Durante la tarde del 9 de diciembre, el movimiento Decolonize This Place, conocido por llevar a cabo protestas contra prácticas institucionales que propicien la gentrificación y las visiones coloniales sobre el arte y la cultura, se reunió afuera del Whitney Museum en Nueva York para señalar que Warren B. Kanders —vicepresidente en el consejo del museo— es el dueño de la empresa The Safariland, la cual manufacturó el gas lacrimógeno usado por la polícia estadounidense para repeler a las familias inmigrantes que pretendían ingresar a Estados Unidos, tal y como lo dio a conocer un artículo de la revista Hyperallergic el 27 de noviembre de este año.

Previo a las acciones de Decolonize This Place, el artículo desató una ola de críticas que devinieron en una carta firmada por 95 trabajadores del Whitney Museum, donde solicitaron a Kanders abandonar su cargo en el consejo del museo.

Al respecto, Warren B. Kanders publicó el 3 de diciembre una respuesta, en la que menciona que The Safariland Group «no determina cuando ni cómo son utilizados [sus productos]».¹ Además, Kanders enfatizó que la venta y compra de los productos de Safariland Group requiere una certificación y sigue un proceso legal exhaustivo para conseguir las licencias necesarias, por lo que su negocio «está altamente regulado para asegurar que los productos sean vendidos únicamente a usuarios aprobados por el gobierno».²

Gráfica realizada por Decolonize This Place. Tomada de ARTnews.

De acuerdo con información de ARTnews, los motivos de la protesta organizada por Decolonize This Place han sido respaldados por distintos grupos, entre ellos la American Indian Community House y la New Sanctuary Coalition, organizaciones que emitieron discursos en la tarde del 9 de diciembre, en presencia de los manifestantes. Aunada a las protestas convencionales, la intervención del artista Rafael Shimunov y el grupo Art V War —montada de manera clandestina en uno de los muros del museo el 11 de diciembre— mostró los efectos del gas lacrimógeno a través de dos pinturas.

Rafael Shimunov y Art V War. Tomada de Epeak World News.

El caso ha desatado una serie de cuestionamientos en torno al origen de las donaciones que se realizan a las instituciones dedicadas a la cultura y las artes. Shellyne Rodriguez, miembro de Decolonize This Place, comentó: «Si no sorprendemos ni asombramos al [Whitney Museum] con nuestra ira y nuestra rabia, entonces estamos diciendo que está bien. ¿Quién va a ser la próxima persona en el consejo? Debemos responsabilizar a estas personas, una por una. Éste es el momento para que empecemos a cuestionar de dónde viene la filantropía».³

1 «Safariland’s role is not to determine when and how they are employed». Warren B. Kanders en ‘I Am Not the Problem’: Whitney Vice Chair Responds to Open Letter Calling for Action Against Him [Updated], ARTnews, 3 de diciembre de 2018, consultado el 12 de diciembre de 2018. Disponible en línea.

2 «In other words, our business is highly regulated to ensure that our products are only sold to governmentapproved users». Ibid

3 «If we do not shock and awe this museum with our anger and our rage, then we’re saying it’s okay. Who’s going to be the next person on the board? One by one, we need to hold these people accountable. It’s about time we start questioning where our philanthropy comes from». Ilana Novick, Activists Protest at Whitney Museum, Demanding Vice Chairman and Owner of Tear Gas Manufacturer “Must Go”, Hyperallergic, 9 de diciembre, 2018. Consultado el 12 de diciembre. Disponible en línea.