15 viviendas destacadas en México
La vivienda ha sido un tema problemático y de gran tradición en México, sobre todo desde los albores de la ciudad moderna que comenzó a construirse hacia la segunda mitad del siglo XX con el levantamiento de complejos tan emblemáticos como el Centro Urbano Presidente Alemán (1947) y el Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco (1964), ambos de Mario Pani, o la Unidad Independencia (1960) y la Unidad Habitacional El Rosario (1972), considerada la más grande de la Ciudad de México.
Sin embargo, cada entidad de nuestro territorio tiene sus propias complejidades, desde las zonas urbanas hasta las rurales. ¿Cómo conservar el tradicional plano de vecindad típico de la vivienda mexicana? ¿Cómo hacer/proponer una arquitectura social digna, funcional y estéticamente atractiva? ¿Cómo aprovechar los recursos de cada región? ¿Cómo construir para la sociedad y cultura de México?
Código repasa las propuestas de 15 viviendas relevantes construidas en los últimos 5 años alrededor de todo México.
1. Casa de los 7 patios (Zapopan, Jalisco, 2011), de ARSº Atelier de Arquitecturas
Diseñada por la firma ARS° Atelier de Arquitecturas, se trata de una intervención arquitectónica a una vivienda de adobe, enclavada en un terreno con pendientes y vegetación densa. Para resolver el nuevo programa de necesidades y sortear los árboles existentes, la configuración de la vivienda original se modificó con la adhesión de estructuras ligeras de acero alrededor de siete patios que desdibujan la línea que divide el exterior del interior. El resultado: una síntesis arquitectónica de dos lecturas, dos tiempos, dos procesos constructivos y dos modos de habitar, que dialoga en armonía con las preexistencias del sitio.
2. Casa de Margarita (Tierra Sol, Oaxaca, 2011), de Laboratorio de Arquitectura Básica
Como resultado de un taller de autoconstrucción, se erigió en Tierra del Sol una vivienda de alto desempeño ambiental a partir de la reutilización de materiales como el PET, la implementación de materiales naturales como barro, carrizo y paja, y la integración de técnicas constructivas tradicionales de la región.
Pensada para Margarita, una campesina zapoteca, y sus dos hijos, la estructura de la casa se compone de una suerte de gaviones de carrizo rellenos de botellas de PET, recubiertos con una mezcla de barro y paja. Por su parte, las técnica constructiva se integra con los principios del reciclaje, mientras ofrece una alternativa accesible, durable y estética a la necesidad de vivienda digna en el campo mexicano.
3. Casa Maruma (Ciudad de México, 2011), de Fernanda Canales
La Casa Maruma sigue la forma lineal de terreno al optar por el diseño de un volumen alargado que se eleva sobre un cuerpo transparente abierto hacia el jardín en la planta baja. Un segundo volumen rectangular se apila sobre el primer nivel, como si fueran cajas superpuestas, mientras se abre hacia los extremos en dos terrazas.
La alternancia espacial entre cada caja de concreto aparente reitera el juego entre el espacio abierto y el espacio contenido, aderezado por acentos en madera, como el gran librero que sostiene de piso a techo el área de escalera y que se desdobla hacia abajo como una cava, generando un cuerpo de madera que ofrece distintos usos en razón de cada espacio.
4. Casa Guadalupe (Valle de Guadalupe, Baja California, 2012), de Gracia Studio
Sobre una ladera rocosa se enclava una caja de acero y vidrio con espectaculares vistas al Valle de Guadalupe. Diseñada por la firma Gracia Studio, la Casa Guadalupe fue concebida para capturar la belleza natural del valle y proyectarla al interior. En contraste con los trazos orgánicos del contexto, la vivienda se caracteriza por sus líneas rectas y frías, que dan la sensación de posarse delicadamente sobre la roca y el matorral como un elemento ajeno aunque bien arraigado. Para muestra, el carácter prehistórico que otorga el monolito sobre la contemporaneidad del piso de concreto de la recámara principal: piedra natural frente a piedra artificial.
