Cn
Vista general de Myriad (Tulips), de Anna Ridler, 2018. Tomada de la web de la artista.

De lo digital a lo real. Anna Ridler

Entrevista 28.08.2019

Manuel Guerrero

Platicamos con la artista multimedia Anna Ridler sobre su proceso creativo y su participación en Gallery Weekend CDMX 2019.

Considerada por Artnet en el 2018 como una de las artistas pioneras en el uso de la Inteligencia Artificial aplicada a proyectos artísticos, la creadora británica Anna Ridler ha destacado en el panorama del arte contemporáneo por la innovación presente en sus propuestas. Lejos de la espectacularidad visceral que puede lograrse a través de ciertos procesos digitales, Ridler incorpora en su trabajo tanto inteligencia artificial como aprendizaje automático de una forma crítica, ya que a través de ellas visibiliza la especulación latente en las relaciones económicas de la actualidad, partiendo de referencias de la historia del arte.

Anna Ridler ha expuesto en instituciones, eventos y ferias como Ars Electronica, HeK Basel y el V&A Museum. Este año estará participando en Gallery Weekend CDMX 2019 en el espacio de A+ T, Fundación Telefónica, con una exposición curada por Doreen A. Ríos que lleva por título Criptobloom, en la que presentará tres proyectos relacionados con las transacciones contemporáneas vinculadas a la especulación financiera.

A propósito de su exposición en México, platicamos con la artista para conocer a fondo las reflexiones sobre la tecnología y el arte presentes en su trabajo, así como sus impresiones de un mundo del arte que cada vez más se desprende de las técnicas tradicionales para incorporar proyectos realizados con nuevos medios y, por ende, nuevos enfoques.

 

¿Cómo empezaste a involucrarte en las artes?

Estudié literatura inglesa, un pregrado, por lo que es muy diferente [de las artes]. Creo que algo de esa formación está presente en mi trabajo porque aprendí mucho sobre cómo funciona la narrativa y cómo se pueden contar historias. Aprendí mucho sobre cómo funcionan las cosas en un contexto, en un entorno más allá de sí mismas. Después, también me gustó eso a un nivel conceptual: siempre me interesó mucho el significado. Así que trabajé muchas piezas sobre eso cuando tenía 19 años, sobre los diccionarios y cómo funcionan: desde cómo defines una cosa y cuándo algo deja de ser una cosa para convertirse en algo más y cómo puedes se describen las acciones.

Veo que he cargado en mi práctica esta idea de ser capaz de describir o categorizar algo como lo que es. Cuando estaba estudiando literatura, hice algunos proyectos y me interesé más en desarrollar una práctica artística y dije «creo que he tenido algo de suerte», porque mucha gente obtiene un título de artes y empieza hacer obra, pero luego, lentamente, obtiene un trabajo para mantenerse. Eso me parece que es tomar una ruta diferente: tuve un trabajo y conforme desarrollaba más cosas más y más cosas, más me interesaba en el arte, así que cursé una carrera en el Royal College of Art. De esa forma, me volqué en mi propia práctica, que lleva entre seis y siete años. He estado muy interesada en cómo puedo incorporar la tecnología en mi práctica.

Anna Ridler. Diccionario.

Anna Ridler, No Replacements Found (detalle), 2015. Tomada de la web de la artista.

—Como artista que trabaja con recursos tecnológicos, ¿cómo es tu relación con técnicas de las artes plásticas como la pintura o la escultura? ¿Qué piensas de ellas?

