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Still de The man who fell to earth

10 momentos de David Bowie en el cine

Lista 26.03.2018

Recordamos al polifacético David Bowie a través de una selección de sus mejores momentos en pantalla.

El 10 de enero se cumplieron dos años de la muerte de David Bowie, una de las figuras más prominentes en la escena del rock y del pop internacional. Pero su campo de acción no se limitó a la música: el ícono británico fue una influencia en la moda de las últimas décadas del siglo XX>; fue escritor, fue artista plástico —cuya influencia podríamos situar entre el pop, el primitivismo (a la Basquiat) y el neo-expresionismo—, y fue actor. Su figura y ademán decididamente andrógino impulsaron al movimiento queer de la época algunos argumentan que el conjunto de su carrera es directamente responsable del crecimiento y la apertura de músicos y agrupaciones lésbicas, gay, bisexuales y trans dentro de la industria de la música popular.

De todas sus facetas, es quizá la de actor su menos afortunada; sin embargo, en cada una de ellas, se empeñó por hacer ver la flexibilidad de su personalidad y su inconfundible capacidad de encarnar mil personas en una de ahí la representación de figuras musicales-dramáticas como el icónico Ziggy Stardust, el hedonista y esquizofrénico Aladdin Sane o el controversial duque blanco «Thin White Duke».

Revisitamos, así, 10 momentos, 10 metamorfosis del Starman en la pantalla grande.

 

The Man Who Fell to Earth, Nicolas Roeg (Reino Unido, 1976)

En la década de los setenta Bowie inventó a dos seres extraterrestres y excéntricos a través de sus canciones: Ziggy Stardust y Aladdin Sane. El tercer miembro de esta trinidad, Thomas Jerome Newton, aparece en El hombre que cayó a la Tierra, donde el Duque Blanco interpreta a un alienígena que llega a nuestro planeta para conseguir agua, exhibiendo una magnífica destreza para manipular la electricidad característica que también posee Nikola Tesla, personaje al que encarna en El gran Truco (2006). Algunas de las imágenes de la cinta de Roeg fueron replicadas en la portada y el libro de Low, uno de los discos más trascendentes de Bowie.

 

The Hunger, Tony Scott (Reino Unido-Estados Unidos, 1983)

John es un hombre escuálido y triste que, luego de vivir un romance con una mujer vampiro Catherine Deneuve, quien le promete vida eterna al convertirse en vampiro, comienza a decaer tras siglos de alimentarse de humanos. Su reloj cronológico se acelera y envejece en menos de 24 horas, dándose cuenta de que, si bien posee vida eterna, no será eternamente joven. El filme está levemente basado en la novela homónima de Whitley Strieber y plantea esa ansia por la eterna juventud, esa búsqueda por una vida hedonista y eterna. Su posicionamiento como «de culto» llevó, en 1997, a la producción de una serie antológica en la que el mismo Bowie funge como presentador. En El ansia, Bowie personifica a una figura enigmática, sumamente relacionada con sus intereses teatrales que mostró al interpretar al personaje principal de la puesta en escena de La verdadera historia del Hombre Elefante, en 1980, o en los personajes de su álbum de principios de los setenta, Diamond Dogs—.

 

Merry Christmas Mr Lawrence, Nagisa Oshima (Reino Unido, 1983)

Nominada a la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes, Merry Christmas Mr. Lawrence explora las relaciones de poder que tienen lugar cuando las culturas inglesa y japonesa se vinculan. Bowie interpreta a un soldado británico, Jack Celliers, que llega a un campo de prisioneros nipones, desatando conflictos morales e ideológicos.

—Labyrinth, Jim Henson (Reino Unido—Estados Unidos, 1986)

Aunque El Laberinto es una película para niños, no es una cinta convencional. En ella, Bowie interpreta a Jareth, rey de los duendes, un ser maléfico que al robar a un bebé impulsa a Sarah (Jennifer Connelly), su hermana, a valorar el amor fraternal. Una de las escenas muestra a Jareth habitando un edificio basado en la pintura Relativity, de Escher, donde una serie de escaleras infinitas y paradójicas configuran un escenario imposible. Bowie también es responsable del soundtrack.

 

The Last Temptation of Christ, Martin Scorsese (Estados Unidos, 1988)

Las figuras que Bowie ha interpretado en la música, el teatro o el cine deambulan entre los límites morales que han establecido las sociedades. Así, en La última tentación de Cristo, encarna a uno de los personajes más polémicos de la historia: Poncio Pilatos. A través de una actuación sobria y contundente, el artista comprobó que no solo es capaz de dotar a sus personajes de misterio sino también de encarnar eficazmente figuras complejas a partir de movimientos y gestos provocativos.

 

Twin Peaks: Fire Walk With Me, David Lynch (Estados Unidos, 1992)

La aparición de Bowie en esta película, basada en la serie del mismo nombre, es de escasos dos minutos. A través de un soliloquio aparentemente incongruente en la voz de Philippe Jeffries, se desatan una serie de hechos violentos propios del mundo onírico de Lynch. La figura de Bowie funciona como un engrane que, al activarse, revoluciona la narrativa del filme. La presencia de Bowie en esta película llevo a que apareciera, de manera póstuma, en la continuación de la serie original (2017).

 

Basquiat, Julian Schnabel (Estados Unidos, 1996)

En este filme biográfico del artista primitivista neoexpresionista Jean-Michel Basquiat, Bowie interpreta a quien fuera su mentor: el ícono pop Andy Warhol —figura igual de enigmática, andrógina y controversial como lo fuera el mismo Bowie. La relación de Andy Warhol con el cine fue estimulante en muchos sentidos. Que David Bowie diera vida a esta figura del arte en Basquiat suscita, a su vez, múltiples interpretaciones: ¿podría considerarse a Warhol una figura tan excéntrica y genial como Thomas Jerome Newton o Poncio Pilatos?

 

ZoolanderBen Stiller (Estados Unidos, 2001)

Una cinta que retrata con ironía e inteligencia el mundo de la moda, un ámbito al que Bowie no es ajeno: además de crear atuendos y looks extravagantes que repercutieron en la cultura, en la portada del disco Earthling porta un traje diseñado por Alexander McQueen. En una escena donde los personajes principales se enfrentan en un duelo para mostrar sus mejores movimientos en pasarela, Bowie, que se interpreta a sí mismo, dictamina al ganador.

 

The Prestige, Christopher Nolan (Reino Unido-Estados Unidos, 2006)

Bowie personifica a Nikola Tesla, rival de Thomas Alva Edison. En la cinta se retoman los experimentos que este personaje —excelentemente retratado por Jean Echenoz en Relámpagos— realizó con energía eléctrica, pero se agrega una invención propia del autor de Heroes: una máquina productora de dobles. Una máquina capaz de crear auténticos clones, un instrumento fundamental de la trama de la película.

 

—Arthur & the Invisibles (Arthur y los Minomoys), Luc Besson (Francia, 2006)

La voz de Bowie da vida a Malthazard, un demonio que lucha por frustrar los planes de un niño de diez años que busca un tesoro para salvar la casa de su abuela. Una fantasía semianimada interpretada, además, por otras personalidades de la industria musical como Madonna y Snoop Dogg. Tras el estreno Peter Bradshaw, crítico de cine, publicó con ironía en The Guardian que con este papel Bowie seguía demostrando que cuenta precisamente con un 58% de lo que se necesita para ser un actor.

 


[La versión original de esta entrada apareció publicada en revistacodigo.com el 22 de septiembre de 2014]

 

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