5. Edificio Alfonso Reyes (Ciudad de México, 2012), de Ambrosi – Etchegaray
El edificio ubicado en la esquina de Alfonso Reyes y Saltillo, en la colonia Condesa, destaca por sus líneas puras y grisáceas. Su espacio alberga ocho viviendas en 880 m2 y modestos 17 metros de altura. La simpleza y pulcritud del proceso constructivo desvela la intención de la firma Ambrosi | Etchegaray por diseñar un edificio de discurso diáfano: los materianes lucen sin recubrimientos y expresan su verdadera naturaleza.
Además de cumplir en términos funcionales, en la fachada principal resalta la composición de ventanales y balcones, así como la ruptura con la monotonía de la retícula estructural. Al contrario del exterior, los interiores son cálidos e iluminados y ofrecen vistas agradables de la colonia.
6. Edificio Antonio Solá (Ciudad de México, 2012), de DCPP
El edificio Antonio Solá es un complejo con tres viviendas, una por nivel, sobre un terreno de 243 m2. Los muros de concreto constituyen la estructura principal del edificio. Su fachada se compone de tres balcones remetidos para mayor privacidad. Al sur del terreno, un patio interior favorece la ventilación y recrear la sensación de estar inmenso en la vegetación. Los interiores invitan a la libre apropiación por parte de los habitantes
7. Casa Atlas (Zapopan, Jalisco, 2012-13), de Macías Peredo
Diseñada por el Estudio Macías Peredo, exalta las virtudes del ladrillo rojo como material constructivo y hace de éste el protagonista principal de la vivienda. El hermetismo de la fachada principal contrasta con la apertura del espacio interior hacia patios jardinados. A pesar de estar construidos solamente con ladrillo, los muros de la casa ofrecen diferentes lecturas a partir de configuraciones diversas en el traslape entre las piezas.
Sus interiores, revestidos de madera, se caracterizan por la limpieza de sus líneas y la amplitud y definición de los espacios. Rastros como los cuatro postigos de una ventana, la iluminación cálida e indirecta, y la imagen del tapanco y la escalera, recuerdan el estilo de Barragán.
8. Casa Caja (General Zuazua, Nuevo León, 2013), de S-AR
Casa Caja fue diseñada bajo el Programa de Arquitectura Social Comunidad Vivex, desarrollado por la firma S-AR con el propósito de acercar a la arquitectura y sus procesos de diseño, planeación y trabajo social a familias de escasos recursos. El proyecto busca generar un tipo de vivienda competitivo y factible con las condiciones adecuadas de espacio, iluminación, ventilación y sanidad.
Los 110 m2 de construcción fueron erigidos con un sistema constructivo simple: muros de block y losas de concreto que fueron dejados aparentes por economía. Además, el primer prototipo fue construido por Jesús Galván, el propietario, y su familia, con un costo aproximado de 150 mil pesos que incluyen cimentación, estructura, instalaciones eléctricas e hidrosanitarias, así como carpintería, herrería, pintura e impermeabilización.
9. Casa Campestre (Ciudad de México, 2013), de DCPP
Sobre un terreno de 363 m2 se desplantan los dos niveles de la Casa Campestre. Con base en proporciones rectangulares, la vivienda se caracteriza por una fachada prácticamente ciega a la calle y una organización espacial alrededor de dos patios interiores que separan las áreas públicas de las zonas privadas.
El primer patio articula el vestíbulo, la sala, el comedor y la cocina; por otro lado, la sala familiar y las habitaciones se hallan al fondo, alrededor del segundo patio. El nivel superior contiene las recámaras de invitados. Los acabados de la Casa Campestre corresponden con sus materiales edificatorios, como concreto, madera, ladrillo y piedra, todos aparentes.
10. Casa Cap (Ciudad de México, 2013), de Estudio MMX
Ubicada el poniente de la Ciudad de México, la distribución de la Casa CAP deriva del ángulo agudo que dibujan los linderos longitudinales del terreno. El programa se define al trasladar paralelamente las líneas de cada lindero al interior, obteniendo una configuración espacial con fugas y remates interesantes. Construida enteramente a partir de robustos muros de concreto, que permiten librar grandes claros y generan interiores generosos, fluidos y bien iluminados, se conforma a partir de volúmenes autónomos que, aunque articulados ente sí, generan una identidad global a partir del juego mutuo y las relaciones específicas que guardan con el exterior.
