«Ya sea el águila en pleno vuelo o la flor de manzano abierta, el incesante trabajo de los caballos, el cisne alegre, la ramificación del roble, el arroyo que serpentea en su base, las nubes a la deriva, sobre todo el sol que cursa, La forma sigue a la función, y esta es la ley», escribió el arquitecto Louis Sullivan en un artículo para Lippincott Magazine. De ahí el origen de esta idea básica y necesaria que primó para el movimiento funcionalista en la arquitectura y el diseño modernos del siglo XX. En la actualidad una de las manifestaciones vigentes de esta rama del diseño se encuentran en el sector de la salud.

De baja difusión y de una belleza que sólo se encuentra en el sentimiento de alivio, estas son 5 propuestas de diseño recientes y destacadas por su ingenio para resolver problemas sanitarios. 

Smartphone, de Lapka
2015

El estudio de San Francisco, Lapka, ha creado una serie de siete módulos para monitorear distintos aspectos como la calidad del aire, rayos ultravioleta y el pulso cardiaco. El diseño está pensado para caber perfectamente en la estructura del smartphone modular del Proyecto Ara: un dispositivo cuya forma se divide en piezas independientes de diferentes tamaños, capaces de deslizarse gracias a un imán, y que puedan añadirse o retirarse según sea el caso.Cada componente recoge y almacena la información del usuario para ser mostrada en la pantalla del teléfono móvil. También es capaz de advertir en caso de altos niveles de sustancias dañinas. El proyecto es una exploración del cuerpo humano y su ambiente personal.

Glifo: Herramientas de escritura para niños discapacitados, varios diseñadores
2016

Hechas a partir de tecnologías de impresión 3D, Glifo es una serie de utensilios adaptables para escribir pensados para niños que padecen alteraciones en el sistema nervioso. El proyecto fue realizado por un grupo de diseñadores en colaboración con TOG (together to go), una organización con base en Milán que ayuda y rehabilita a jóvenes con discapacidades motrices o cognitivas, y con Open Dot/Fablab, un espacio de experimentación. La finalidad es que las herramientas sirvan como una extensión que evita la inclinación natural de las manos al escribir, uno de los movimientos más afectados por este padecimiento. Cada pieza puede adaptarse según la edad y las necesidades personales del usuario.

Jhoule, varios diseñadores
2016

Más que una pieza de joyería, Jhoule es un dispositivo portátil que funciona como una luz de emergencia. El objeto puede portarse en el brazo, la pierna o el tobillo gracias a su cubierta bordada de forma circular que se desmonta, y a un clip que se encuentra en la parte posterior. Al descubrir que muchas personas en India caminan durante una a dos horas todos los días, la diseñadora Yogita Agrawal decidió integrar un mecanismo que aprovecha la energía del movimiento del usuario al caminar para activar los LED’s internos. Aunque está pensada para usarse en las zonas rurales de la región, la pieza es funcional para cualquier sitio carente de alumbrado público.

Lux3, de Gerardo Abriola
2016

Lux3 es una lámpara de madera que además de exponer un diseño atractivo, emite una luz de color cambiante que aumenta el estado de ánimo y es benéfica para la salud. Al centro, cuenta con una abertura en forma de cubo para introducir un vaso de agua y así enriquecerla con la energía transmitida. El dispositivo está conectado con una aplicación que permite interactuar y escoger la tonalidad de la iluminación, también brinda al usuario toda la información necesaria para su uso.

Soapen, varios diseñadores
2016

En la India, más de 1,5 millones de niños menores de cinco años mueren como consecuencia de infecciones estomacales. Los niños pierden hasta 443 millones de días de escuela debido al ausentismo ocasionado por estas enfermedades. Más del 40% de estos malestares son transmitidos en las escuelas. Como respuesta a esta urgencia, un equipo de diseñadores —Amanat Anand, Junho Ryun, Yogita Agrawal y Shubham Issar— decidieron enfocarse al factor de limpieza como punto de partida para una serie de diseños que ofrecerán soluciones graduales a los problemas más graves de las comunidades del territorio. Así, el primer diseño es Soapen, un lápiz-jabón que promueve de manera sencilla los hábitos de higiene entre los menores. El objeto está acompañado de una App —actualmente en desarrollo— que instruirá a los niños sobre los beneficios de lavar sus manos.