Alejandro Cartagena es un fotógrafo que vive y trabaja en la ciudad de Monterrey, en México. Su obra gira en torno a problemáticas sociales que tienen que ver con lo urbano y la construcción de la ciudad. Considera que la fotografía es una herramienta para observar conceptos culturales, sociales y políticas que forman a las sociedades latinoamericanas.
Actualmente Cartagena exhibe su trabajo más reciente en la exposición colectiva Registro 05 Enfocar la Mirada, que se presenta en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey. En la exposición se exploran temas como las identidades y la cultura mediática, las realidades sociopolíticas del país, el mundo virtual y las bases de datos en internet.

Retrato de Alejandro Cartagena. Cortesía de MARCO.

—En un mundo donde diariamente se producen miles de imágenes a través de redes sociales, ¿cuál es la importancia de seguir haciendo fotografía?
Cuando estaba haciendo la maestría recuerdo privaba la pregunta de si nos estábamos volviendo una cultura visual. En la clase decíamos que eso sucede solo en apariencia: tenemos más imágenes en Facebook e Instagram, en las calles y en la publicidad, pero tenemos que preguntarnos cuánto tiempo nos damos para leer esas imágenes. Si pensamos en por qué alguien sube una determinada imagen, qué significa en el contexto en el que vivimos, y cuál es la manipulación detrás de ella, no sería tan fácil que hubiera tantas imágenes porque habría más cuestionamientos. Se producen tantas imágenes tan rápido que más que convertirnos en una cultura visual nos estamos convirtiendo en una cultura analfabeta visual: simplemente «vemos». ¿Qué importancia tiene el fotógrafo? ¿Cómo codificar esas imágenes para hablar de la voracidad? la pieza que presento en MARCO es acerca de eso, imágenes apropiadas del hacer una arqueología digital a través de redes sociales, buscando imágenes para tratar de entender por qué existen; no solo mostrarlas sino dar un entendimiento más allá de eso.

—¿Me podrías contar de Registro?
Registro es un esfuerzo que MARCO ha realizado por diez años. Dentro de sus programas curatoriales tienen una visión del arte contemporáneo internacional y nacional. En este caso, se enfocan en el arte de la localidad, el arte generado en Monterrey y en su área metropolitana. [El día de la inauguración, el curador Gonzalo Ortega] nos explicaba la importancia que tiene para él el ver hacia fuera, pero también hacia dentro desde el museo, y ver cómo colindan estas visiones con otras visiones que están pasando en la ciudad. Gonzalo y el museo nos abrieron las puertas para que generáramos piezas, no como para ir  a un museo a ver cuadritos, sino como una carta blanca abierta para hacer lo que quisiéramos, adaptándonos al espacio. Hoy, viendo todas las piezas, fue muy emocionante ver cómo los que exponemos nos apropiamos del espacio y utilizamos paredes gigantescas. Se vuelve más una experiencia de vista que el ir a ver obras colgadas en la pared. Además, se dio por casualidad: ninguno de los artistas nos pusimos de acuerdo para hacer obras monumentales.

Alejandro Cartagena, still de Suburban wars. Cortesía de MARCO.

—Y en este sentido, ¿cómo dialoga tu obra con los demás artistas de la exposición?
Hoy Gonzalo, el curador, hablaba mucho de cómo de Registro 02 —hace años— al Registro 05 del 2018 han pasado muchas cosas en el mundo, en México y en Monterrey, y hay dos cosas que son muy evidentes: las redes sociales —con su inminente presencia en las vidas cotidianas— y la violencia en la vida cotidiana del mexicano. En particular, el tema de las redes sociales lo tocamos varios de los artistas que exponemos —no de manera explícita, pero sí está inscrito en muchas de las piezas que se ven en la exposición

—¿Inscribes tu trabajo dentro de algún género fotográfico?
Yo pienso más bien que todo es una fusión del proyecto que estoy haciendo, y en ese sentido soy muy abierto: si un género —tipo documental— le sirve al proyecto o a la narrativa que quiero tratar, uso ese estilo para facilitar que conecte al tema con el público. Así como hago foto documental, hago foto construida; no tengo un afán con llevar un trabajo de cierto género, me adapto a cada proyecto.

—Muchas veces, pertenecer a un solo género delimita la lectura de la obra. Esto me hace pensar en Fontcuberta y su proyectos que giran en torno al tema de la verdad en la fotografía. Y cómo al encerrarte en un género, delimitas la interpretación del usuario.
Él, por ejemplo, precisa qué es la foto documental y cómo vas asumiendo algo, como el juego que hizo en la exposición donde inventó los animales fantásticos: ahí, a los espectadores les dijeron que se trataba de un trabajo documental, y ellos lo aceptaron como tal.

Alejandro Cartagena, Carpoolers. Tomada de la web del artista.

—Volviendo un poco a tus proyectos fotográficos, ¿por qué te gusta estudiar las ciudades a partir de la foto?
Me gusta la visión que se puede obtener desde la fotografía, pero más como ciudadano. Me gusta experimentar la narrativa global a partir de lo local. Más allá de la ciudad de Monterrey, se trata, en general, de la ciudad y su construcción. Hablar de la ciudad a partir de la fotografía es hacer visible lo invisible. Como en la serie de Carpoolers, donde fotografié a trabajadores que viajaban a San Pedro Garza García en la parte trasera de las camionetas: ellos están ahí pero nadie los ve. Me parece que la fotografía tiene que tener presentes estos temas: el fotógrafo tiene un compromiso social.

La exposición Registro 05/Enfocar la mirada estará abierta al público en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey hasta el 21 de octubre del 2018.