11. Casa GG (Querétaro, 2013), de G3 Arquitectos
Diseñada por la firma G3 Arquitectos, la Casa GG se localiza al borde un barranco en el paisaje queretano. Para potenciar esta condición, se cierra al exterior aislándose entre pesados muros de concreto, mientras se desborda sus vistas hacia el paisaje de la barranca. Sobresalen las propiedades térmicas y acústicas de la vivienda, derivadas de distintas densidades y texturas entre los materiales que la constituyen, para brindar una experiencia espacial, luminosa y acústica compleja.
12. Casa Gabriela (Mérida, 2015), de TACO Taller de Arquitectura Contextual
Diseñada por TACO, la Casa Gabriela busca brindar al habitante un refugio práctico y sereno, prestando especial atención al confort térmico, la eficiencia energética y el bajo costo constructivo. Construida en la ciudad de Mérida, Yucatán, la vivienda cuenta con alturas dobles que permiten evacuar el aire caliente y aminorar la temperatura interior por medios naturales. El sistema constructivo consiste en bloques de cemento, viguetas y bovedillas, así como celosías de cemento vibro-comprimido. Los acabados son aparentes y la vegetación propuesta es endémica, en correspondencia con el contexto local.
13. Casa Montes Pirineos (Ciudad de México, 2015), de Legorreta & Sepúlveda
Ubicada al poniente de la Ciudad de México, su planta baja alberga las áreas sociales de la casa, diferenciándos cada espacio mediante el uso de diferentes materiales. Por ejemplo, el volumen de madera alberga la cocina, la despensa y el baño, el volumen de piedra contiene la estancia y la sala familiar, mientras que el estacionamiento y las bodegas se encuentran en el volumen metálico. Por su parte, el área privada se ubica en el primer nivel, y se halla contenida por un volumen de concreto blanco que respira y dirige sus vistas hacia los costados y al frente a través de celosías de madera.
14. Estudio Donceles (Cancún, 2015), de JC Arquitectura – O’Gorman & Hagerman
El edificio de vivienda económica Estudio Donceles fue concebido para garantizar los mayores valores de sustentabilidad, fomentar el consumo razonable de recursos naturales y potenciar las relaciones comunitarias. Se trató de utilizar la arquitectura como una herramienta de inclusión social, por lo que se diseñó un edificio de usos múltiples que propone una arquitectura inclusiva. En sólo 463 m2 de construcción, el complejo comprende seis viviendas de uso flexible, un área comercial y un roof garden común. El proyecto, de acabados modestos y aparentes, intenta revivir el concepto de barrio al favorecer la interacción y relaciones interpersonales entre sus habitantes.
15. Vivienda Unifamiliar Regional (Hermosillo, Sonora, 2016), de Taller de Arquitectura X
Se trata de un conjunto de vivienda social que apuesta por reforzar la estructura urbana a través de un tejido conformado por calles estrechas, densamente arboladas, y lotes angostos y profundos. Diseñadas por el Taller de Arquitectura X (TAX), liderado por Alberto Kalach, las viviendas quedan adosadas unas a otras para aprovechar al máximo el espacio y evitar ganancia térmica.
Las condiciones climáticas del lugar se mitigan con la utilización de techos verdes, ventilación cruzada y control solar en vanos. Los espacios interiores son altos y fluidos, y se organizan en continuidad alrededor de la estructura central conformada por la escalera, el baño y los armarios. La resolución de un programa arquitectónico de 70 m2 en sólo 3.5 m de ancho es la mitad de un lote de vivienda de interés social estándar. Además, a cada vivienda le corresponde un cajón de estacionamiento, patio trasero, sala, comedor, cocina, baño y dos recámaras.
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[15 agosto 2016]
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