Cn

Entrevista a Maurizio Cattelan

23.07.2012

Maurizio Cattelan (Padua, Italia, 1960) ha construido un cuerpo de obra que gira en torno al humor y la ironía. Escandalizó las buenas conciencias por un tiempo. Ahora mientras prepara su primera exposición retrospectiva —que también es su despedida de su carrera como artista—, anuncia que su siguiente propósito en la vida es ser editor.

¿Cómo surge la idea de hacer la revista? ¿El hecho de no encontrar en otras lo que Toilet Paper ofrece lo que te hizo llegar a la creación de ésta, o simplemente aparece como otro nuevo espacio donde plasmar y presentar tus ideas?

Siempre hay un momento de epifanía, un instante donde te das cuenta de que algo es una buena idea. Como sabes, estoy haciendo mi primera retrospectiva y última exhibición para noviembre de 2011 en el Guggenheim de Nueva York. Después de eso me voy a retirar. Como puedes imaginar, todo eso es algo que me ha estado consumiendo por un tiempo; mientras tanto, estuve pensando sobre lo que iba a hacer después de dejar de hacer arte. Editar una revista fue una delicada manera de moverme de una actividad a otra. Pierpaolo Ferrari, coeditor de Toilet Paper, realmente me ayudó a encontrar esta salida. En Europa, cuando te despiden de un trabajo, puedes acudir a una administración donde hay gente que te dice qué hacer, y cómo hacerlo. Pierpaolo ha realizado de alguna forma esa función para mí. Excepto que, esta vez, yo fui quien me despedí a mí mismo.

¿Por qué el nombre de Toilet Paper?

Es muy sencillo: un día, estábamos platicando Pierpaolo y yo sobre nuestros artistas favoritos, y mencioné dos nombres, Titian (Tiziano) y Picasso, porque, en muchos sentidos, su obra es como una memoria de todo lo que se ha hecho anteriormente. Ellos devoraron imágenes, y luego las usaron en sus pinturas. Entonces comencé a pensar en el nombre que podíamos darle a nuestra nueva revista, y dije: ¿por qué no usamos las iniciales de Titian y Picasso? Tenía entonces que ser TP. Luego pregunté a Pierpaolo qué podíamos hacer con estas dos letras para crear una relación entre éstas y nuestro proyecto. Pensamos mucho y entonces apareció como algo totalmente obvio: Toilet Paper.

¿Consideras que la revista funciona como una plataforma para el arte o es en sí misma una pieza de arte?

Creo que ni una ni otra. Pertenecemos a una época de avatares, donde, cuando quieres crear tu propio mundo, lo único que tienes que hacer es seleccionar tu propia  playlist.

La revista no es sólo una playlist; de hecho, más bien lo que hace es adaptar. Adapto imágenes, adapto objetos. Y de eso se trata Toilet Paper. Pierpaolo Ferrari y yo recontextualizamos. Cada vez, hay un pequeña detalle que agregas a lo que haces, hay nuevos elementos que introduces en estas listas que hacen tu gramática más articulada.

Toilet Paper se define como parte de una nueva generación de revistas. ¿Qué otras revistas son parte éstas?

La Revue Blanche, La Revue de la Dernière Mode, propia reseña de Mallarmé, Vie Nuove, en la que Pasolini publicó uno de sus más hermosos textos, y tal vez podría agregar algunas publicaciones victorianas que fueron editadas por escritores para escritores. Pienso que ésta es una nueva tradición de revistas Toilet Paper, una nueva tradición que del siglo XXI se adapta al XXI.

¿Esta revista se liga a tus otros proyectos editoriales como Permanent Food o Charley?

Bueno, siempre me he sentido como un personaje de novela, y por eso siempre he querido crear mi propia historia, mi propia narrativa, usando los formatos que tengo a mi alcance. Por ejemplo, todas mis entrevistas están basadas en esa idea. Algún día publicaré todas juntas, algunas que hice, y otras que no realicé yo mismo. Por supuesto, el retrato que aparecerá será increíblemente incoherente y en ocasiones contradictorio, pero al mismo tiempo será un retrato polifónico de una misma persona, que soy yo.

Pienso sobre todo en la entrevista porque siento que puede darte forma, yo personalmente no tengo una. A veces pienso en mí como el Señor Vacío, Mr. Emptiness.

Como artista y con respecto a tu propia obra, ¿qué te brinda trabajar con una publicación?

Toda la revista fue concebida a partir de ideas que tuvimos previamente, pero mucho trabajo y muchas sorpresas vienen dentro del mismo proceso. Algunas imágenes pueden ser el resultado de accidentes; otras fueron exactamente lo que teníamos en mente. Algunas veces la imagen puede encontrar su propio camino, en otras necesita cierta digestión. Y para el caso de algunas otras, estuvimos muy emocionados al principio, pero luego, no duró mucho.

¿Qué clase de obras podemos ver dentro la revista, son proyectos tuyos y de Ferrari, o incluyen también el trabajo de otros artistas?

Me temo que es sólo obra de nosotros. Y claro, te puedo contar muchas historias detrás de cada una de las imágenes; pero ésa no es la intención: nosotros vamos más por la intuición.

Queremos hacer una especie de portada gráfica: como si abrieras una revista de los años 60. A veces, realmente tienes en mente hacer un pegamento y lo que terminas haciendo es un post-it. Pero el fracaso muchas veces es un punto de partida para inventar una nueva herramienta. El post-it no fue un superpegamento, pero fue uno amigable con el que podías pegar el papel una y otra vez. Siempre depende de ti encontrar lo que realmente importa dentro de alguna situación.

Una de las características generales de las revistas es la inclusión de texto; en Toilet Paper es escaso. ¿Por qué?

Mi trabajo ha sido siempre producir imágenes. Y hasta ahora, Toilet Paper es una revista editada por Pierpaolo, que es fotógrafo —alguien que también trabaja con imágenes— y por mí. Si un filósofo quiere editar una revista, está bien. Nosotros hacemos lo nuestro.

Agradecemos a Donatien Grau.

siguiente

Newsletter

Mantente al día con lo último de Gallery Weekend CDMX.