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Éxitos de ayer y hoy. Primera muestra de la colección del Museo Comunitario y Club de Lectura de Sierra Hermosa, curada por Natalia de la Rosa y Cristóbal Gracia, 2018. Cortesía de la curadora.

5 nuevos curadores nos hablan de los retos de la curaduría en México

Reporte 19.02.2019

Manuel Guerrero

Consultamos a algunos jóvenes curadores sobre los retos que tiene la curaduría en México, y sobre sus inquietudes e intereses.

De acuerdo con las investigaciones de Olivier Debroise en El arte de mostrar el arte mexicano, la curaduría en México apareció «de una manera casi espontánea», a finales de la década de 1980, con una recepción hostil de parte de los académicos y los críticos de arte al inicio, y al margen de las agendas de varios recintos en la capital mexicana. Sin embargo, en la actualidad, es difícil concebir el desarrollo del arte contemporáneo en los espacios de exposición oficiales, privados o independientes, sin tomar en consideración la labor que el curador desempeña al mediar las relaciones entre los públicos, la propuesta del artista y el perfil de las instituciones.

Si bien la curaduría es una profesión que ya forma parte de programas académicos en universidades públicas y privadas en México, es pertinente señalar que los agentes involucrados abordan las prácticas curatoriales de distintas maneras, influidos por su formación, vínculos con proyectos de gestión o su ubicación geográfica; esto es algo que ha tomado fuerza especialmente en las nuevas generaciones de curadores.

Con el fin de ofrecer una visión general sobre los retos de la curaduría en el país, consultamos a un grupo de curadores (Daril Fortis, Helena Lugo, Oliver Martínez, Roselin R. Espinosa y Natalia de la Rosa) que, si bien no sobrepasan los 35 años, ya cuentan con propuestas sólidas en la escena artística mexicana. El orden es alfabético.

 

Daril Fortis (Tijuana, Baja California, 1988)

Daril Fortis es escritor, curador e investigador de arte. Es cofundador y coordinador de programas de Periférica, una organización con base en Tijuana, dedicada a la generación y distribución de contenidos relacionados con artes visuales. Fortis se graduó con honores de la licenciatura en Artes Plásticas por la Universidad Autónoma de Baja California. Ha colaborado con diferentes instituciones culturales como la Secretaría de Cultura de Coahuila, el Centro Cultural Tijuana, el Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas, Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, Instituto Sinaloense de Cultura; y en espacios e iniciativas autónomas como Shaped in Mexico, Festival Internacional de Fotografía Tijuana, Simposio Internacional de Teoría sobre Arte Contemporáneo, 206 Arte Contemporáneo, Salón ACME y Modern Love, entre otras.

Curador joven. Curaduría en México.

Retrato de Daril Fortis. Cortesía del curador.

¿En qué medida radicar en Tijuana, Baja California ha permeado tu posicionamiento como curador?

Por un lado, me ha enfrentado a la desconfianza que supone ser un curador gestado en Tijuana, donde tradicionalmente han sido curadores foráneos quienes han ocupado ese lugar; por otro, me ha llevado a participar de algunas dinámicas del centro, debido a políticas de descentralización. Esta intermitencia entre un sistema local que prescinde con facilidad de la figura del curador, y la recursiva selección e invitación a proyectos del centro del país, me ha puesto en una situación de tensión, a medio camino entre la reivindicación de relatos marginales y la definición de una hegemonía localizada.

Plástico reciclado en una sala de exposiciones. Curadores jóvenes.

Detalle de la exposición Intuir el azar de Jaime Ruiz Otis en El Cubo, Centro Cultural Tijuana, 2017. Fotografía de Estefany Maya. Cortesía de Daril Fortis.

¿Tienes alguna exposición o proyecto en desarrollo?

Una investigación sobre la historia del performance en Tijuana, desde la década de 1980 a la actualidad.

 

Helena Lugo (México, 1989)

Es historiadora del arte y curadora independiente. Hasta el reciente cambio de administración en el estado de Morelos, fue coordinadora de investigación en el MMAC Juan Soriano (2017- 2018). Cuenta con una maestría en Curaduría por el Goldsmiths College. Entre sus exposiciones recientes se encuentran Atlas de la ciudad (MMAC Juan Soriano, Cuernavaca, 2018), Mientras desaparezca (LADRÓNgalería, Ciudad de México, 2017), de regreso a la isla (Casal Solleric, Palma de Mallorca, España, 2016), y Between 9:00 pm and Home (Chalton Gallery, Londres, 2015). Es cofundadora del colectivo curatorial n/R (never Ripe / never Rotten) junto con Francesca Altamura y John Kenneth Paranada. Es editora de la publicación A Return to the Island (2018).

