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Vista de la exposición Apariencia desnuda: El deseo y el objeto en la obra de Marcel Duchamp y Jeff Koons, en el Museo Jumex. Cortesía del museo.

Duchamp y Koons, la expo más exitosa del Museo Jumex: Entrevistamos a Massimiliano Gioni, curador de la muestra

Entrevista 23.05.2019

Felipe Pando

Platicamos con Massimiliano Gioni, el curador que imaginó un diálogo entre las obras de Marcel Duchamp y Jeff Koons en el Museo Jumex.

Massimiliano Gioni sonríe mientras nos recibe en la sala de juntas del Museo Jumex. Su buen humor está justificado. La exposición Apariencia desnuda: el deseo y el objeto en la obra de Marcel Duchamp y Jeff Koons, aún acaba de ser inaugurada. Es un hombre de pensamiento ágil. Mientras conversamos para la entrevista recita en inglés, con un marcado acento italiano, ideas y referencias de autores y filósofos que ponen en contexto la muestra que ha preparado y que lo ha traído momentáneamente a la Ciudad de México desde Nueva York, donde vive y lleva las riendas del programa del New Museum, que también compagina con la dirección artística de la Fondazione Nicola Trussardi en Milán.

La velocidad de su conversación quizá se debe a la efervescencia que él mismo ha experimentado en la última década en el ámbito del arte. En 2013, con apenas 40 años, Massimiliano Gioni se convirtió el comisario más joven en la historia de la Bienal de Venecia, a la que tituló Palazzo Enciclopedico. Mientras que, desde 2008 no ha dejado de aparecer en Power 100, la lista dedicada a revelar el «quién es quién» del arte, publicada por Art Review.

Parte de este reconocimiento tiene que ver con los nombres a los cuales les ha dedicado exposiciones y sobre los cuales ha generado nuevas reflexiones, como Carsten Höller, Tacita Dean, Anri Sala o Sarah Lucas.

Quizá solo un personaje con un perfil así podía darse a la compleja tarea que representaba reunir y conseguir que instituciones y coleccionistas cedieran más de 70 de las piezas más significativas de dos artistas como Marcel Duchamp y Jeff Koons a un museo de México para crear Apariencia desnuda. Una exposición en el que dos artistas comparten nociones sobre la evolución de las sociedades y el papel que desempeñan en ellas los seres humanos, como lo cuenta Gioni en entrevista.

Para visitar la exposición puedes consultar la siguiente página.

—¿Qué es la Apariencia desnuda que nos propones y por qué la referencia al ensayo de Octavio Paz?

La relación con Paz es quizá un poco engañosa. Me encantó cómo ese título inmediatamente señala una búsqueda crucial de la muestra: la relación entre superficie, apariencia y esencia. Para mí, el ready made es un dilema sobre lo que veo —su apariencia— y lo que es: ¿se trata de un objeto de uso diario o es una obra de arte? y, más específicamente, cuando hablamos del ready made de los años 60, ¿es una escultura o es un objeto de todos los días?. Esos dilemas son los mismos sobre los que Koons construye sus obras, en formas todavía más complejas, en las que dice: ¿Es el objeto de uso diario un reflejo de mí, mi clase, mi gusto, mi lugar en el mundo como un sujeto económico? Lo que para mí significó «Apariencia desnuda» es esta interrogante filosófica entre superficie y esencia, que también es una pregunta que ambos artistas dirigen hacia ellos mismos como personas.

 

Esculturas modernas en museo. Massimiliano Gioni.

Vista de la exposición Apariencia desnuda: El deseo y el objeto en la obra de Marcel Duchamp y Jeff Koons, en el Museo Jumex. Cortesía del museo.

—Es un tema de identidad…

Creo que lo que Duchamp y Koons revelan de la identidad en el siglo XX es que la relación entre superficie y profundidad está completamente transformada. Puede que lo que te diga ahora suene un poco grandilocuente pero el siglo XX inicia con Freud imaginando al sujeto como alguien real, escondido dentro de una jaula por el ego y el superego, pero al final del siglo, imaginamos al sujeto como un performance. Me refiero, por ejemplo a las ideas de Judith Butler y sus teorías del género como una fiesta de disfraces. Pensemos también en Erving Goffman y sus ideas del día a día como una representación. Hoy pensamos en la subjetividad ya no como un eje que tiene una máscara alrededor, sino como una serie de roles, y ambos artistas entendieron eso muy al principio de sus carreras y eso es justamente lo que creo que es mi interpretación de Apariencia desnuda porque ambos artistas están diciendo lo mismo: solo hay apariencia. Ambos entienden que no hay nada más que eso, que solo está la superficie y por eso tenemos que entender la relación entre superficie y muerte de una nueva manera, porque el siglo XX ha destruido ideas de profundidad.

