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Guía de viaje —Cuatro tendencias de movilidad

28.08.2012

Una de las características que identifican a la sociedad contemporánea es la búsqueda de soluciones que permitan a los habitantes transportarse con facilidad a lo largo y ancho de las ciudades. Esta búsqueda ha provocado múltiples, complejos e incalculables efectos sobre la dinámica del espacio urbano.

En la ciudad de México, por ejemplo, el sistema de transporte público colectivo ha alcanzado realidades desbordantes: el metro traslada a cuatro millones de pasajeros diariamente, mientras que por las calles circulan 19 millones de vehículos privados.

La interacción entre los sistemas de transporte público y privado, mezclada con diversos factores —como la percepción del automóvil como sinónimo de calidad de vida y las malas políticas públicas en relación al uso de suelo urbano— ha provocado, entre otras cosas, la saturación de las calles con millones de automóviles, un problema de contaminación ambiental enorme y, por irónico que parezca, graves carencias de movilidad en la ciudad.

El problema puede entenderse de la siguiente manera: 80% de los vehículos que circulan por la ciudad son automóviles de uso particular y tan solo 20% son públicos; sin embargo, el transporte privado solamente atiende a 25% de la población, mientras los sistemas de transporte público movilizan a más del 70%.

A la compleja realidad del transporte habrá que sumar el proceso de urbanización que ha sufrido el mundo durante las últimas décadas. Por ejemplo, a principios de siglo, 100 mil personas vivían en la ciudad de México; entre las décadas de 1960 a 1980 la migración de los estados hacia la capital provocó el crecimiento urbano que conocemos hoy: más de 20 millones de habitantes en la zona Metropolitana del Valle de México.

Este fenómeno también ocurrió en el resto del globo: ahora más de la mitad de la población mundial habita en áreas urbanas y el número sigue en aumento. Las tendencias son claras: según la ONU en 2015 habrá 358 ciudades con más de un millón de habitantes y 27 megaciudades con diez millones de habitantes o más. Entre 2020 y 2025 la población urbana se duplicará y en 2050 todas las regiones del planeta ocupadas por el ser humano serán predominantemente urbanas.

Para los encargados del diseño del transporte y la movilidad estos fenómenos son fundamentales, pues estas condiciones requieren pensar nuevas formas de transportarse. En el ámbito del diseño han surgido cuatro líneas de acción que marcan las tendencias básicas a nivel mundial en el desarrollo de propuestas de movilidad:

01. Eficiencia energética

El transporte del futuro disminuirá considerablemente su consumo energético. La tendencia es gastar menos energía para mover a las personas. La principal estrategia para lograrlo es la disminución del peso de los vehículos, pues diversos estudios han demostrado que 60% del consumo energético del transporte está relacionado con el peso del vehículo. Un ejemplo claro son los diseños que participan en el Shell Eco-marathon, evento dedicado a promover la investigación de vehículos de alta eficiencia energética.

Los vehículos compactos son la nueva tendencia: 85% de la gente viaja sola o con un acompañante en su auto; es decir, transporta aire. El Smart es la propuesta contemporánea más conocida, pero la mayoría de las marcas importantes tienen diseños compactos. Finalmente, el uso de motores eléctricos y propulsión humana son una solución que llegó para quedarse, ya que a diferencia de los motores de gasolina, los primeros alcanzan más de 90% de eficiencia con mínimas pérdidas de energía y los segundos son cero emisiones.

02. Energías alternativas

Aún cuando el transporte del futuro se mueva con motores eléctricos requerirá energía que vendrá de fuentes renovables; de otra forma los vehículos eléctricos contaminarían indirectamente por las emisiones de las plantas generadoras tradicionales.

Las tecnologías más recurrentes son la solar y la eólica. Actualmente las estaciones de recarga solar comienzan a ser más comunes en sitios de taxis ecológicos, estacionamientos y espacios privados.

Por su parte, las estaciones de energía eólica no son tan comunes; sin embargo, empresas como Urban Green Energy y General Electric han desarrollado estaciones de recarga que funcionan con base en el impulso del viento.

03. Transporte multimodal

La movilidad del futuro está fincada en construir una red de transporte que interconecte una amplia gama de opciones, a ello se le llama transporte multimodal, el cual busca ofrecer a los usuarios diferentes sistemas o modos de transporte interconectados, para que las personas obtengan diferentes escalas de movilidad. La idea es que los usuarios accedan a una red que va desde el más pequeño y lento de los sistemas hasta el más grande y veloz.

La caminata es el modo de transporte más básico que existe y ha ganado adeptos convirtiéndose en una tendencia fuerte de los sistemas de movilidad contemporánea, porque brinda múltiples beneficios a la salud y tiene gran fuerza para rescatar el espacio público y la interacción social.

Los vehículos de propulsión humana dan ventajas que ningún otro sistema de transporte ofrece. La bicicleta, por ejemplo, es entre cinco y siete veces más rápida que la caminata y mucho más flexible, barata y ecológica que el camión. Se ha vuelto una forma básica de generar movilidad dentro de los barrios y las colonias, por ejemplo con los sistemas de bicicleta compartida.

Finalmente, los sistemas de Autobuses de Tránsito Rápido —RBT, por sus siglas en inglés— son ya una extendida solución alrededor del mundo; sin embargo, las tendencias indican que mutarán hacia otro tipo de sistema llamado Tránsito Rápido de Personal —PRT, por sus siglas en inglés—. Los vehículos que utiliza el PRT son eléctricos, sumamente ligeros, autónomos, no requieren conductor y se mueven a través de una ruta virtual. Parte de la innovación consiste en que no tienen paradas y utilizan un software que administra la oferta y demanda de los viajes.

04. Accesibilidad

Una de las tendencias más interesantes y radicales para solucionar los problemas de transporte del futuro es no utilizar transporte: cambiar la movilidad por accesibilidad. Se trata de un concepto relacionado con la posibilidad de llegar, alcanzar o acceder a un lugar o destino. Una tendencia es acercar los lugares a la gente. Se plantea que una forma de solucionar los problemas de movilidad del futuro es evitar que la gente se mueva demasiado: diseñar espacios culturales, deportivos, sociales, comerciales y de salud cerca de la gente, de esta forma la ciudad se dividirá en múltiples zonas, en las cuales los habitantes puedan desarrollar la mayoría de sus actividades.

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