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Alberto Pérez Soria, Esculturas-juegos del Instituto Nacional de Protección a la Infancia (INPI), 1969. Cortesía de Aldo Solano Rojas.

Descubre la historia de los playgrounds en México

Lista 19.08.2019

Platicamos con el historiador Aldo Solano Rojas sobre su nuevo libro enfocado en la relación entre los juegos infantiles y la política mexicana.

Promotora Cultural Cubo Blanco publicó recientemente Playgrounds del México moderno: una investigación del historiador Aldo Solano Rojas, apoyada por Fundación Jumex Arte Contemporáneo, conformada por un estudio riguroso sobre los juegos infantiles en distintas partes de la República Mexicana y su relación con el contexto histórico y político a mediados del siglo XX.

El libro ofrece una extensa revisión de los espacios urbanos diseñados para niños; proyectos en los que convergieron arquitectos y artistas con el propósito de generar un entorno social más armónico.

Playgrounds en México. Aldo Solano Rojas libro.

Cortesía de Aldo Solano Rojas.

Respecto a los antecedentes de los espacios urbanos compilados en su investigación, Aldo Solano Rojas comenta que durante la década de 1930 ya existía una idea de la protección de la infancia: «había una preocupación por la infancia que había presenciado la guerra y la revolución. Así se empieza a ver a la niñez como una clase social que hay que cuidar, empoderar y moldear para que sean buenos ciudadanos al servicio de México. Esto tarda en decantarse en lo material hacia el espacio público y es hasta 1960 que tenemos el “boom”».

Sobre el papel de los playgrounds en el diseño urbano actual y la población infantil, el autor comenta que «sigue siendo una muy pequeña porción del territorio la que sí está diseñada para ellos. Si una ciudad está diseñada para niños sería amigable para absolutamente todos».

Para profundizar en el tema del diseño de los playgrounds y la política mexicana, presentamos una selección de piezas incluidas en el libro, con comentarios del autor sobre las características de cada una y el contexto en el que fueron desarrolladas:

 

—Esculturas-juegos promovidas por el Instituto Nacional de Protección a la Infancia (INPI), de Alberto Pérez Soria (1969)

Playgrounds en México. Esculturas INPI.

Alberto Pérez Soria, Esculturas-juegos del Instituto Nacional de Protección a la Infancia (INPI), 1969. Fotografías del artista y Aldo Solano Rojas.

¿Cuál es la relevancia de este proyecto para el paisaje de la Ciudad de México en la actualidad?

Es la prueba material de las políticas públicas del siglo XX; es testimonio vivo de la masividad, por la cantidad de aparatos de juego de este tipo, además de mostrar la importancia que tuvo la infancia en esos años. También es una prueba de la existencia del Instituto Nacional de Protección a la Infancia (INPI), que devino años después en DIF.

 

—Podium para niños en un área de juegos de la Unidad Independencia, de Pedro Miret (1971)

Playgrounds en México. Escultura Unidad independencia.

Pedro Miret, Podium para niños en Unidad Independencia, 1971.
Cortesía de Aldo Solano Rojas.

¿De qué forma este juego se integra al proyecto de la Unidad Independencia de Alejandro Prieto?

Lo interesante de este juego es que se produjo en serie, aunque fueron muy pocas las unidades. La Unidad Independencia fue construida en predios arbolados de los Matsumoto, quienes trajeron la jacaranda a México, así que ya existían varios jardines densamente poblados, a diferencia de otras [unidades] que se hicieron en terrenos sumamente áridos.

Esto hizo que los juegos se insertasen en espacios completamente verdes y además en la Unidad Independencia podemos ver las múltiples funciones de los aparatos de juego: Al igual que en Tlatelolco, gran parte de la función de los playgrounds es el de generar puntos de referencia geográficos, no necesariamente para niños, sino para todos los habitantes de una nueva colonia masiva que aún no cuenta con ellos.

 

—Juego para plaza pública en forma de pez, de Teodoro González de León (1962)

Playgrounds en México. Teodoro González de León.

Teodoro González de León, Juego para plaza pública en forma de pez, 1962. Tomada de Archivo Teodoro González de León. Cortesía de Aldo Solano Rojas.

¿Qué aspectos característicos de la arquitectura de González de León adviertes en este diseño? ¿Podrías decirnos cómo se involucró el arquitecto con este proyecto?

