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TEN Arquitectos, CENTRO, 2012-2015. Tomada de la web del despacho.

Los retos del estudiante de moda + La mejores escuelas en el mundo

Reporte 07.09.2018

Nadia Benavides Méndez

Revista Código indaga sobre cuáles son los retos para el aspirante a diseñador de moda y las mejores opciones para su educación académica a nivel global.

Si bien la moda —sobre todo la alta costura y la producción de alta gama— se sigue rigiendo por valores intangibles como el talento y por técnicas y conocimientos artesanales, desde hace unas décadas como disciplina tiende a una mayor profesionalización. Tan solo en México la oferta educativa se ha incrementado, y hoy a los centros de tradición (como la Ibero o la Universidad Jannette Klein) se suman escuelas de más reciente creación (como CENTRO, Taller FDP o el Istituto di Moda Burgo), que cubren una matrícula que crece cada año.

Según Cynthia Gómez Ramírez, coordinadora de la carrera de Diseño de la Indumentaria y Moda de la Universidad Iberoamericana, acceder a una formación académica, permitirá que «el estudiante se integre como ser humano dentro de su profesión».

No se trata solamente de aprender «a coser, a cortar y a dibujar; la universidad amplía tu panorama. En la Ibero buscamos que los estudiantes adquieran competencias, pero también valores, que desarrollen un pensamiento crítico y se inserten a su comunidad.  La  universidad te permite además acceder a una red de networking de gente que pertenece a tu propia generación», nos cuenta la académica.Pero hoy no solo los estudios universitarios te prometen una carrera exitosa en la industria de la moda. Revistas como Elle y plataformas como el Mercedes-Benz Fahion Week ofrecen talleres y cursos presenciales o en línea con una dirección hacia el emprendimiento y el marketing digital.

Diseños contemporáneos. Escuelas de moda

Diseños de Ann Demeulemeester, Dries van Noten, Dirk Bikkembergs, Walter van Beirendonck, Dirk van Saene y Marina Yee, egresados de la Royal Academy of Fine Arts Antwerp. Tomada de Cultja.

Dentro de esta oferta creciente, cabe destacar la labor de la plataforma Business of Fashion. Fundada en 2007 por Imrad Amed, Business of Fashion pronto se estableció como el medio más reputado para el análisis de la industria de la moda en la era digital. Amed, que siempre se manifestó en favor de la profesionalización de la moda, inició publicando en su página «The Basics» una sección con consejos para emprender, desde cero, en el sector. Luego en 2016, empezó a ofrecer cursos en línea sobre temas como marketing digital, historia de la moda y estilismo. Cada curso tiene un costo de 195 dólares y, además de ofrecer habilidades, estudios de caso y sesiones de preguntas y respuestas con los tutores, te otorga un certificado y acceso a su sección de «Careers», una red global donde se ofertan empleos en más de 200 empresas globales.

Pero ¿qué peso tiene dentro de una carrera en la moda cada uno de los recursos que hemos mencionado (los cursos, las carreras, las capacitaciones, las técnicas y el talento)? Marco Antonio Hernández Talamantes, quien tiene una trayectoria de 30 años como editor de moda y estilo de vida, es enfático: «La necesidad de la profesionalización [en la moda] es evidente». Para él esta profesionalización tiene que ver también con evitar defectos y actitudes que en nada benefician a la moda: «Hoy necesitamos menos rockstars y más emprendedores», dice.

Pero, qué sucede en un ámbito como el nuestro, con una industria casi inexistente y pocas plataformas donde un joven aspirante a diseñador puede emprender.

5 modelos en pasarela. Escuelas de moda.

Takamura 1/8, Crónica N ° 8 / Beduina. Tomada de la web del diseñador.

Guillermo Vargas, director artístico de la marca 1/8 Takamura, estudió en una de las escuelas más reconocidas en México —IES Moda Casa de Francia—, ha trabajado como docente y, además, es emprendedor. Él considera que los egresados de las carreras de moda, salen con pocos elementos para insertarse en el mercado laboral de forma inmediata. «En general los modelos educativos, como los conocemos, crean islas de personas similares que no salen de su entorno y desconocen lo más importante que es la realidad de la industria y lo diverso que son los profesionales que las conforman», nos dice.

