Cn
Rodrigo Moya, Hipotecados , 1966. Cortesía Museo Amparo.

Rodrigo Moya en el Museo Amparo. La fotografía como documento social

Destacado 31.03.2019

El Museo Amparo presenta una exposición que revisa el trabajo del fotógrafo Rodrigo Moya, quien ha configurado la memoria de América Latina.

Tras unas primeras décadas en que se entendió más como un artilugio tecnológico, la fotografía llegó al siglo XX buscando su propio lenguaje. Eran los años de las vanguardias, y de las décadas de 1920 a 1940 fotógrafos como Walker Evans, Edward Weston, Tina Modotti, Manuel Álvarez Bravo y Nacho López  se aventuraban con temas y nuevas formas. 

Es en este caldo de cultivo donde se desarrolló Rodrigo Moya (Colombia, 1934). Hijo de un escenógrafo de la Época de oro del cine mexicano, el joven Rodrigo transitaba por las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México, cámara en mano. Fue la luz particular —entonces literalmente la región más transparente—, pero también sus contrastes sociales y la compleja dimensión de sus habitantes lo que forjaron su sensibilidad y su mirada. Y gracias a su posterior trabajo en la revista Impacto se convirtió en una de las figuras trascendentales del fotoperiodismo y fotodocumentalismo de América Latina.

Foto en blanco y negro de una rueda de la fortuna.

Rodrigo Moya, Rueda de la fortuna , 1961. Cortesía Museo Amparo.

Fotógrafo, editor, escritor y poeta, Rodrigo Moya presenta actualmente una exposición en el Museo Amparo, que reconoce su trayectoria como forjador de imágenes que han conformado la historia visual de toda América Latina.

De la tradición a la modernidad, lo rural a lo urbano, de la precariedad a la riqueza, de lo individual a lo social, el trabajo de Rodrigo Moya «es dialéctica: en el espacio del encuadre busca sintetizar aquellos rasgos antitéticos que, en su enfrentamiento y choque permanente, constituyen la compleja e híbrida realidad de México», explica el museo en su boletín.

Bajo su lente, que nos regaló imágenes con valores plásticos innegables, pasó toda una época, con sus grandes hombres —él tomó el retrato de Gabo con el ojo que que Vargas Llosa le puso morado tras un altercado, tomó 19 retratos del Che, solo 19 de una sola vez porque no le quedaban más tiros; de Diego Rivera y el Indio Fernández—, de delincuentes —como el icónico retrato de Roberto «El Güero» Batillas, pistola en mano»—, de la gente de a pie; de las calles y de los eventos que cambiaron la historia.

NegrMex de Rodrigo Moya

Vista de la exposición Rodrigo Moya. Cortesía Museo Amparo.

La exposición Rodrigo Moya. MÉXICO está compuesta por 200 impresiones fotográficas originales de plata gelatina —muchas de ellas de época o copias vintage. En diálogo con estos positivos fotográficos, la exposición también incluye material documental y gráfico como video, y publicaciones y facsímiles de época sobre Rodrigo Moya.

La muestra estará abierta hasta el 6 de mayo.

 

 

siguiente

Newsletter

Mantente al día con lo último de Gallery Weekend CDMX.