Vivimos tiempos especialmente violentos. Y esta violencia no sólo es física, sino también económica, jurídica, urbanística, cultural o de otras índoles. En México los datos son alarmantes: existe una cantidad asombrosa de asesinatos, maltratos o desigualdad que, además, pocas veces se atiende con la atención que merece. El número 92 de Código observa con detenimiento la violencia no sólo desde su concepción, sino también desde su representación, reflejada en imágenes —artísticas o no— que circulan diariamente a través de los medios de comunicación o de nuestras computadoras y dispositivos móviles. La imagen de un crimen puede ser igual de violenta que las paredes de una cárcel, o una oficina, pero también los objetos que usamos diariamente para distintos propósitos.

Sergio Rodríguez Blanco estudia la manera en que las fotografías que circulan en Internet pueden producir violencia. Helena Chávez Mc Gregor examina la manera en que las imágenes repiten los estándares de representación impuestos por el poder. Por su parte, Camila Durán conversa con Jamer Hunt sobre el papel de los diseñadores en la producción de la violencia. Finalmente, Juan Carlos Cano desmenuza la arquitectura de las cárceles y las murallas como una forma de control. La multiplicación de la violencia no sólo tiene que ver con las personas que la originan, sino también con las que la replican, a veces compartiendo una imagen o un mensaje en sus redes sociales; o con aquellas que ante una agresión, sencillamente callan.

En nuestra sección de ensayos revisamos tres temas de actualidad que están poniendo en crisis el mundo de las artes: la producción estética que se origina en Internet (“El espectador como productor”, de Abel Muñoz Hénonin), el copyright de las imágenes que circula diariamente en nuestros dispositivos (“¿A quién pertenecen las imágenes?”, de Florian Schneider) y la velocidad con las que la crítica de arte observa y describe su objeto de estudio (“Crítica lenta: arte en la era del postjuicio”, de Anya Ventura). Por su parte, entrevistamos a tres referentes de actualidad: Eduardo Souto de Moura, Zach Blas y Claire Bishop.

La Galería de Adrián Bará aborda temas como la crisis económica, el colapso y la fragmentación. La serie de pinturas que se muestran de la página 44 a la 51 son los rastros de una historia asociada con los tiempos que vivimos. Finalmente, nuestras actualidades se ocupan, entre otras, de las exposiciones de Fred Sandback, Pía Camil y Mario García Torres, así como del Museo Internacional del Barroco en Puebla de Toyo Ito y Escobedo Soliz, que recientemente ganó el Young Architects Program del MoMA PS1.

Abel Cervantes
Director editorial

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