En Revista Código, cada fin de año hemos preguntado a una serie de creadores y pensadores qué fue, a su juicio, lo mejor del año en el ámbito del arte. Ahora no solo asistimos al fin de 2019, sino también al cierre de la segunda década del siglo XX, un periodo en el que la arquitectura mexicana se revitalizó e hizo eco en la escena internacional a través de premios, exposiciones y obras.

Preguntamos a los arquitectos Jorge Arvizu Soto (MMX), Fernanda Canales, Gabriela Carrillo Valadez, Wonne Ickx (PRODUCTORA), Isabel Martínez Abascal, Emmanuel Ramírez (MMX), Diego Ricalde (MMX), Ignacio del Río (MMX), Lorenzo Rocha y Mauricio Rocha qué fue para ellos lo más destacado de la década. El orden es alfabético.

 

—Jorge Arvizu Soto | Arquitecto

[Para mí lo mejor de la década en arquitectura fue] el Archivo Histórico del Estado de Oaxaca de Mendaro Corsini. Es un edificio perfectamente pensado y ejecutado. Con espacios arquitectónicos dignos que se tejen con el contexto y que expresan serenidad.

[Y como arquitecto], Benjamín Romano, debido a su trayectoria profesional y académica y a la gran calidad de su trabajo.

[En cuanto a exposiciones]: Arquitectura y territorio, que se presentó en el marco de Mextrópoli 2019, en el Museo Franz Mayer.

Jorge Arvizu Soto es arquitecto y urbanista titulado con honores por la IBERO y Maestro en Ingeniería Civil y Administración de la Construcción por la IBERO. Ha trabajado en reconocidos estudios de arquitectura entre los que destacan TEN Arquitectos, Volvox Construcciones y el Taller de Arquitectura X de Alberto Kalach, así como una estrecha colaboración con el Arquitecto Oscar Hagerman en la construcción de albergues y escuelas en zonas rurales marginadas. Es socio del Estudio MMX.

 

—Fernanda Canales | Arquitectura

Lo relevante para la arquitectura no ha sido un edificio ni una exhibición, sino el cambio en las ciudades gracias a personas que han replanteado la manera de habitar y moverse de forma más libre y eficiente. Usar transportes no motorizados y compartir con desconocidos desde una casa hasta una mesa para comer han abierto nuevos mundos para la arquitectura y el urbanismo. En la siguiente década tocará pasar de esta visión romántica a producir espacios y sistemas constructivos bajo la eficiencia de compartir, con base en nuevas maneras de entender la relación entre recursos y deshechos.

—Fernanda Canales (Ciudad de México, 1974) es doctora en Arquitectura por la Universidad Politécnica de Madrid y profesora visitante en la Universidad de Yale, Fernanda Canales ha recibido reconocimientos como el Emerging Voices del Architectural League of New York. Su obra ha sido expuesta en The Royal Academy of Arts de Londres y en ifa galería de Stuttgart. Es autora del libro Espacios privados, estructuras colectivas (Actar, 2019), Vivienda colectiva en México (Gustavo Gili, 2017), y Arquitectura en México 1900-2010 (Arquine, 2013).

 

—Gabriela Carrillo Valadez | Arquitecta

Para mí lo más significativo en términos de proyectos arquitectónicos no tiene que ver con un ejercicio específico, sino con una práctica que en la última década se ha diversificado. Ha sido relevante ver cómo en estos últimos diez años, desde muchos lugares, los ojos han volteado a ver el trabajo que se hace en este país, basta ver los reconocimientos internacionales que reciben múltiples oficinas mexicanas desde los Emerging Voices Awards, los premios Mies (Fundació Mies van der Rohe), los Architectural Review hasta los Holcim Awards.

