Cocodrilos, toros, coyotes, palomas, gatos y gorriones, son testigos de mi delirio.
Juan Soriano

La obra de Juan Soriano es la afortunada fusión de las tres potencias del arte: la tradición, la fantasía poética y la imaginación visual.
Octavio Paz

La semana pasada se inauguró el Museo Morelense de Arte Contemporáneo Juan Soriano (MMAC) en Cuernavaca. Una aproximación en dos tiempos sincrónicos (arte público y jardín escultórico) que, a través de la arquitectura —a cargo de JSa (Javier Sánchez + Aisha Ballesteros)—, ensambla pistas sobre el futuro de los espacios colectivos y contendores culturales que despliegan su contenido más allá del arte en concreto. Aquí diez provocaciones para visitar el MMAC:

—¿En dónde termina el museo e inicia la ciudad? Con el MMAC, el recinto cultural se vuelve un atajo hacia la equidad social a través del paisaje, la arquitectura y el arte. 

Museo Morelense de Arte Contemporáneo Juan Soriano

—La convergencia pictórica y figurativa de Juan Soriano consolida raíces con el espacio público por medio de la escultura monumental. Se trata de una integración plástica moderna en tres dimensiones que trasciende los cánones muralistas pioneros. 

Jardín del Museo Morelense de Arte Contemporáneo Juan Soriano. Fotografía de Jaime Navarro. Cortesía MMAC.

—Soriano pasó del arte al edificio y viceversa, sin vanos ni macizos, esculturas públicas y perspectivas en fuga con diálogos y tensiones en espacios abiertos. Tanto la creación formal como el anclaje al lugar resultan componentes indispensables.  

Museo Morelense de Arte Contemporáneo Juan Soriano.

—¿Cómo avizoramos y cruzamos los umbrales del arte? La dilución de la frontera pública y privada radica en la intemperie y el contenido. Así su composición y combinación y, por lo tanto, su diálogo natural y empatía con la forma, desinhibida y compartida. 

Fotografía de Jaime Navarro, cortesía MMAC.

—La virtud de la infraestructura cultural recae en la activación de lo público, el museo como pretexto; una escultura más del jardín. 

Museo Morelense de Arte Contemporáneo Juan Soriano.

—La propuesta arquitectónica y urbana hace guiños a la visión de amplio espectro del artista: pasaje y umbral. El primero conecta dos puntos creando un circuito entre las calles del Centro Histórico y el barrio de Amatitlán; mientras el segundo apela a la alteridad en diagonales, encuadres, trayectos, plazas, esculturas, espejos de agua y áreas verdes. 

Museo Morelense de Arte Contemporáneo Juan Soriano.

—En 6 mil metros cuadrados, el proyecto ensambla museo, talleres, biblioteca, salas de exposición y cafetería. Aprovecha las huellas de la preexistencia para respetar la vegetación entre amates, ceibas, casahuates y guajes, y a la vez enaltece el apantle (acueducto) de cauce natural que cruza el predio. 

Talleres del museo. Fotografía de Ian Lizaranzu, cortesía MMAC.

—Las esculturas en bronce de Juan Soriano funcionan como espectadores y vigías, ampliando las perspectivas del arte y sus formas de exhibición. 

Museo Morelense de Arte Contemporáneo Juan Soriano.

—En clave, con sutilezas y guiños al personaje, el museo y sus talleres abren nichos, descubren texturas, trazan senderos y zurcen fronteras, dejando abierta la posibilidad de cualquier trastorno cultural.

Museo Morelense de Arte Contemporáneo Juan Soriano.

—Comenzar siempre, una aproximación a la colección de Juan Soriano es la muestra inaugural, curada por Patrick Charpenel y Mauricio Maillé, además de Tramas. Gustavo Pérez Monzón, con la curaduría de Elsa Vega y René Francisco Rodríguez y Atlas de la ciudad, de Helena Lugo. 

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Juan José Kochen (@kochenjj) es arquitecto y maestro por la UNAM con estudios de periodismo en la EPCSG. Escribió para Reforma, fue editor de Arquine, consultor del Infonavit y becario de la Graham Foundation, el Fonca y Conacyt. Es gerente general de Fundación ICA y profesor en la Universidad Iberoamericana y CENTRO.