Con nuevos desafíos en el sector como el posicionamiento digital, el desarrollo de narrativas para la construcción de una marca y la publicidad vía redes sociales, el diseñador de moda milenial no tiene un camino fácil.

Guillermo Vargas, en su papel de docente, opina demás que «las nuevas generaciones distraídas de la técnica y de los procesos, están más concentradas en conceptos. Sería mejor vivir y descubrir sus motivaciones, enfocarse en la mejor manera de hacer ropa y después crear el concepto desde su yo interno, solucionando problemas de los demás (consumidores).

Quizá la respuesta esté en no olvidar que la moda implica talento, pero que también será necesario poder desarrollar un concepto y un plan de negocios, por ejemplo. Al respecto la opinión de Marco Antonio Talamentes puede ser reveladora:

Creo que la moda sigue teniendo, para bien y para mal, un aura de creatividad que va de la subversión a la aspiración a lo sublime, y que el gran reto para alguien que quiere tener una carrera en esa industria es entender que el diseño y la propuesta estética, es solo una de sus dimensiones; y que debería buscar un dominio mínimo adicional de la dimensión mercadológica, del saber-hacer artesanal y, cada vez más, de los nexos de la moda con la tecnología y la ciencia. Sin ese esfuerzo por “aterrizar” la pasión estética en todos esos campos no se puede aspirar a tener una carrera en esta industria.

¿Cómo elegir una escuela?

Con una oferta académica que se multiplica, ¿cómo discernir qué es lo más conveniente a la hora de elegir una universidad para estudiar moda? Elementos definitivos que moverán la balanza serán el lugar de residencia, si para el estudiante es posible viajar a otra ciudad u otro país, y los costos de la matrícula.

Una vez sorteadas estas cuestiones, existen diferentes atributos que el aspirante puede tomar en cuenta, como la trayectoria y la reputación de la escuela, su oferta académica y su profesorado. Pensando también en un futuro, es deseable indagar si los egresados de la carrera se han colocado en el mercado laboral; y si la escuela mantiene relaciones con otras instituciones en caso de que se quiera continuar con estudios de posgrado en el extranjero. En México, por ejemplo, es del conocimiento público que algunos de los diseñadores que han despuntado en la escena son egresados de IES Moda Casa de Francia; y esta universidad, además, tiene acuerdos con la Universidad Lyon Lumière II en Francia, por lo que es posible acceder a becas para cursar ahí la Maestría en Moda y Comunicación. Otro recurso son los rankings de las mejores escuelas de moda que, tras exhaustivos estudios, publican diferentes medios.

Para el ámbito local, la CEO World Magazine, publica un listado anual con las 110 mejores universidades de moda en el mundo. Este año dos centros educativos con sede en México fueron incluidos: la Universidad Jannette Klein (que en la década de 1980 fue pionera en la educación profesional de la moda en México) y la Universidad Iberoamericana (que ofrece las carreras de Diseño de Indumentaria y Moda y Diseño Textil).

Para el ámbito global hay diferentes publicaciones que se pueden consultar, como Vogue y Harper’s Bazaar. Business of Fashion, que sin duda se ha convertido en la plataforma más influyente para el análisis del sector, publica cada año el «Global Fashion School Ranking. De su listado de Undergraduate (licenciatura) seleccionamos algunas escuelas.

Central Saint Martins (Londres, Reino Unido)

Ubicada en el tope de la lista de mejores escuelas de moda por BoF, su trayectoria y reputación son casi incuestionables. CSM ofrece licenciaturas y cursos de posgrado en Womenswear, Menswear, Fashion Journalism, entre muchos otros; pero además tienen cursos cortos que se pueden tomar durante los periodos vacacionales.

Quienes ahí se preparan no sólo se encuentran en las mismas aulas en las que estudiaron diseñadores emblemáticos como Stella McCartney, Hussein Chalayan, John Galliano o Alexander McQueen; sino que, si son lo suficientemente buenos, podrán foguearse en la Semana de la Moda londinense, donde la escuela cuenta con un espacio para presentar sus propias pasarelas.

Que sea una universidad pública, no significa que sea barata; pero además, si no perteneces a la mancomunidad del Reino Unido, el costo se triplica. Aún así cuentan con becas que llevan los nombres de sus egresados más famosos, como la beca Alexander McQueen, la Isabella Blow o la Stella McCartney, dotadas cada una con 22,500 libras.