Las posiciones destacadas de mexicanos curando exposiciones internacionales sobre arquitectura y diseño, haciendo importantes publicaciones, contribuyendo desde la academia en escuelas de alto nivel y realizando pabellones donde los autores no solían ser mujeres y menos mexicanas, sin duda, han sido reveladores, pero lo más interesante es que si ponemos todo este trabajo y sus autores juntos, hay un punto en común en todos los ejercicios; la lectura profunda de un ‘sitio’, con respuestas enormes o minúsculas que a pesar de su escala reaccionan silenciosas y en diálogo para reinventar un ‘lugar’, desde un frente social, atacando la mayoría de veces la vulnerabilidad, el espacio público, la crisis; desde un lugar donde el acto de edificar terminar por desvanecerse en acciones que ahora lo activan y reconfiguran espacialmente. Los injertos en unidades habitacionales como aquellas realizadas por Rozana Montiel o las múltiples plazas públicas que enmarcan las ruinas de Teopanzolco y la ciudad de Cuernavaca, además de contener por ahí un auditorio con eventos culturales, se colocan en el mismo lugar para desaparecer, para reconfigurarse a partir de injertos programáticos acompañados de improntas espaciales. Festejo, la desaparición del edificio, su reconfiguración en términos conceptuales y la diversidad que nuestra práctica comienza a tomar de frente a estos 20 años ya transcurridos de luchar, a veces sin mucho éxito por sacudirnos el siglo que ya fue.

Gabriela Carrillo Valadez es egresada de la Facultad de Arquitectura de la UNAM con honores. Desarrolla proyectos arquitectónicos públicos y privados de distintas escalas, recuperaciones históricas, intervenciones efímeras y museografías. Comparte su práctica con la academia en la UNAM desde 2003 y este año en Harvard GSD. Fue nombrada Arquitecta del Año por el Architectural Review en 2017 y este año la Academia de Arquitectura Francesa le otorgó la Gran Medalla de Oro 2019.

 

—Wonne Ickx (PRODUCTORA)

[El proyecto más significativo para mí fue] Antivilla (2010-2015), de Brandlhuber + Emde, Burlon, en Berlín.

Esta transformación de una antigua fábrica de lencería al suroeste de Berlín en un espacio para una vivienda y estudio repiensa —de manera radical— temas de recuperación de inmuebles, confort térmico e insolación. Juega de manera explícita con las a veces absurdas normativas energéticas y reglamentos de construcción. Los autores hacen referencia a Themroc (1973), la película experimental de Claude Faraldo, cuando hablan de las ventanas irregulares que demolieron entre amigos con martillos de obra. Ideando soluciones ad hoc para problemáticas diferentes, se generó un nuevo lenguaje arquitectónico rebelde que oscila entre lo primitivo y lo moderno, entre lo cavernícola y lo tecnológico. Un Barbarella del siglo XXI.

Wonne Ickx junto con Abel Perles, Carlos Bedoya y Víctor Jaime conforma el despacho de arquitectura PRODUCTORA, que recibió entre otros el prestigioso premio Oscar Niemeyer. Este año ganaron en colaboración con Kevin Daley el concurso internacional para construir la nueve sede corporativa de la Houston Endowment en Texas. Los arquitectos de PRODUCTORA fundaron en colaboración con curadora Ruth Estévez, la plataforma LIGA, Espacio para Arquitectura, un espacio independiente que promueve la arquitectura latinoamericana emergente. www.productora-df.com.mx www.liga-df.com

 

—Isabel Martínez Abascal | Arquitecta

Me interesa mucho el trabajo del arquitecto japonés Junya Ishigami por su exploración de los mecanismos que configuran nuestro entorno natural y su intento de extrapolarlos a la arquitectura. Es un nuevo entendimiento de lo que significa construir, no en contraposición a la naturaleza sino en complicidad con ella. La obra de Ishigami configura contextos en los que sumergirnos más que edificios con los que enfrentarnos. En una década en la que la emergencia climática se ha escalado tan gravemente, el entendimiento de la arquitectura como paisaje me parece crucial.

Isabel Martínez Abascal es arquitecta por la Universidad Politécnica de Madrid. Estudió en la Technische Universität de Berlín, y en la Vastu Shilpa Foundation de Ahmedabad (India). Colaboró con los estudios SANAA (Tokio), Aranguren y Gallegos (Madrid), Anupama Kundoo (Berlin) y Pedro Mendes da Rocha (São Paulo). Ha sido profesora de proyectos durante seis años en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Escola da Cidade, en São Paulo. Participó de la curaduría de la X Bienal de Arquitectura de São Paulo, 2013. Dirigió de 2015 a 2017, la plataforma LIGA, espacio para arquitectura DF, dedicada a la exposición, divulgación y discusión de la arquitectura latinoamericana. Fundó en 2015 la oficina de arquitectura LANZA Atelier junto a Alessandro Arienzo. LANZA ha sido nominado al Premio de Obras de la Bienal Iberoamericana de Arquitectura 2016 y al Mies Crown Hall Award for Emerging Architects del IIT Chicago. El estudio ha sido acreedor del League Prize 2017 del Architectural League of New York. El museo SFMOMA de San Francisco celebró la primera exposición individual sobre la obra de LANZA Atelier entre marzo y julio de 2018.