El arquitecto hizo todo: las unidades habitaciones y esta pieza que funcionaba como una firma del arquitecto, como punto de referencia geográfico y juego para niños; a la vez que fue un objeto de exploración plástica para el arquitecto. Tiene sintonía muy sutilmente con el resto de la obra de González de León por el manejo brutalista del material, de concreto, tratado casi escultóricamente.

 

—Cohete de Tlatelolco (1964)

Playgrounds en México. Cohete Tlatelolco.

Cohete de Tlatelolco, 1964. Tomada de Colección Carlos Villasana. Cortesía de Aldo Solano Rojas.

¿Qué nos dice este diseño sobre el contexto internacional de la «carrera espacial» y su impacto en el imaginario de la población infantil mexicana? ¿Sabes algo sobre las relaciones cotidianas que se generaron en torno al proyecto?

Como lo menciono en el libro, un playground con forma de cohete en plena Guerra Fría y carrera espacial no es raro. Lo que llama la atención del cohete de Tlatelolco es que, en México, por más cercano y socio comercial que haya sido este país a Estados Unidos, el cohete mira hacia las naves espaciales soviéticas. De hecho, toma como referencia al monumento a los conquistadores del espacio, en Moscú.

Esto tiene que ver con que todo el proyecto de vivienda social de Tlatelolco tiene dimensiones soviéticas, así como referencias funcionalistas y de arquitectura internacional. Está muy de cerca con este proyecto socialista.

Por eso tenemos una iconografía diferente en este juego, además de que el diseño no fue copiado de manera exacta, como el caso de los juegos en forma de cápsula lunar en Estados Unidos.

Lo que sabemos es que el juego terminó siendo muy peligroso por el abandono hacia finales de la década de 1970. La cabina del juego se convirtió en un refugio de indigentes, se deterioraron los pisos de lámina, lo cual ponía en riesgo a los niños. De hecho, un niño se cayó y falleció.

A partir de eso, retiraron el juego. No sabemos donde está. Seguramente destruido.

 

—Resbaladilla del Centro Deportivo Ferrocarrilero, atribuida a Pascual Broid (1958)

Playgrounds en México. Resbaladilla de concreto.

Pascual Broid (atribuida), Resbaladilla del Centro Deportivo Ferrocarrilero, 1958. Tomada de Mediateca INAH. Cortesía de Aldo Solano Rojas.

¿Nos puedes platicar un poco más sobre el origen de esta pieza y sus implicaciones en el contexto urbano de Veracruz?

El Centro Deportivo Ferrocarrilero está en Xalapa, Veracruz, y es parte de varios centros deportivos que hay en Aguascalientes, Tabasco y Ciudad de México. Fue parte de las victorias sindicales del Sindicato Ferrocarrilero. Trabajaron muy de cerca con Pascual Broid, por eso la atribuyo a él: un arquitecto poco estudiado.

Como ya habían ganado la gran huelga de los ferrocarrileros, que es un antes y después de los movimientos sindicales en México, y con los beneficios de aumento de salario, el sindicato empezó a procurar a sus afiliados e hicieron esta red de centros deportivos, los cuales tenían todas las características del movimiento moderno: integración plástica con murales, arquitectura internacional funcionalista, centros de convivencia y desde luego juegos infantiles.

Para el proyecto se diseñó esta resbaladilla que es una construcción de piezas de concreto precolado, ensambladas con aplicaciones de fierro. Este mismo diseño lo tenemos en varios lugares, casi se conserva en todos los centros deportivos ferrocarrileros del país: es un diseño inspirado en los juegos soviéticos y tiene casi 12 metros de altura.

Está pensada para un gran flujo de niños: tiene doble escalinata para subir y una pequeña plaza en la cima para distribuir a los usuarios conforme van descendiendo.

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Cortesía de Aldo Solano Rojas.

Alberto Pérez Soria, Esculturas-juegos del Instituto Nacional de Protección a la Infancia (INPI), 1969. Fotografías del artista y Aldo Solano Rojas.

Pedro Miret, Podium para niños en Unidad Independencia, 1971. Cortesía de Aldo Solano Rojas.

Teodoro González de León, Juego para plaza pública en forma de pez, 1962. Tomada de Archivo Teodoro González de León. Cortesía de Aldo Solano Rojas.

Cohete de Tlatelolco, 1964. Tomada de Colección Carlos Villasana. Cortesía de Aldo Solano Rojas.

Pascual Broid (atribuida), Resbaladilla del Centro Deportivo Ferrocarrilero, 1958. Tomada de Mediateca INAH. Cortesía de Aldo Solano Rojas.