Cn
Mathias Goeritz, Silla para el Eco (variación), 1953. Cortesía de Clásicos Mexicanos.
Pedro Ramírez Vázquez, Equipal, 1964. Cortesía de Clásicos Mexicanos.

Clásicos Mexicanos al rescate del diseño moderno

Destacado 29.05.2018

Clásicos Mexicanos es un proyecto de Aldo Solano Rojas y Mónica Landa dedicado al rescate del diseño moderno nacional con sede en la Ciudad de México.

Clásicos Mexicanos es un proyecto dedicado al rescate del diseño moderno nacional que abrirá las puertas de su galería ubicada en Tres Picos 65, Polanco, Ciudad de México, el próximo 2 de junio del 2018. La iniciativa es impulsada por Aldo Solano Rojas, historiador del arte y especialista en mobiliario moderno mexicano, y Mónica Landa, comunicóloga con un interés en la difusión de la cultura mexicana, encargada de la dirección de la galería.

El proyecto plantea la recuperación de distintos objetos que se produjeron durante el siglo XX que —por distintas situaciones— fueron olvidados o destruidos. Procurando la reinserción en el contexto actual, la cuidadosa selección realizada por Solano Rojas a partir de una investigación histórica, reúne mobiliario producido por distintas figuras de la arquitectura, el arte y el diseño, entre las que destacan Mathias Goeritz, Pedro Ramírez Vázquez y Ricardo Legorreta, por mencionar algunos.

Ricardo Legorreta, Colección Vallarta, 1972. Cortesía de Clásicos Mexicanos.

Clásicos Mexicanos nutre su colección de nuevos tirajes de muebles icónicos facsímiles, íconos del periodo moderno. Tal es el caso de las sillas diseñadas por el propio Goeritz para el restaurante del Museo Experimental del Eco. Tomando como referencia la única silla sobreviviente, la reciente edición de Clásicos Mexicanos —fabricada con gran exactitud— trae de vuelta uno de los pocos e inusuales ejemplos de diseño de mobiliario realizados por el artista. Éste es uno de varios ejemplos del proceso de investigación y producción que sigue el proyecto: a partir de visitas a archivos históricos, planos originales o ejemplares sobrevivientes, asesoría de diseñadores y artistas activos, así como entrevistas a familiares y amigos de los autores de cada mueble, se lanzaron los nuevos tirajes de modelos representativos de aquella época, con el propósito de insertarlos de nueva cuenta en el mercado nacional sin presentarse de una manera anacrónica.

Agustín Hernández, plano para Silla Gala, 1999. Cortesía de Clásicos Mexicanos.

 

Además de la investigación rigurosa que sustenta la producción de cada una de las piezas, la adquisición de cada pieza estará acompañada de un certificado de autenticidad, comprendida en los catálogos de las exposiciones que Clásicos Mexicanos realizará periódicamente, según información brindada por la galería.

La curaduría en la producción y exhibición de las piezas a cargo de Solano Rojas permite a estos diseños retomar su papel en la historia del arte mexicano, al mismo tiempo que reafirma la fertilidad creativa que se vivió durante el siglo XX con la llegada de distintos agentes culturales. Teniendo en mente ideas como la mejora de las condiciones sociales y  la experimentación plástica, distintos arquitectos y diseñadores de renombre se plantearon la tarea de producir un mobiliario que estuviera en sintonía con los nuevos espacios arquitectónicos construidos.

Frente al olvido derivado de las importaciones extranjeras o la excesiva atención en las tendencias, Clásicos Mexicanos presenta un testimonio de la historia de México a través de los objetos mismos, que apunta hacia la incursión de estos objetos en los espacios contemporáneos y —desde luego— a la vida cotidiana.

Po Shun Leong, Silla Tulúm, 1972. Cortesía de Clásicos Mexicanos.

siguiente

Newsletter

Mantente al día con lo último de Gallery Weekend CDMX.

Ricardo Legorreta, Colección Vallarta, 1972. Cortesía de Clásicos Mexicanos.

Agustín Hernández, plano para Silla Gala, 1999. Cortesía de Clásicos Mexicanos.

Po Shun Leong, Silla Tulúm, 1972. Cortesía de Clásicos Mexicanos.