Creo que es un poco negativo pensar en ellas como dos prácticas separadas. Pienso que más bien son un espectro y como algo parte de mi enfoque: utilicé mucho la fotografía, el dibujo y la pintura y luego me abrí a la tecnología, así que no pienso como si uno reemplazara al otro. Estoy realmente interesada en cómo pueden trabajar juntos y cómo podemos usar la tecnología para conocer los límites de algunas de estas y otras prácticas. Estoy tratando de no ser ni siquiera neutral porque yo realmente no creo que haya un límite entre las tecnologías digitales y las tecnologías análogas en términos de si es apropiado o no usar eso en mi trabajo, porque todo lo que usamos, incluso un lápiz, es una tecnología para trabajar. En este sentido, el aprendizaje automático es solo una herramienta muy, muy sofisticada y me interesa sabe cómo estas dos cosas pueden entrelazarse.

Anna Ridler. Fotografías flores.

Anna Ridler, Myriad (Tulips), 2018. Tomada de la web de la artista.

—Pensando en proyectos como Mosaic Virus, quisiera preguntarte cómo fue tu acercamiento con tecnologías como la Inteligencia Artificial o aprendizaje automático.

He estado trabajando con inteligencia artificial y aprendizaje automático desde antes de Mosaic Virus. Creo que necesitaba entender cómo funciona esa tecnología para producir la pieza que hice. Sin eso, no hubiera sido capaz de usarlo para reflejar los conceptos de la manera en que lo logré. Realmente quería asegurarme de que estaba usando el aprendizaje automático no solo como una herramienta o proceso, sino como una forma de entender el tema. Es como pensar sobre cómo se conecta o usarla como un asunto de trabajo.

Entonces estaba pensando en cómo el aprendizaje automático y la inteligencia artificial están en una burbuja de especulación. Solo estoy pensando en su materialidad. Una de las grandes influencias visuales para este proyecto fueron los bodegones y cómo las flores de los ramos eran pintadas en diferentes momentos: no todas florecían al mismo tiempo porque esto sucedía en diferentes estaciones. Entonces, pintar un bodegón era como tomar pedacitos y usarlos para construir estas pinturas, y para mí eso fue realmente similar a cómo el algoritmo de aprendizaje automático analiza los conjuntos de datos. No solo están replicando una foto: están tomando muchísimos fragmentos diferentes del conjunto para construir algo nuevo.

Para mí ese fue un buen tipo de mi combinación con la que comprendí cómo podrían usarse como un recurso de trabajo. También estaba de por medio pensar cómo las IA y el aprendizaje automático funciona cuando las entrenas: cuando comienzas a construirlas, cuando ves los resultados, notas cómo mejoran y de repente colapsan.  En este sentido, las técnicas hacen eco del tema porque todo es acerca del colapso, la decadencia y la especulación.  Sabía que quería juntar las ideas sobre especulación, valor y la manía. Así, tenía sentido usar el aprendizaje automático para hacer esto en lugar de cualquier otro recurso: Podría haber usado animación, video o algo así, pero el uso del aprendizaje automático me permitió aclarar estas cosas conceptuales, entre toda la diferencia de ideas y hacer más clara la investigación que estaba creando.

Anna Ridler. Tulipanes.

Still de Mosaic Virus, de Anna Ridler, 2019. Tomada de la web de la artista.

—¿Qué vamos a ver en tu exposición dentro de Gallery Weekend CDMX 2019?

Presentaré tres proyectos. Se verá una parte de Myriad (Tulips), un registro fotográfico que tuve que hacer para crear un algoritmo que pudiera generar imágenes de tulipanes. Hice un conjunto de 10 000 fotos. En la exposición estarán alrededor de 1 500. Al pensar en conjuntos de datos, es fácil olvidar que se originan en el mundo real y que las personas reales han tenido que etiquetar eso, tomar esas fotos, o hacer esos datos. Es realmente agradable traerlo de vuelta al mundo real. Una de las cosas en las que estoy realmente interesada en mi práctica es en encontrar la forma de volver a poner lo digital en el desorden y lo animal del mundo real.

