Hace unos años la revista Sight & Sound dio a conocer las cinco cinematografías emergentes más interesantes de la actualidad, entre las cuales figuraba la de nuestro país. ¿Cuáles son las películas mexicanas más destacadas de los últimos veinte años? Código revisa diez de ellas. ¿Qué tienen en común? Todas proyectan historias que tuvieron cabida en nuestro territorio al tiempo que proponen estéticas sugestivas que las dotan de una identidad ajena a la de las grandes industrias internacionales.

—Bajo California: El límite del tiempo (Carlos Bolado, 1998)

Esta película inauguró una nueva etapa del cine mexicano. A través de una estupenda fotografía, escenarios prodigiosos y monumentos esculturales, concebidos por Abraham Cruzvillegas y Sebastián Rodríguez, el filme cuenta la historia de un artista (interpretado por Damián Alcázar) que viaja al norte de México para conocer sus raíces familiares. No obstante, atropella a una mujer por accidente y su propósito cambia radicalmente. La ópera prima de Carlos Bolado es una pieza estéticamente atractiva que gira en torno a temas trascendentales como la complejidad de las relaciones personales o la muerte.

—Segundo siglo (Jorge Bolado, 1999)

A finales de la década de los noventa el cine mexicano vivía un momento de incertidumbre. Pocos ejercicios creativos trascendían su contexto inmediato. La ópera prima de Jorge Bolado fue una de esas excepciones. Segundo siglo cuenta la historia de un actor de cine que debe llegar a Irlanda. Y para lograrlo tiene que recorrer distintos territorios, México incluido. El protagonista es encarnado por Martin Lasalle, que diera a vida al personaje principal de Pickpocket de Robert Bresson. La cinta despliega sin tropiezos una serie de recursos técnicos que van desde la cámara en mano y la voz en off de tres mujeres de distintas edades hasta la animación, la fotografía en blanco y negro, saltos espacio temporales o puestas en abismo. Una cinta experimental y arriesgada.

—Temporada de Patos (Fernando Eimbcke, 2004)

Tres adolescentes que viven en un departamento de la unidad habitacional de Tlatelolco idean distintas formas de pasar el tiempo para eludir el aburrimiento. Sus actividades, en apariencia insignificantes, revelan la personalidad de cada uno de ellos. Entre los méritos principales de la ópera prima de Eimbcke se pueden mencionar su impresionante capacidad para desplazar la cámara para construir un espacio cinematográfico en uno de los lugares más emblématicos de la ciudad de México.

—En el hoyo (Juan Carlos Rulfo, 2006)

El segundo documental de Rulfo registra la construcción del Segundo piso de la ciudad de México. Pero no recurre a las herramientas típicas del género. Por el contrario, elabora un relato que deambula entre lo periodístico, lo poético y lo ficcional. Sus protagonistas: algunos de los obreros encargados de las diligencias. En el hoyo mezcla eficazmente los sonidos que se desprenden de la maquinaria de la construcción con los del ambiente de la ciudad, a partir de un prodigioso trabajo realizado por Leonardo Heiblum. Una cinta que captura el pulso lúgubre, misterioso y encantador de la capital del país.

—Luz silenciosa (Carlos Reygadas, 2007)

Carlos Reygadas es un cineasta sumamente polémico. Sin embargo, con su tercer largometraje logró lo que pocos artistas consiguen: consenso favorable entre la crítica y el público. Luz silenciosa cuenta la historia de un hombre casado que se enamora de otra mujer. El ritmo del montaje se acompasa estupendamente con los sentimientos de los personajes, que viven en una comunidad menonita del norte de nuestro país. El inicio de la cinta es uno de los más sorprendentes de la historia del cine mexicano: a través de un time lapse se fusiona un amanecer poético con un moroso travelling. Entre sus múltiples reconocimientos se puede mencionar el Premio del Jurado en el Festival de Cine de Cannes.

—Parque vía (Enrique Rivero, 2008)

La ópera prima de Enrique Rivero cuenta la historia de Beto, un hombre pobre que cuida una casa adinerada. El protagonista ve amenazada su subsistencia cuando le comunican que prescindirán de sus servicios. La cinta registra con solvencia la soledad del personaje principal al tiempo que proyecta ideas metafísicas sobre la complejidad de las relaciones personales. Algo más: a partir de la relación entre Beto y la dueña de la casa, el director reflexiona acerca de la tensión entre las clases sociales en la ciudad de México.

—Alamar (Pedro González-Rubio, 2009)

¿Ficción o documental? En este trabajo de Pedro González-Rubio el género no importa. Jorge Machado es un hombre que ha decidido vivir en el mar. Sin embargo, su mujer y su hijo residen en la capital de Italia. ¿Qué sucede cuando el niño visita a su padre? Alamar retrata a través de una fotografía y un ritmo de montaje deslumbrantes este encuentro sin recurrir a sentimentalismos. El resultado es un filme sobrio que gira en torno al amor, la separación y los desencuentros.

—Verano de Goliat (Nicolás Pereda, 2010)

Verano de Goliat no es una película tradicional. Sus historias son muchas y no necesariamente están relacionadas unas con otras. Existe un joven que trabaja dentro del ejército, una mujer abandonada por su esposo… Pero todas transcurren en Huilotepec, Puebla. Asimismo, la cinta fusiona recursos del cine documental con intereses ficcionales. Tampoco le son ajenos las puestas en abismo (reflexión del cine a través del cine), iluminación natural o escenas grabadas cámara en mano. Un ejercicio asombroso que se relaciona en buena medida con los propósitos realistas de cinematografías emergentes, como las de Corea del sur, Irán o Rumania.

—Miss Bala (Gerardo Naranjo, 2011)

Estamos en Tijuana en la época actual. Laura Guerrero (Stephanie Sigman) es una joven que quiere protagonizar un concurso de belleza. Y lo hace, pero de la mano del narco mexicano. Desde la perspectiva del personaje principal, el relato revela la manera en que operan los grupos de delincuencia organizada, a veces en conjunto con el poder político de nuestro país. Miss Bala se proyectó por primera vez apenas unos meses después de que se diera a conocer en los medios de comunicación el caso de Laura Zúñiga, Miss Sinaloa, que presuntamente estaba involucrada con el narco. Una cinta excelentemente bien producida.

—Heli (Amat Escalante, 2013)

El tiempo no pasa en balde en la mirada de Amat Escalante. Cada una de sus películas supera a la anterior. Algo que pocos cineastas pueden presumir. Por ello, Heli es su filme más destacado. La hermana del personaje principal tiene un novio militar que es asesinado luego de robar un par de paquetes de cocaína. Heli es igualmente inculpado, pero sobrevive. No obstante, su familia sufre un terrible incidente. La película muestra paisajes hermosos que, paradójicamente, proyectan ideas tristes e inquietantes. Ganador como mejor director en el Festival de Cine de Cannes de 2013, Escalante muestra con esta cinta un relato violento a través de una estética sumamente personal.