El banquete, una exposición del artista francés Pierre Valls y curada por Iván Mejía R., actualmente se presenta en el Laboratorio Arte Alameda con el propósito de alentar una reflexión sobre la historia y futuro de los proyectos políticos de izquierda en América Latina a partir de una valoración del acto de comer como una tecnología con la que se configuran, refuerzan o incrementan códigos y normas sociales.

Concebida como un «acontecimiento gastronómico, social y artístico», no es extraño que la exposición presente un conjunto de piezas que exceden la idea de la objetualidad en el arte para plantearse, de acuerdo con el eje del proyecto y la curaduría, como un conjunto de «instalaciones utilizables»: una mesa con cubiertos, copas y platos adornados con escudos de países y referencias a la Unión Soviética, una cocina y panadería totalmente funcional y una máquina dispensadora de pan, con la forma del Monumento a la III Internacional diseñada por el artista ruso Vladimir Tatlin en 1919, son algunas de las piezas que intervendrán directamente en el programa de actividades planificado para la exposición, el cual es indisociable del proyecto expositivo. «No hay exposición sin actividad social», comentó el curador.

Vista de la exposición El Banquete de Pierre Valls, 2019. Tomada de las redes del Laboratorio Arte Alameda.

Respecto a la presencia de la dinámica gastronómica en los eventos y en Torre, el artista explica «que hay una voluntad real de un bien común: de dar al otro pan, en el sentido alimenticio pero también para nutrirse intelectualmente. Esa voluntad de cambiar al pueblo. La manera en cómo vive el pueblo, es un afán de comunismo o socialismo pero vemos con la historia que fracasa. Entonces la gastronomía tiene su relación [en la exposición] en el dicho de reproducir los panes: dar panes al pueblo».

Detalle de la exposición El Banquete de Pierre Valls, 2019. Tomada de las redes del Laboratorio Arte Alameda.

La exposición, tanto por las referencias históricas como por su proyecto curatorial, ha sido inaugurada en un momento muy particular de la vida política en México: por un lado, es la primera vez que el país es gobernado por un presidente con ideas «de izquierda», una situación que fue comentada por líderes de otras naciones; pero, por otra parte, esto no ha representado un alivio en el panorama social ni el cultural.  A casi un año de que comenzara la administración de Andrés Manuel López Obrador, el recorte en distintos sectores, entre ellos la cultura, y la gestión en general ha creado un panorama de incertidumbre.

Por lo anterior, es pertinente pensar en las posibles lecturas que pueden derivarse de El banquete, presentada en un museo del INBAL. ¿Qué rumbo está dibujando el gobierno en turno, que se asume diferente a los predecesores y en cada conferencia matutina el presidente alude a la actual administración como el fin del «periodo neoliberal»?

Del cuerpo de obra presente en El banquete, sin duda una de las piezas más impresionantes de la muestra —por sus dimensiones— es Torre (2019) que, como mencioné, está basada en la torre diseñada por Tatlin. Sin embargo, ésta no pretendió ser una recreación del trabajo de Tatlin, sino una alusión de la misma, con menos elementos estructurales del que podemos ver en archivos fotográficos. Como explica Valls «Es un simulacro (…) son elementos estructurales que se refieren; no como una caricatura, sino una especulación».

Vista de la exposición El Banquete de Pierre Valls, 2019. Tomada de las redes del Laboratorio Arte Alameda.

Esta idea del monumento como simulacro va más allá de la condición material y nos invita a pensar en la condición social que trata de alentarse en la exposición, en un momento en el que la política cultural está orientada hacia proyectos culturales con un propósito comunitario, tal y como pudo leerse en el documento El poder de la cultura, firmado por la actual secretaria de cultura, Alejandra Frausto, donde a grandes rasgos explicaba el programa de cultura de la administración actual. ¿Hasta qué punto la presentación de actividades o proyectos como El banquete responde a un diagnóstico crítico del entorno político y social y no es un proyecto ejemplar de la agenda cultural del Estado?

El banquete plantea consideraciones pertinentes sobre la fragilidad de la línea que separa al potencial crítico del arte de su implementación como panfleto, al mismo tiempo que perfila una nueva consideración del papel de los museos como catalizadores de discusión más que como simples espacios de exposición.

La exposición podrá visitarse hasta el 15 de septiembre.