También estará Mosaic Virus, que consiste en un tulipán generado por IA, cuyo florecimiento está controlado por el precio de bitcoin. Es una instalación de video en tres pantallas creada por una serie de GAN que muestran una floración de tulipanes, una versión actualizada de un bodegón holandés para el siglo XXI. Traza paralelos históricos desde la «tulipomanía» que se extendió por los Países Bajos y Europa en la década de 16301, a la especulación actualmente en curso sobre las criptomonedas. «Mosaico» es el nombre del virus que causa las rayas en un pétalo de tulipán, que aumentó su atractivo en el siglo XVII y causó precios especulativos. En esta pieza, las franjas dependerán del valor de bitcoin, cambiando con el tiempo para mostrar cómo fluctúa el mercado.

Y luego también hay un proyecto llamado bloemenveiling, que realicé hace poco en colaboración con David Pfau y que trata sobre ideas en torno a la especulación y el valor.  Todos los proyectos tienen que ver entre sí: en bloemenveiling estaba interesada en la experiencia de belleza como ocurre en Mosaic Virus.

Anna Ridler. Tulipanes.

Still de bloemenveiling, de Anna Ridler, 2019. Tomada de la web de la artista.

—¿Qué tipo de reflexiones o ideas crees que las tecnologías digitales pueden brindarle al arte contemporáneo?

Es una pregunta difícil porque, por un lado, creo que solo las tecnologías, debido a su naturaleza, podrían expresar ciertas ideas en torno a lo digital o la naturaleza. Mucha gente está muy preocupada. Están ocurriendo muchas cosas que, ya sabes, nunca podrían haber sucedido sin lo digital. Pero soy un poco agnóstica en cuanto a lo que las tecnologías digitales pueden aportar al arte contemporáneo más que cualquier otra cosa. Creo que esta distinción hace parecer a las tecnologías como algo menos frente al arte contemporáneo. En mi mente, al trabajar con estas cosas, pienso que estoy haciendo arte: no estoy haciendo arte «digital».

Pero una de las cosas que me parece particularmente rica e interesante de pensar en este momento sobre la tecnología son las ideas relacionadas con la memoria y el olvido. Me refiero al futuro y cómo esperamos que algo que está en Internet o en un disco duro dure para siempre (…). Así que estoy pensando en los archivos de memoria en términos de tecnología digital y pienso que es una idea central o un problema en el arte contemporáneo. Creo que es un gran tema y muchos artistas trabajan en él. Será realmente interesante ver cómo cambiará nuestra relación con la tecnología.

—¿Cómo ves el arte en los próximos 10 años?

Creo que en términos del mundo del arte, de las subastas, como un lugar con galerías e instituciones y coleccionistas, no será muy diferente de lo que vemos ahora. Creo que seguirá el modelo que existe. Y en realidad eso me parece un poco triste.

1 Como su nombre lo indica, en la «tulipomanía» los objetos de especulación fueron los bulbos de tulipán, cuyos precios alcanzaron niveles desorbitados, dando lugar a una gran burbuja económica y una crisis financiera. Constituye uno de los primeros fenómenos especulativos masivos de los que se tiene registro. (Nota del entrevistador con información consultada en Cómo fue la «crisis de los tulipanes», la primera gran burbuja financiera de la historia mundial, BBC News, 20 de mayo de 2018, consultado el 28 de agosto de 2019. Disponible en línea).

 

Manuel Guerrero

Ha participado en más de quince exposiciones colectivas y encuentros de arte sonoro en México, Reino Unido, Japón y España. A la par de la producción artística, ha escrito para más de doce plataformas dedicadas a la reseña y crítica de arte.

siguiente

Newsletter

Mantente al día con lo último de Gallery Weekend CDMX.

Anna Ridler, No Replacements Found (detalle), 2015. Tomada de la web de la artista.

Anna Ridler, Myriad (Tulips), 2018. Tomada de la web de la artista.

Still de Mosaic Virus, de Anna Ridler, 2019. Tomada de la web de la artista.

Still de bloemenveiling, de Anna Ridler, 2019. Tomada de la web de la artista.