Urinal. Massimiliano Gioni.

Marcel Duchamp,Fuente, 1917. Cortesía de Museo Jumex.

—Volviendo al ensayo de Octavio Paz… él también dijo en alguna ocasión que Picasso era el último gran artista figurativo y que Duchamp era el primer artista conceptual, ¿hay un guiño a esta idea al traer a la mesa a Koons ahora?

El comentario de Paz sobre Picasso es uno de los más reveladores y creo que es el primer interlocutor de Duchamp que entendió que él podría tener un impacto más grande en el arte que Picasso. Hay una cita muy famosa, pero no está verificada y podría ser falsa, pero se le atribuye a Picasso. Cuando Duchamp muere, Picasso dice: «Él estaba equivocado». No es claro si es una leyenda o fue verdad, en cualquier caso, él cree que el futuro le pertenecía a él mismo y no a Duchamp.

—¿El futuro le pertenece a alguien?

Esta muestra no trata de elaborar un linaje. No la pienso en el sentido de que Duchamp murió y entonces le pasó la estafeta a Koons. No me interesa decir: «Está Picasso, después Duchamp y luego Koons». No hubiera hecho una exposición como esta si no creyera que Koons es un gran artista, pero para mí no tiene que ver con un linaje o un árbol familiar. Más bien lo veo en el sentido de que Duchamp entendió algo sobre lo que estaba pasando en el mundo que lo rodeaba —el del siglo XX en París y Nueva York— y lo que le sucedía a él mismo en una sociedad de consumo masiva y de producción masiva y logró hacer arte que representa la transición de la sociedad del siglo XIX a la sociedad del siglo XX.

Esculturas modernas en museo. Massimiliano Gioni.

Vista de la exposición Apariencia desnuda: El deseo y el objeto en la obra de Marcel Duchamp y Jeff Koons, en el Museo Jumex. Cortesía del museo.

—¿Y Koons?

Es él quien entiende algo sobre el siglo XX casi hacia su final. Ve a una sociedad que ya no es de producción, sino de una economía de servicios —inmaterial— en la que muchas de las ideas de Duchamp se han vuelto más radicales y más inmateriales, así que es él quien observa la transformación de sujetos y objetos, desde el punto de vista del final del siglo XX.

—¿Por qué la selección de estos dos artistas?

Pienso que al verlos descubrimos cosas sobre lo que los objetos se han convertido, en lo que nosotros nos hemos convertido como sujetos en relaciones con el objeto y en lo que la industria se ha convertido y que nos ha hecho las extrañas criaturas que somos hoy día.

Caja de objetos de Duchamp. Massimiliano Gioni.

Marcel Duchamp, Boîte-Series D (based on Boîte-en-Valise, 1935– 41), 1961. Cortesía de Museo Jumex.

—¿En qué sentido?

Una de las frases más iluminadoras de Koons, y que se ha convertido también en una de mis favoritas, viene de una entrevista que le hizo David Sylvester, el famoso historiador del arte que entrevistó a Francis Bacon. Ahí, Jeff le dice algo casi aterrador: «Hoy día todo a nuestro alrededor está empaquetado. Nosotros mismos tenemos que empaquetarnos y eso pone al individuo bajo una presión tremenda». Piensa lo que digo al ver su trabajo, él dice: «Quiero que mi trabajo le dé la libertad a la gente para empaquetarse a ellos mismos de una forma distinta». Por un lado es una idea muy generosa, pero también es una imagen devastadora, en lo que se han convertido los humanos.

Escultura Inflable de bailarina. Massimiliano Gioni.

Jeff Koons, Seated ballerina, 2017. Cortesía de Museo Jumex.

—¿Qué otras preocupaciones compartidas encuentras entre los trabajos de ambos?

Los reflejos se cuestionan, ¿qué es lo que podemos ver de nosotros mismos? Hal Foster, el crítico estadounidense, decía: «Estamos ahora en la era de los trabajos precarios y en la era en la que tenemos que actuar para ser creativos y libres y entonces nos las arreglamos para tener trabajos». Lo que el trabajo de Koons ve en el futuro somos nosotros hoy día, no como consumidores felices, sino más como consumidores precarios. En nuestra vida, la distinción entre trabajo y no trabajo ha sido completamente disuelta. Este es un símbolo, el tiempo libre y el tiempo de trabajo son uno mismo y eso es lo que me inquieta en la exposición.