 

—Emmanuel Ramírez | Arquitecto

[Entre lo mejor de la década están] las líneas del Metrobús (de la 2 a la 7). El Metrobús ha transformado positivamente la imagen, la movilidad y la plusvalía de los corredores urbanos por los que pasa. No es estrictamente un edificio, pero si un sistema que transforma las dinámicas del espacio en diversas escalas.

Alberto Kalach, ya que su despacho TAX ha sido y continúa siendo un referente en el panorama de la arquitectura nacional por la tajante exploración geométrica y estructural de sus propuestas.

Y la exposición sobre Carlos Cruz Diez que se presentó en el MUAC a finales de 2012 y principios de 2013.

Emmanuel Ramírez junto a Jorge Arvizu, Diego Ricalde e Ignacio del Rio, dirige Estudio MMX; un estudio de diseño urbano y arquitectónico con base en la Ciudad de México.

Es arquitecto titulado con honores por la UNAM y Maestro en Diseño Urbano por The University College of London (UCL). Ha trabajado en diversos estudios de arquitectura entre como SOM y David Chipperfield Architects en Inglaterra. Fue Profesor en la IBERO y en UTA Arlington y ha sido invitado por múltiples instituciones nacionales e internacionales para juzgar, enseñar y dar conferencias acerca de temas relacionados con sus intereses, así como con el trabajo y proyectos de Estudio MMX.

 

—Diego Ricalde | Arquitecto

Yo elijo la Torre Reforma de Benjamín Romano: es la torre más alta en América Latina —y fue construida a lo largo de la última década—, y no solo subvierte la idea tradicional de rascacielos, sino que demuestra que, en México, la arquitectura puede ser de calidad mundial.

[Entre los arquitectos] debo decir que la mexicana Frida Escobedo —independientemente de su propuesta estética— se convirtió en uno de los actores gremiales que han logrado divulgar, nacional e internacionalmente, el potencial y la calidad de la nueva generación de arquitectos mexicanos.

[Entre las expos] elijo la exposición de Trevor Panglen que se presentó en el Museo Tamayo en 2018.

Diego Ricalde es arquitecto por la UNAM y Maestro en Arquitectura y Urbanism por la Architectural Association School of Architecture. Junto a Jorge Arvizu, Ignacio del Rio y Emmanuel Ramírez, dirige Estudio MMX. Diego Ha trabajado en México, Suiza e Italia en diseño urbano y estratégico, así como diseño arquitectónico y diseño computacional. Ha sido invitado por múltiples instituciones nacionales e internacionales para calificar, enseñar y dar conferencias.

 

 

—Ignacio del Río | Arquitecto

A pesar de sus polémico origen y su desastrosos destinos, para mí lo más destacado de la década es el Aeropuerto de Texcoco de Sir Norman Foster + FREE. Cualquier aeropuerto, por su envergadura e importancia estratégica es significativo en cualquier sitio y momento.

Además, entre los numerosos y pujantes estudios jóvenes de Arquitectura, Macías Peredo destaca por la innegable calidad de sus propuestas espaciales y materiales.

En cuanto a exposiciones, me parece que Arquitectura en México 1900-2010, que curó Fernanda Canales para el Centro Cultural Banamex y que se presentó en 2013.

Ignacio del Río es director de operaciones de Estudio MMX, consultor de diversos estudios y crítico invitado en diversas instituciones. Se tituló con honores en la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Ha trabajado para TAX de Alberto Kalach y para DL+A y Molestina, en España, así como para otros despachos de arquitectura. Ha recibido numerosos premios entre los que desatacan la Beca de Jóvenes Creadores (Fonca), y el Primer Premio en el XI Concurso Internacional Arquine. En conjunto con Estudio MMX, ha recibido también el Architectural League Prize for Young Architects, el Architectural Record «Design Vanguard Award» y el Premio Cemex Nacional e Internacional, entre algunos otros premios de concursos públicos y privados.

