En su mayor muestra hasta la fecha en la Schaulager de Suiza, el artista y cineasta británico Steve McQueen (Londres, 1969) ha creado un laberinto de instintos visuales y narrativos.

La exposición —que ocupa dos pisos del edificio diseñado por los arquitectos Herzog & De Meuron— es descrita por los organizadores como una «ciudad del cine«, un espacio de enfrentamientos con más de veinte instalaciones visuales.

Una de las más impactantes muestra un close up del ojo de la actriz Charlotte Rampling; un dedo recorre la zona de modo delicado, pero también impertinente y casi violento.

Otras escenas muestran a mineros africanos trabajando en condiciones lamentables, un caballo muerto entre la maleza, el primo del realizador contando cómo mató accidentalmente a su hermano —la cámara muestra sólo la parte superior de su cabeza— y al propio McQueen luchando con otro hombre negro o escupiendo a la cámara.

A partir de las texturas y la materialidad del entorno, el ganador del premio Turner despliega escenarios en cada una de las salas, de modo que la perspectiva de sus filmes, casi escultural, rodea al espectador y coloca su cuerpo en el espacio como una proyección de sus propias ideas.

La muestra incluye doce imágenes en movimiento que se proyectan en los muros del museo: Éxodo (1992-1997), Five Easy Pieces (1995), Justo por encima de mi cabeza (1996), Impasible (1997), Corriente (1999), Niñas -Tricky (2001), Illuminer (2001), Leap Western Deep/Caribes (2002), Charlotte (2004) y Static (2009).

Las primeras obras del director de Hunger y Shame se caracterizan por un enfoque experimental en el que predominan las escenas mudas en blanco y negro; el cuerpo es un tema recurrente. En los últimos diez años, McQueen ha optado por piezas a color y con sonido que parten de investigaciones complejas —con frecuencia en torno a temas políticos— y que exploran las fronteras entre el documental y la narrativa.

www.schaulager.org

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[5 de abril de 2013]