—Calvin Tomkins, el biógrafo de Duchamp menciona que hacia al final de su vida, el artista dijo: «Soy un hombre muy afortunado, siempre tuve qué comer y nunca fui demasiado rico». También lo describe como un hombre que detestaba el mercado. Hoy, el mercado es algo que rodea a Koons, ¿es un elemento que también está convirtiendo a sus ready mades de nuevo en mercancías?, ¿qué tantas interferencias genera entre el espectador y la obra?

Encuentro esa idea de que Duchamp estaba contra el mercado bastante romántica. Duchamp vendía las esculturas de Brancussi, era un asesor de arte…

—Pero en muchas ocasiones Duchamp regalaba su trabajo y a menudo le incomodaba que la gente pagara más por sus obras que el precio que establecía desde un inicio…

Fue un asesor para establecer muchas colecciones, como las de Katherine Dreier, Peggy Guggenheim, la familia Arensberg. Obviamente era un trabajo alrededor del arte distinto pero él estaba al tanto del mecanismo del mercado y esta no siquiera es mi interpretación, pero creo que David Joselit —uno de los mejores interlocutores de Marcel Duchamp— habla de Rrose Sélavy (el alter ego femenino creado por el artista) y se refiere a obras como Cheque Tzanck o el Bono de Montecarlo como ejemplos que muestran que al incorporar a su yo a las obras, Duchamp se está convirtiendo a sí mismo en una compañía. De hecho los firma como un copyright, ni siquiera con su nombre y a través de esa incorporación del yo señala y hace aparente el hecho de que el artista y el individuo en el siglo XX tiene una función de capital, ya sea que nos guste o no. Está implicado en la economía, así que esta idea de que Duchamp está fuera del mercado o que le echa la culpa al mercado me parece romántica. Es parte de una generalización alrededor de él y creo que es más interesante pensar en Duchamp no como alguien que está comprometido con el mercado, sino como el primer artista que en el siglo XX revela la contradicción de ser un artista en el sistema.

Etiqueta de botella. Massimiliano Gioni.

Marcel Duchamp, Belle Haleine, Eau de Voilette, 1921. Cortesía del Museo Jumex.

—¿De qué forma?

Por ejemplo, Rrose Sélavy es también la prostituta, y una de las metáforas de Duchamp también es que el artista es un prostituto. No es el único que lo dice, Baudelaire también lo dice. La figura de la modernidad es la del prostituto, en el sentido en el que todos estamos en un sistema así. El otro aspecto, cuando hablamos de Koons, hablando de que sus trabajos son espejos, estos precios probablemente sí están distrayendo. Es difícil ver una obra de arte sin un filtro, pero al mismo tiempo, mi esperanza es que puedas ver esta exposición y que por suerte no estés pensando en los precios sino en la forma en la que los dos artistas han problematizado la cuestión del valor. Creo que lo que ambos artistas invitan a una conversación alrededor de lo que no tiene valor y lo que sí. Duchamp toma el urinal y lo convierte en una escultura (La fuente), ahí está cuestionando quién tiene el derecho a decir que una cosa vale algo y cuando, por ejemplo, pensamos en (la escultura) Rabbit de Koons, es una pieza que, quizás por el reflejo, nos obliga a preguntarnos cómo es que se construye el valor. Para mí, esa pieza invita a una reflexión, toma algo que no tiene valor y cómo eso alcanza valor.

Felipe Pando

Periodista especializado en arte y cultura. Colabora regularmente con medios como L’Officiel México —donde fue editor adjunto durante cuatro años—, Eminente y A The Style Guide. Algunos de los personajes que ha entrevistado incluyen a Daniel Buren, Maurizio Cattelan, Anri Sala, Isaac Julien, Bob Colacello, Oscar Murillo y Yoko Ono.

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Vista de la exposición Apariencia desnuda: El deseo y el objeto en la obra de Marcel Duchamp y Jeff Koons, en el Museo Jumex. Cortesía del museo.

Marcel Duchamp,Fuente, 1917. Cortesía de Museo Jumex.

Vista de la exposición Apariencia desnuda: El deseo y el objeto en la obra de Marcel Duchamp y Jeff Koons, en el Museo Jumex. Cortesía del museo.

Marcel Duchamp, Boîte-Series D (based on Boîte-en-Valise, 1935– 41), 1961. Cortesía de Museo Jumex.

Jeff Koons, Seated ballerina, 2017. Cortesía de Museo Jumex.

Marcel Duchamp, Belle Haleine, Eau de Voilette, 1921. Cortesía del Museo Jumex.