 

—Lorenzo Rocha | Arquitecto y crítico

El estudio francés de arquitectura Lacaton & Vassal, que ha impulsado la filosofía de reutilizar en lugar de demoler edificios, ha sido quien más ha influido en mi trabajo y reflexiones, en los últimos diez años. 

En el libro Actitud (Gustavo Gili, 2017) aparecen sus tres principios fundamentales: la libertad estructural, la eficiencia económica y el control ambiental de los edificios. El Palais de Tokyo, una obra realizada por etapas y finalmente inaugurada en 2011, resume su postura frente a la forma arquitectónica, con un diseño discreto y flexible en el cual los arquitectos ceden su protagonismo en beneficio del público.

Lorenzo Rocha es arquitecto y maestro en teoría crítica. Su interés se centra en el uso experimental del espacio. Incorpora actualmente a su trabajo prácticas interdisciplinarias que le permiten explorar el impacto del diseño y la intervención en los espacios que produce y la reactivación de espacios por medio de su uso social. Desde 2005 es director editorial de la revista [ESPACIO] arte contemporáneo. Colaborador regular del diario Milenio desde 2006. En 2018 publicó el libro Arquitectura crítica. Proyectos con espíritu inconformista. Actualmente es director de la Oficina de transformación urbana y de la Oficina de arte, un espacio para residencias artísticas en el centro de la Ciudad de México.

 

—Mauricio Rocha | Arquitecto

[Mi selección es] la Capela do Monte de Álvaro Siza, en Barão de São João (Algarve, Portugal). Con una planta arquitectónica de 10.34 x 6.34, un poco más de 60 metros cuadrados, esta pequeña obra logra un manifiesto que define en mucho su postura ética y estética de Álvaro Siza a lo largo de su vida profesional. Comisionada al arquitecto en 2016, la capilla muestra una profunda sencillez y utilizando en esencia un solo material logra construir un espacio contundente capaz de ofrecer una experiencia poética.

Con esta pequeña obra, el arquitecto de 83 años —que a ganado todos los premios posibles y construido obras en diferentes escalas—, nos deja una gran enseñanza para entender que cualquier oportunidad es fundamental y puede trasmitir profundidad. Siza no se repite, se reinventa en cada proyecto. Siempre con un discurso que privilegia lo íntimo y personal. Es un gran ejemplo a seguir.

Mauricio Rocha (Ciudad de México, 1965) es egresado con mención honorífica de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, Max Cetto. En 1991 fundó Taller de Arquitectura-Mauricio Rocha y desde 2012 es socio fundador de Taller |Mauricio Rocha + Gabriela Carrillo|. A lo largo de 20 años de práctica profesional ha desarrollado proyectos de carácter público y privado de múltiples escalas, alternando su trabajo con la realización de intervenciones de arquitectura efímera en exposiciones de arte, así como de museografía. Ha sido premiado en múltiples ocasiones, entre ellas el primer premio y medalla de oro en dos ocasiones de la Bienal de Arquitectura Mexicana, así como la Bienal Panamericana (BAQ) e Iberoamericana (BIAU) en dos ocasiones, la Medalla de Oro Palmares de la Academia de Arquitectura de Francia y la mención de honor en Premio Oscar Niemeyer por «Juzgados oral penal en Pátzcuaro, Michoacán». Su trabajo ha sido expuesto en México, NY, China, Brasil, Venecia y Turín, entre otras ciudades y países. Desde 2011es miembro de la Academia Nacional de Arquitectura y desde 2014 forma parte de la Academia Nacional de Artes. Algunos de sus proyectos forman parte de la colección del Centro Pompidou en París, Francia. Su trabajo ha sido publicado en diferentes partes del mundo, en revistas y libros como Domus, 10×10 Phaidon, Arquine y Escala, entre otros; y en 2011 publicó su libro Mauricio Rocha Taller de Arquitectura.