Curadora joven. Curaduría en México.

Retrato de Helena Lugo. Cortesía de la curadora.

En tu experiencia, y en referencia al contexto cultural y político de México, ¿cuál es el papel que desempeña la curaduría en los museos de arte contemporáneo?

Creo que primero habría que reflexionar sobre el papel de los museos de arte contemporáneo. Generalmente el museo se piensa como un refugio para el pensamiento, es un espacio en donde se pueden ensayar diferentes formatos, conceptos, formas, actitudes, etcétera. Son espacios donde se genera memoria, se resguarda el pasado y también se crean otros futuros. En ese sentido, el papel de la curaduría se vuelve fundamental pues es a través de ejercicios y estrategias curatoriales que se cuentan historias, se evocan conceptos o se generan reflexiones sobre ciertos temas y preocupaciones a través del arte. El curador se vuelve una figura primordial en el museo pues es quien finalmente selecciona qué se muestra y de qué maneras se enuncia. Es importante entonces que la curaduría tenga clara la intención del museo y el tipo de público al que le está hablando, y que además tenga un gran conocimiento sobre el arte y las inquietudes de las producciones actuales, pues la curaduría es mucho más que seleccionar; se trata de entender las producciones actuales en relación a su contexto y generar discursos a partir de eso. 

En relación a México me parece que falta ser mucho más críticos no solo con el contexto sino también con nuestras instituciones, me parece que ya tiene un tiempo que los museos están muy debilitados y no parece que este cambio de administración mejore la situación.

Rodrigo Red Sandoval,Live Streaming, 2015. Cortesía de Rodrigo Red Sandoval.

¿Tienes alguna exposición o proyecto en desarrollo?

Recientemente acabó de sacar una publicación titulada A Return to the Island; es una exposición en formato de libro que reúne 30 artistas, escritores, filósofos y otros pensadores para volcarse al pasado y regresar a la isla de utopía que Tomás Moro imaginó hace 500 años, para ver qué podemos tomar de ella, que queda y que desapareció. Ahora mismo estoy empezando a trabajar una especie de segunda parte que tome diferentes formas, y que en vez de voltear a ver el pasado comience a pensar en el futuro. Es un proyecto que tendrá mucho más qué ver con imaginar futuros y alternativas sociales, económicas y políticas a través del arte. 

 

—Oliver Martínez Kandt (México, 1986)

Martínez Kandt se ha desempeñado como investigador del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, como curador asociado en Komplot, Bruselas y en la décima Bienal de Nicaragua/Fundación Ortiz-Guardián. Actualmente es curador de Parallel Oaxaca: un estudio curatorial independiente con sede en Oaxaca.

Curador joven. Curaduría en México.

Retrato de Oliver Martínez Kandt. Tomada de Artforum.

Basado en tu experiencia como curador radicado en Oaxaca, y tomando en consideración lo que ocurre en otros estados del país, ¿cuál consideras que es la principal característica de la escena artística oaxaqueña?

Considero que la curaduría, así como la práctica artística hoy en día, puede hacerse desde donde sea siempre que amplíen discursivamente la práctica creativa y sean dirigidos a públicos diversos nacionales e internacionales. En mi experiencia, Oaxaca ofrece esta perspectiva debido a que es un punto de convergencia, de cambios sociales y culturales constantes.

Los proyectos que realizo en Oaxaca, al igual que la práctica de artistas que han tomado la decisión de producir aquí, tienen la particularidad de ser reflexivos a su entorno: un entorno muy nutrido en donde la mayoría de los territorios se construyen por estructuras de organización comunitaria; donde se reconocen y fomentan los valores tradicionales de la gente y su relación con la naturaleza y donde la cultura colectiva constituye una identidad que resiste las tendencias masificadas. Las características principales de la producción de arte y curaduría en Oaxaca es la información de un territorio que cada día se auto-edifica, que es consciente de sus cambios y que imagina cómo resistir la representación oficial que impide el movimiento.

Exposición en una galería de arte. Curaduría en México

Fernando Palma en Parallel Oaxaca. Tomada de Contemporary Art Daily.

¿Tienes alguna exposición o proyecto en desarrollo?

Estoy culminando el quinto programa anual en Parallel Oaxaca —el espacio independiente que dirijo. Preparamos la exposición individual de Moisés García Nava, artista oaxaqueño quién estará presentando nuevas obras escultóricas sobre la experiencia intuitiva o evidente de ritmos topológicos del espacio, esta exposición se mantendrá todo febrero y marzo.

