La asociación entre arte y moda como disciplinas complementarias ha generado discusiones desde cada bando. ¿Cómo puede la vestimenta tener las cualidades de una pieza de arte y, al mismo tiempo, ser usada? En sus inicios, la pasarela sólo consistía en maniquíes que exhibían la ropa, hasta que Charles Frederick Worth, considerado el padre de la alta costura, rompió este esquema usando a las primeras modelos de carne y hueso para lucir su ropa y venderla. Aunado a esta evolución, el performance o la performatividad, una práctica artística, comenzó a cobrar importancia en la moda. Tal vez demasiada. Miembros de la crítica han argumentado que la ropa pierde el valor cuando se presenta a través del espectáculo, y aunque éste fuese de un impacto visual memorable, no necesariamente convivirá en armonía con el concepto de una colección de moda.

Este camino creativo puede ser implementado en la moda de diferentes maneras: desde montar un gran set en una locación emblemática, usar hologramas, representar una pieza teatral, hasta colaborar con músicos para entonar el desfile.

A continuación, los 4 performances más significativos de años recientes, los cuales han demostrado que el arte puede ser un tratamiento para desarrollar un concepto de moda y, al mismo tiempo, una forma que lo nutre.

—Alexander McQueen (Primavera 1999)

Uno de los más añorados diseñadores de moda, Alexander McQueen, es recordado por su innato talento al ofrecer moda sin obviedad. Fue de los primeros diseñadores en incorporar polémicos temas y de gran teatralidad en sus desfiles de moda. Uno de los más memorables fue su presentación de primavera en 1999, donde una bailarina con una gran vestido blanco de tul y dos cinturones marrones fue colocada al centro de un piso giratorio. A sus costados se encontraban dos robots que comenzaron a salpicar tinta sobre el vestido, mientras sus dramáticos movimientos generaban intriga y asombro en los espectadores. La belleza implícita de McQueen es una de sus características más controversiales de su trabajo, siempre en torno a la mujer, su cuerpo y su papel en la sociedad.

—Viktor & Rolf, Otoño (2013)

La dupla holandesa de Viktor & Rolf ha sabido ejecutar la actividad performativa en la moda, siempre manifestando su conciencia de la actualidad. Entre sus presentaciones se encuentran múltiples ejemplos de este ejercicio. Uno de ellos fue su presentación de alta costura de Otoño del año pasado, donde los diseñadores estuvieron involucrados mientras las modelos portaban un vestuario deconstructivo y, en un simple ejercicio de actuación, simulaban ser rocas. Los diseñadores de la firma se involucraron en el acto para arreglar y modificar los atuendos.

—Colaboración de Maison Martin Margiela con H&M (2013)

La conceptualidad de Margiela sigue trascendiendo, aún cuando el mismo diseñador ya no es parte de la casa. La firma belga, perteneciente a Diesel Group, presentó en noviembre del año pasado su colaboración con la marca sueca más grande del fast fashion, H&M. Claro, todo tenía que ser al estilo anónimo e irreverente de Margiela y fue así como presentaron su colección: danzantes contemporáneos en un patio, a cargo de la coreógrafa Anne Teresa de Keersmaeker, portaban las prendas y dibujaban, con su cuerpo, trazos en el suelo. Miles de espectadores en los balcones aplaudieron.

—Kenzo (Otoño-invierno 2014)

Humberto Leon y Carol Lim, diseñadores de la prestigiosa firma, colaboraron con el director de cine David Lynch para la presentación de la temporada que viene. Inspirados en la filmografía del cineasta, Kenzo lo invitó a crear un set surreal con luces que remitían a Twin Peaks (1990-1991) y una cabeza en medio de la sala que sólo podría existir en una película como Inland Empire (2006). Además, el director se hizo cargo de la musicalización del evento.