El artista francés Philippe Parreno (Argelia, 1964) tomó relevancia en la década de los noventa por haber redefinido el espacio expositivo y a la experiencia ofrecida al espectador. Preocupado por el tiempo que dedican las personas a la apreciación de las piezas, Parreno orquesta cada exhibición suya como una canción o un guión, dotándola de un ritmo propio, mismo que dirige al visitante.

Parreno concibe a la «exposición» como una experiencia completa y no como una serie de piezas individuales, por ello, a pesar de la multiplicidad de formatos — video, esculturas, dibujos, música, performances, entre otros — que involucra en su obra, juega con la percepción del tiempo y el espacio, a partir de una idea de totalidad. La sala de exposición es el medio para comunicar su arte. Su obra ha sido expuesta en el Palais de Tokyo de Paris, en el museo Guggenheim en Nueva York, en el Tate Modern de Londres y en el Hangar Bicocca de Milán.

Con motivo de su próxima exposición individual en el Museo Jumex, Philippe Parreno. La levadura y el anfitrión, seleccionamos los 7 momentos más relevantes en su trayectoria, incluyendo sus obras más trascendentes y sus colaboraciones más importantes.

—Speech Bubbles (2009)

Los Speech bubbles o globos de texto son un elemento recurrente en la obra de Philippe Parreno. El artista los utiliza en diferentes colores y tamaños en sus instalaciones. A pesar de que son una clara referencia a los globos plateados de Andy Warhol, las acciones del artista francés aluden al texto, a los diálogos no entablados o a los discursos no realizados, así lo ha referido Parreno en sus ensayos publicados bajo el título de Speech Bubbles. Ha utilizado estos globos desde 1997 en diferentes instalaciones y han sido parte fundamental en sus retrospectivas.

Philippe Parreno, Speech Bubbles (Gold) (2009). Vista de instalación en el Museum of Modern Art, Irlanda. Imagen tomada de pilarcorrias.com

—No Ghost Just A Shell (1999-2002)

Es el proyecto multimedia desarrollado por Philippe Parreno y Pierre Hyughe y que tiene por protagonista al personaje de manga Ann Lee. No Ghost Just A Shell también significa uno de los trabajos colaborativos más grandes del artista ya que reunió durante 3 años a 13 artistas, más la agencia japonesa Kworks creadora de Ann Lee. Este personaje es muy reconocido en la obra de Parreno ya que aparece tanto en instalaciones, videos, imágenes fijas, incluso en forma de fuegos artificiales, la variedad de formatos dan vida a diferentes narrativas y personalidades, mismas que conforman al gran proyecto que ya se incluye en las colecciones del Institute of Contemporary Art (Miami) y el Tate Modern (Londres).

Philippe Parreno, Ann Lee, vista de instalación. Fotografía de Susan Yung. Imagen tomada de ephemeralist.com

—Zidane: A 21st Century Portrait (2006)

Philippe Parreno en colaboración con el artista inglés Douglas Gordon siguieron al centrocampista francés Zinedine Zidane, mientras se realizaba un partido entre Real Madrid y Villarreal, con 17 cámaras, dos de ellas cedidas por el ejército de Estados Unidos, lo que permitió tener el zoom más potente disponible. El resultado fue un video que muestra todos los movimientos y gestos del futbolista, tanto si tiene la pelota como si no, en medio del candor del juego. El video está sonorizado con la música de la agrupación escocesa Mogwai y tiene como subtitulos comentarios de Zidane a cerca de su trayectoria profesional. El video se presentó en el Festival de Cannes del mismo año.

Douglas Gordon y Philippe Parreno, Zidane a 21st Century Portrait (2006). Imagen tomada de artsy.net

—Fantasy and Social Realism en Serpentine Gallery (2010-2011)

Parreno se distingue por llevar a límite la línea que divide la ficción y la realidad, tomando sucesos de la vida cotidiana y superponiendo en ellos escenarios, personajes y situaciones nacidas de su imaginación. Su peculiar forma de documentar se reunió en los espacios de la Serpentine Gallery con los filmes June 8, 1968 (2009), The Boy from Mars (2003) y el estreno de Invisibleboy (2010), donde aborda temas como la migración, el asesinato de Robert Kennedy y la naturaleza, a los cuales inserta ciertas dosis de fantasía.

Still de Invisibleboy, de Philippe Parreno, 2010). Tomada de annalenafilms.com

—Anywhere, anywhere, out of the world en el Palais de Tokio (2013-2014)

En 2013, Parreno ocupó 22 mil metro cuadrados del Palais de Tokio con una suerte de poesía audiovisual, apegándose a su costumbre de hacer del espacio su medio. A través de un despliegue tecnológico envolvió al público en un sueño etéreo en donde los protagonistas eran sus obras. Con instalaciones, películas, sonidos, esculturas e iluminación revive el espacio, transformándolo en su universo imaginativo. Entre las obras que se presentaron están Marilyn (2012), CHZ (2011), Zidane: A 21st Century Portrait (2006) y The writer (2007).

Philippe Parreno, Anywhere, anywhere, out of the world, 2016-2017. Vista de instalación, en el Palais de Tokio, Paris. Imagen tomada de contemporaryartdaily.com

—H{N)Y P N(Y}OSIS en el Park Avenue Armory (2015)

Inaugurada como la instalación más grande montada por el artista en Estados Unidos, H{N)Y P N(Y}OSIS significó una invitación directa a explorar la imaginación de Parreno, tanto por su despliegue tecnológico como la carga de teoría estética. Esta instalación fue un vaivén de zonas de oscuridad y de luz, dadas por las enormes lámparas instaladas por todo el espacio. Las pantallas en las que se proyectaron algunos de sus filmes simulaban paredes flotantes en medio del salón y en un extremo un piano que se tocaba a sí mismo guiaba con sus sonidos la intensidad y movimiento de las luces.

Philippe Parreno, H{N)Y P N(Y}OSIS, 2015. Vista de instalación, en el Park Avenue Armony. Imagen tomada de pilarcorrias.com

—Anywhen en el Tate Modern (2016-2017)

Como parte de las actividades de la Hyundai Comission, Phillipe Parreno transformó el Turbine Hall del Tate Modern (Londres) en un espacio inmersivo que estimulaba los sentidos de sus visitantes. El artista creó una instalación en la que convivían sonidos, proyecciones, objetos voladores e iluminación por medio de una coreografía creada especialmente para la galería. Esta exhibición tenía la cualidad de nunca permanecer estática, es decir, cambiaba todos los días y así durante los seis meses que permaneció abierta al público. La serie de movimientos de sus elementos guiaba a los visitantes por una experiencia diferente en cada ocasión.

Philippe Parreno, Anywhen, 2016-2017. Vista de instalación en el Tate Modern, Londres. Imagen tomada de pilarcorrias.com