Igualmente estoy por presentar un segundo momento de la revisión curatorial llamada Historias recientes del arte contemporáneo en México, apoyada por la Fundación Jumex dentro de nuestro programa anual, en la que presentaremos el trabajo de Taniel Morales: un artista importantísimo en la escena actual latinoamericana cuyo trabajo tal vez no ha sido muy revisado por su diversidad, ya que trabaja con instalaciones sonoras, escultura, textos, pintura y actividades pedagógicas.

Con Taniel presentaremos una instalación sonora a manera de una composición sensorial de espacios y lenguajes indígenas de Oaxaca que convergen como un atlas del cuerpo, donde el trabajo colectivo impulsado por el artista conspira el reconocimiento de lo familiar dentro del desplazamiento sistematizado de lenguas originarias en el país, para que éstas reactiven, multiplicándose y constituyan nuevos espacios. También estamos en medio de la producción de un nuevo video de Naomi Rincón Gallardo, que presentaremos en Oaxaca en otoño de este año.

 

—Roselin R. Espinosa (La Habana, Cuba, 1986)

Es historiadora de arte con Maestría en Historia del Arte por la UNAM y curadora independiente. Además, es integrante de los Yacusis. Grupo de Estudios Sub-Críticos y actualmente es coordinadora curatorial en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) de la UNAM.

Retrato de Roselin R. Espinosa. Fotografía de Cuartoscuro. Tomada de El Sur.

¿De qué forma tu trabajo en el MUAC y en proyectos independientes ha definido tu práctica curatorial?

Trabajar en una institución pública y un espacio independiente los últimos años ha generado en mi práctica curatorial un efecto de bisagra o estrabismo crítico al tener la mirada en los dos ámbitos simultáneamente. Me parece productivo para ambas zonas contar con una perspectiva de tránsitos y flujos de formas de trabajo. Un museo público como el MUAC aporta estructuras útiles de trabajo y una visión amplia del campo a nivel internacional y de circulación de discursos. Sin embargo por su propia naturaleza resulta limitado como observatorio de las prácticas vivas locales.

Adicionalmente, ser parte del colectivo de Biquini Wax EPS desde 2015 ha sido, no solo un laboratorio de pensamiento crítico, sino también un espacio de experimentación de diversos modos de trabajo colaborativo y una abertura al flujo de prácticas artísticas recientes y agentes que difícilmente tengan paso por un museo. No comparto los presuntos antagonismos entre institucional e independiente porque no funcionan en la práctica. Me interesa más pensar en cómo se articulan intersecciones entre ambos ámbitos, porque es en esas colaboraciones que se actualizan y renegociar los valores asignados por convención a ambos. La experiencia de coordinar en el museo la exposición de Melquiades Herrera curada por los Yacusis, grupo de estudios subcríticos de Biquini wax EPS, estuvo atravesada por esas tensiones productivas.

Detalle de la exposición Melquiades Herrera: Reportaje plástico de un teorema cultural en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo, 2018. Tomada de la página del museo.

¿Qué proyectos tienes en puerta?

Este año inicio el programa de doctorado en Historia del Arte en la UNAM con una investigación sobre «la vanguardia salvaje», o la relación entre cultura popular y neovanguardia en las décadas de 1970 y 1980 en México. Esta es una continuación del trabajo colectivo sobre Melquiades Herrera del año pasado. Como parte de los Yacusis estamos por publicar un libro catálogo sobre Juan Acha y su paso por el Museo de Arte Moderno y la revista Artes Visuales, resultado de la exposición que presentamos en 2017 en el MAM. En Biquini Wax estamos trabajando un proyecto que se presentará en Francia a mediados de año.

 

—Natalia de la Rosa (México, 1983)

Es historiadora del arte y curadora mexicana. Sus estudios se centran en el arte moderno y contemporáneo en México, el muralismo mexicano y el arte público, y la teoría de la vanguardia en América Latina.

Fue curadora Asociada en el Museo de Arte Moderno de México de 2014 a 2016. Obtuvo el Premio Cátedra William Bullock 2017 en museología crítica, otorgado por el Museo Universitario de Arte Contemporáneo y el British Council. Trabajó como Postdoctorante Asociada en el Departamento de Romance Studies y la Duke Brasil Initiative (CLACS) en la Universidad de Duke (2016 -2018).

Actualmente colabora con los Yacuzis. Grupo de Estudios Sub-Críticos y Biquini Wax EPS, colectivos que producen proyectos editoriales, pedagógicos, curatoriales y artísticos. De la Rosa participa como profesora invitada en el Programa de Campus Expandido del MUAC (Primavera de 2019), y actualmente coordina el Museo Comunitario y Club de Lectura de Sierra Hermosa (Zacatecas), por el cual recibió la beca Fundación Jumex (2019-2020).

Retrato de Natalia de la Rosa. Cortesía de la curadora.

