances ocasionales dentro de sus exposiciones. Sus interpretaciones vocales fueron determinantes en el sonido de otras generaciones, como lo reconoció Kim Gordon, bajista de Sonic Youth.

 

Bed-Ins for Peace (1968-1969)

Yoko Ono obras. Cama.

Yoko Ono, Bed-Ins for Peace, 1968-1969. Tomada de Twitter.

Las protestas contra la intervención de Estados Unidos en Vietnam, a mediados de la década de 1960, fueron un tema presente en el trabajo y activismo de Ono. Junto con John Lennon, emprendieron una serie de acciones denominadas por la prensa como los Bed-Ins for Peace, en las que los artistas se atrincheraron en habitaciones de hoteles de Ámsterdam y Montreal durante una semana, con mensajes antibélicos, sumándose a la consigna «haz el amor, no la guerra»: un eslogan adoptado por el movimiento hippie y otras organizaciones contraculturales de la época.

 

Wish Tree (1981-a la fecha)

Yoko Ono obras. Árboles con mensajes.

Yoko Ono, Wish Trees for London para la exposición Yoko Ono To The Light, en la Serpentine Gallery, 2012. Tomada de Wikipedia.

Tal y como lo explicó la artista en la página del proyecto Imagine Peace Tower, este proyecto tiene como antecedente una antigua tradición japonesa: «Yo solía ir a un templo, escribía un deseo en una pieza delgada de papel y lo ataba a la rama de un árbol. Los árboles en los jardines del templo siempre estaban llenos con los deseos de la gente, los cuales —a lo lejos— parecían botones floreciendo».

El carácter procesual de esta pieza no recae en la intervención del artista, sino en la participación del espectador, quien puede colaborar anudando otro deseo en alguna de las ramas. Después de cada exposición en la que se incluye el Wish Tree, todos los deseos son recopilados y enterrados alrededor de la Imagine Peace Tower: una instalación lumínica dedicada a la memoria de John Lennon.

 

Imagina la paz. Pieza de mapas (2016)

Presentada en el Museo Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México, esta pieza parte del mismo concepto de la Imagine Peace Tower: ser un catalizador para «la voluntad colectiva que imagina y pida por la paz», como lo explicó Ono.

Aquí, el público participa en un deseo por la paz y el bienestar del mundo, utilizando un sello con la leyenda «imagina la paz» y marcándola en un mapamundi a color. El resultado visual que se tuvo al finalizar la exposición fue un cúmulo de deseos positivos hacia naciones que enfrentan situaciones cuya tranquilidad social y política está comprometida.

 

 

Add Color (Refugee Boat) (1960/2019)

Yoko Ono obras. Barco pintado con mensajes azules.

Yoko Ono, Add Color (Refugee Boat), 1960/2019. Tomada de la web del Everson Museum of Art.

Si bien una gran parte de la popularidad de Yoko Ono a finales del siglo XX se debe a su participación en la música, a inicios de los 2000 comenzó a cobrar una gran atención mediática por sus proyectos e instalaciones participativas. Entre ellas se encuentran Add Color (Refugee Boat), en la que invita a los asistentes a pintar mensajes de apoyo para los movimientos migratorios en una barca de color blanco y en los muros del espacio donde se realice la pieza. 

Aunque en los últimos años Add Color se ha presentado en distintos espacios, por lo que el contenido de cada mensaje y el montaje varían, Ono mantiene una pautas muy claras de lo que constituye la pieza: la gama de tonalidades azules con las que los asistentes pueden plasmar sus mensajes y la presencia de la balsa son fundamentales para representar una atmósfera de tranquilidad.

 

 

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Yoko Ono. Tomada de Taddlr.

Pieza contenida en Grapefruit, de Yoko Ono, 1964. Tomada de Pinterest.

Yoko Ono, Apple, 1966. Tomada de la web del MoMA.

Yoko Ono, Ceiling Painting (Yes Painting), 1966. Tomada de Artsy.

Yoko Ono, Glass Hammer, 1967. Tomada de Artsy.

Yoko Ono, Bed-Ins for Peace, 1968-1969. Tomada de Twitter.

Yoko Ono, Wish Trees for London para la exposición Yoko Ono To The Light, en la Serpentine Gallery, 2012. Tomada de Wikipedia.

Yoko Ono, Add Color (Refugee Boat), 1960/2019. Tomada de la web del Everson Museum of Art.