La edición número doce de la Bienal de Shanghái, uno de los eventos más importantes para la escena del arte contemporáneo en China, se inauguró el pasado 10 de noviembre. Curada por Cuauhtémoc Medina —historiador, teórico y curador en jefe del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC)—, la bienal lleva por título Prorregreso. Arte en una era de ambivalencia histórica, en referencia al concepto de «prorregreso» acuñado por el artista estadounidense E.E. Cummings como una crítica directa a los ideales de la modernidad del siglo XX, marcados por «una mezcolanza de retrocesos y avances en muchos campos», comenta Medina en una entrevista para El Universal.

El trabajo curatorial para la Bienal de Shanghái reúne trabajos tanto de artistas radicados en China como de distintas partes del mundo, cuyas investigaciones y procesos analizan el papel de las ideologías en la definición de las estructuras que modelan la economía y la política actual de un territorio.

Revista Código presenta una selección de artistas participantes en esta edición de la Bienal de Shanghái, quienes han planteado reflexiones en torno éstos y otros temas desde el contexto cultural, político y social latinoamericano.

—Francis Alÿs, Rehearshal (1991-2001)
El trabajo presentado por el artista de origen belga proviene del cuerpo de obra realizado a finales de la década de 1990 y principios de 2000, en el que Alÿs filma un auto Volkswagen intentando subir —sin éxito— por una colina ubicada en la frontera entre México y Estados Unidos, mientras se escucha una canción interpretada por una banda de música popular mexicana que toma al video como partitura: cuando el auto emprende la marcha hacia adelante, la música suena; cuando desciende, los músicos se detienen.

El artista usó el concepto del ensayo para la serie Politics of Rehearsal (Políticas del ensayo) como una metáfora de la relación ambigua entre México y la modernidad, en la que el país latinoamericano siempre intenta llegar a ese estado de plenitud económica y social prometido durante décadas.

—Pablo Vargas Lugo, Eclipses for Shanghái
Desde 2009, Pablo Vargas Lugo ha trabajado la serie Eclipses, en la que desarrolla obras de sitio específico basadas en la geografía y el tiempo de un lugar, para así imaginar sus cambios en el futuro. La pieza toma como referencia el eclipse como evento astronómico que, en diferentes culturas, representó el principio o el fin de una etapa.

Para esta ocasión, Vargas Lugo exhibe Eclipses for Shanghái, en la que un grupo de estudiantes representará —usando sombrillas amarillas y negras— dos eclipses totales de sol que serán visibles en el área del gran Shanghai en los próximos mil años. Esta acción estará acompañada por la Orquesta de Shanghai Datong High School, que interpretará la música compuesta, especialmente para la pieza, por Juan Cristóbal Cerrillo y Ramón del Buey.

Pablo Vargas Lugo, Eclipses for Shanghái. Foto tomada de http://www.shanghaibiennale.org

—Yishai Jusidman, Gas Van
A través de la serie Azul de Prusia, el artista Yishai Jusidman establece una línea de investigación a partir de la pintura sobre la incursión de las ideologías asociadas con el progreso y la modernidad. El azul de Prusia no solo fue uno de los primeros pigmentos artificiales incorporados a la disciplina de la pintura, sino que tuvo una profunda relación con la historia de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Las paredes de las cámaras de gas —utilizadas por el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán— mantienen un tono azulado por las reacciones químicas entre el ácido tóxico empleado y el hierro de los muros.

En Gas Van, Jusidman traduce ese episodio de la historia a partir de archivos fotográficos de una cámara de gas, en la que el azul de Prusia constituye no solo la pintura, sino el contexto.

Yishai Jusidman, Gas Van, 2010. Foto tomada http://www.shanghaibiennale.org

—Alfredo Jaar, A Hundred Times Nguyen
En 1991, Alfredo Jaar visitó los campos de detención para refugiados vietnamitas en Hong Kong con el fin de conocer de primera mano las causas y consecuencias de la situación. En su viaje, conoció a Nguyen Thi Thuy, una niña que lo siguió —sin decir una palabra—  mientras él hacía sus recorridos por el área, entrevistando a distintas personas. Con su permiso, Jaar hizo cinco retratos de ella, que posteriormente editó en un libro de artista y empleó en distintas composiciones para, además de conmemorar el impacto que la niña tuvo en su estancia, dejar un testimonio más humano de los conflictos modernos relacionados con la migración.

Alfredo Jaar, A Hundred Times Nguyen. Foto tomada de http://www.shanghaibiennale.org

 —Enrique Ježik, In Hemmed-in Ground
La obra de Enrique Ježik realizada ex profeso para la Bienal de Shanghái —hecha con cartón reciclado por personal de limpieza de las calles— es una escultura basada en varios caracteres chinos que conforman la frase «un paso adelante, dos pasos atrás» que a su vez es el título de uno de los libros más importantes de Lenin. Visible desde uno de los pisos más altos del espacio de exposición, la frase alude a la crítica de Lenin sobre el Segundo Congreso del Partido Comunista en 1903.

Con esta obra, Ježik —comenta Amy Sherlock, editora en jefe de Frieze—señala las contradicciones entre la tendencia política del Partido Comunista de China por realizar eslóganes o consignas de unión y lógica del sacrificio individual en aras del progreso colectivo, tomando en cuenta la historia del gobierno maoísta que, se estima, provocó más de 30 millones de muertes a raíz de sus políticas de industrialización.

Enrique Ježik, In Hemmed-in Ground. Foto tomada de http://www.shanghaibiennale.org