¿Cuáles consideras que son los mayores retos que enfrentan los curadores jóvenes frente a las instituciones museísticas en México?

Existen dos problemáticas claras. Una depende de una estructura externa a la institución, la cual está vinculada a la precarización de la cultura en el país. Es decir, ante la escasez de presupuestos la mayoría de las instituciones dan prioridad a los proyectos que buscan consolidar un programa establecido y difícil de mover, apuestas que tanto las direcciones como los equipos curatoriales consideran en una línea segura (y que en este país funciona mucho a través de la efeméride). A esto está vinculada la estructura interna del museo, que depende del propio modelo discursivo que ha generado la institución, el cual dificulta la entrada de propuestas curatoriales distintas (mucho menos radicales o que implican un contrarrelato) a un programa establecido. Ante esta situación, los «jóvenes curadores» han optado por crear plataformas propias y redes para desarrollar proyectos, que muchas veces proponen formas distintas y novedosas para referir a los cambios políticos y económicos en el país, al mismo tiempo que dan cuenta las transformaciones artísticas que suceden y que las instituciones pasan por alto. Cabe destacar, que estas plataformas curatoriales tienen la característica de operar bajo un sentido de descentralización cultural, cosa que no sucede en las instituciones oficiales, ya que se caracterizan por generar vínculos entre la Ciudad de México, el Estado de México, Oaxaca, Culiacán, Tijuana, Guadalajara, Monterrey y Zacatecas, por poner algunos ejemplos. 

Personas con objetos coloridos en una sierra. Curaduría en México.

Wendy Cabrera Rubio, Amor en el semi-desierto zacatecano. La maldición del Chupacabras II, Museo Comunitario y Club de Lectura de Sierra Hermosa, Zacatecas, 2018. Cortesía de Natalia de la Rosa.

¿Tienes alguna exposición o proyecto en desarrollo? 

Tengo varios proyectos en desarrollo, muchos de ellos en complicidad con otras mujeres (casi siempre trabajo de forma colectiva o en diálogo). Son ejercicios que intentan romper con la separación entre curador/artista, táctica inspirada en el acompañamiento que Frederico Morais hacía en el proceso de producción artística y que lo llevó a proponer el término de «crítico-artista». El más relevante de estos proyectos es el Museo Comunitario y Club de Lectura de Sierra Hermosa (en colaboración con BWEPS y en cocoordinación con Paloma Contreras Lomas), el cual está encargado reflexionar desde la teoría y la práctica las categorías de «museo», «museo comunitario», «comunidad», «anti-museo» a través de las herramientas de la lectura colectiva, los estudios de género, la geopolítica del conocimiento, el giro pedagógico y los no-objetualismos. El objetivo es romper con las jerarquías y centralizaciones tradicionales que funcionan alrededor del arte y el museo, analizar las problemáticas socio-económicas del contexto y, en mayor medida, generar producciones sensibles (objetos, imágenes, acciones, colecciones) a través de la afectividad y el entrecruce de conocimientos. Asimismo, tengo un par de proyectos curatoriales en desarrollo con Wendy Cabrera Rubio (uno sobre fotografía contemporánea y otro sobre cultura de masas); reflexiones que, de nuevo, mezclan y confunden los límites entre curaduría, museografía y producción artística.

Manuel Guerrero

Ha participado en más de quince exposiciones colectivas y encuentros de arte sonoro en México, Reino Unido, Japón y España. A la par de la producción artística, ha escrito para más de doce plataformas dedicadas a la reseña y crítica de arte.

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Detalle de la exposición Intuir el azar de Jaime Ruiz Otis en El Cubo, Centro Cultural Tijuana, 2017. Fotografía de Estefany Maya. Cortesía de Daril Fortis.

Retrato de Helena Lugo. Cortesía de la curadora.

Rodrigo Red Sandoval,Live Streaming, 2015. Cortesía de Rodrigo Red Sandoval.

Retrato de Oliver Martínez Kandt. Tomada de Artforum.

Fernando Palma en Parallel Oaxaca. Tomada de Contemporary Art Daily.

Retrato de Roselin R. Espinosa. Fotografía de Cuartoscuro. Tomada de El Sur.

Detalle de la exposición Melquiades Herrera: Reportaje plástico de un teorema cultural en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo, 2018. Tomada de la página del museo.

Retrato de Natalia de la Rosa. Cortesía de la curadora.

Israel Urmeer, El día que atrape al Correcaminos, en el marco de la exhibición Éxitos de ayer y hoy. Primera muestra de la colección del Museo Comunitario y Club de Lectura de Sierra Hermosa, curada por Natalia de la Rosa y Cristóbal Gracia, 2018. Cortesía de la curadora.