Escuelas de moda

Central Saint Martins. Tomada de LVMH.

Parsons School of Design (Nueva York, Estados Unidos)

Ubicada en el puesto número dos de BoF, la Parson School of Design es la mejor escuela de moda en el continente americano. No es raro entonces que los diseñadores más reconocidos de Estados Unidos se hayan formado ahí: Donna Karan, Marc Jacobs, Tom Ford, Alexander Wand, Isaac Mizrahi, Anna Sui y Zac Posen, entre muchos otros.

El pago anual para los estudios universitarios ronda los 43,000 dólares que se convierten en más de 45,000 para estudios de posgrado. Es bastante común ver a sus estudiantes realizando pasantías en emporios globales como LVMH o en revistas como Vogue y Elle, así que egresar de esa institución más o menos puede asegurar una futura carrera en la industria.

Entrada de una escuela de moda.

Parsons School Of Design. Tomada de Dezeen.

Royal Academy of Fine Arts Antwerp (Amberes, Bélgica)

A pesar de que la Royal Academy of Fine Arts es de una de las más antiguas en su tipo en Europa, su escuela de moda nunca ha dejado de estar a la vanguardia.

Al Fashion Departament de esta universidad —que está en el tercer sitio del ranking de BoF— le ha bastado la fama de una generación de egresados —los Seis de Amberes (Dirk Bikkembergs, Ann Demeulemeester, Walter Van Beirendonck, Dries van Noten, Dirk Van Saene y Marina Yee)— y de diseñadores como Martin Margiela o Kris Van Asche, entre otros, para construir su reputación.

Esta generación dorada se formó en con los valores que aún hoy la escuela fomenta entre sus estudiantes: la audacia y la búsqueda de un espíritu individual cercano al arte.

Fachada de una escuela de moda.

Royal Academie of Fine Arts Antwerp. Tomada de Visit Flanders.

Royal College of Fashion (Londres, Reino Unido)

Para estudiar en el Royal College of Fashion de donde egresaron diseñadores icónicos como Sandra Rhodes, Christopher Bailey y John Ray, deberás pagar una matrícula de unas 34,000 libras, precio que se reduce si eres miembro de la Unión Europea.

El Royal College of Art ofrece títulos en diseño de moda, textiles y joyería, entre otros.

Entrada de la London College Of Fashion. Escuelas de moda.

London College Of Fashion. Tomada de Yelp.

Bunka Fashion Graduate University

A pesar de que es innegable la preponderancia de las capitales occidentales de la moda —con París, Londres, Milán y Nueva York, a la cabeza—, desde el siglo pasado el diseño de moda japonés empezó a destacar en el mundo gracias a su estética, a la sensibilidad de sus diseñadores y a su muy particular forma de entender la belleza.

Es por eso que para esta selección de escuelas, decidimos incluir a la Bunka Fashion Graduate University, de Tokio, a pesar de que se encuentra en el puesto 13 de la lista de BoF.

Fue en 1919 que Isaburo Namiki fundó la Bunka Sewing School, que con el tiempo ha diversificado su oferta (hoy el imperio comprende una editorial y la gestión de 70 franquicias educativas por todo Japón). A últimas fechas esta escuela se ha pisicionado en los rankings globales de las mejores escuelas de moda.

Por sus aulas han pasado diseñadores tan importantes como Kenzo Takada, Takeo Kikuchi, Junya Watanabe o Yohji Yamamoto, quienes gracias a sus estudios conjugan innovación, maestría técnica y saber artesanal.

Escuela japonesa de moda.

Bunka Fashion Graduate University. Tomada de Tokyo Telephone.

 

Nadia Benavides Méndez

Editó la versión impresa de Revista Código de 2004 a 2012 y fue coeditora del libro Código DF. Arte y cultura contemporáneos desde México (2010). Desde 2012 trabaja como editora, productora de contenidos y coordinadora freelancer para distintos libros, revistas y proyectos (A the Style Guide, Art Bazaar y Blog de Crítica, entre otros), y recientemente retomó la edición de Código.com

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Bunka Fashion Graduate University. Tomada de Tokyo Telephone.