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Entrevista con Pascale Mussard, directora de Petit H de Hermès

27.03.2013

Pascale Mussard es la tataranieta de Thierry Hermès, el fundador de Hermès. Fue directora creativa de la marca junto con su primo Pierre-Alexis Dumas.

Pascale siempre ha buscado llevar la marca a un futuro sostenible. Para ella, lujo significa reinventar lo ya establecido. Actualmente es la directora de Petit H, un proyecto de reciclaje que ella llama atelier de re-création. El propósito de Petit H es tomar los materiales que son descartados por Hermès por no ser perfectos para crear objetos distintos y nuevos.

¿Como fue crecer entre ateliers, artesanos y tradiciones? ¿Qué aprendizaje te deja el ser parte de una familia que lleva tantos años en el arte de la marroquinería?

Aprendí el valor de las cosas, a observar y apreciar el trabajo manual. Me han tomado de la mano y poco a poco he aprendido la importancia de hacer bien las cosas. Conocí la felicidad de crear y hacer imaginar. He aprendido un oficio y a amarlo.

Recuerdo que, cuando era pequeña, había una señora que hacía las vitrinas. Creaba cuentos con animales fantásticos, tenía una imaginación increíble que me recuerda mucho al imaginario mexicano con cuentos y leyendas en los bordados que hablan de un savoir faire exquisito. Yo quería, precisamente, hablar de nuestro savoir faire en la casa de Hermès.

Se sabe que ningún miembro de la familia tiene un puesto garantizado en Hermès y que tú misma fuiste rechazada la primera vez que aplicaste. ¿Cómo fue este proceso y qué se necesita para formar parte de una maison tan importante?

En realidad nunca fui rechazada. Mi abuelo no me aceptó porque yo quería hacer las cosas sola y esa no era la forma en que se acostumbraba trabajar. Ningún familiar tiene garantizada la entrada a la firma porque Hermès no le debe nada a nadie y menos a la familia. Por orgullo nunca pedí entrar a Hermès. De hecho yo trabajaba para alguien y esa persona fue invitada a trabajar para la maison y así fue como me llevaron.

Es interesante ver que la firma lleve su creatividad a otros horizontes. Petit H le brinda frescura e innovación a la elegancia clásica que caracteriza a la marca. ¿De dónde surge la idea de crear una línea que saque de contexto y reinvente los productos y materiales icónicos de la maison para convertirlos en artículos con carácter, humor y grandes dosis de imaginación?

Muchas gracias. Eso es exactamente lo que busco. Intento hacer algo más ligero. No tanto en la hechura sino en la fantasía, cosas creativas y divertidas. Las palabras “creación” y “recreación” son muy importantes. Deseaba añadirlas a las colecciones pero con un enfoque diferente, trabajar junto con materiales y artesanos pero de manera diferente.

En la maison siempre ha habido fantasía y esas piezas que se abandonan porque no son perfectas son mis tesoros, son como reliquias. Cuando voy con artistas y les muestro los materiales veo que inmediatamente su imaginación vuela y les gusta trabajar con ello. Yo les pido reinventar la materia, su forma, su uso.

Petit H inició como un tributo a los artesanos. ¿Qué es lo que encuentras tan interesante en la labor de un artesano y en su forma de trabajar?

Pienso que el artesano es una persona de una disciplina increíble que trabaja con calidad, tradición y emoción. Para mí es como un alquimista, tiene manos mágicas y hace cosas extraordinarias. Con sus manos los artesanos hacen algo magnífico de un trozo de cuero o de cualquier otro material.

Muchos artesanos, antes de Petit H, trabajaban verticalmente, es decir, el artesano del cuero siempre trabajaba el cuero y el del cristal sólo cristal. Yo empecé un sistema de transversalidad en donde todos los artesanos se reúnen. Así el orfebre habla con el que teje, con el que borda, con el carpintero. Entonces cuando llega el artista con una idea, el artesano del cristal aporta algo y el orfebre propone otra idea, y así todos comparten y mezclan sus oficios. Se creó algo así como un laboratorio: innovador, estimulante, donde hay mucha sinergía.

Para Pascale Mussard, el lujo moderno viene de reinterpretar lo establecido. ¿Por qué reinventar es algo necesario para crear bienes lujosos?

Creo que hay que reinventarse porque si no lo haces te pierdes, te duermes. El ser humano está para reinventarse, para ir muchísimo más lejos de lo que cree posible. Las ideas, decía mi tío, son como flores: hay que tener cuidado de no pisarlas.

Mi bisabuelo era un gran visionario. Cuando los caballos empezaron a ceder camino a los autos él ya había recreado el mundo en su mente y sabía que las necesidades del consumidor cambiarían pero nunca dejó de darle protagonismo al trabajo artesanal que podía crear con sus manos.

En la casa de Hermès siempre ha habido un espíritu ecuestre. No sólo en lo que se refiere al caballo, sino también el espíritu del que cabalga, el jinete. Porque cuando vas cabalgando y te encuentras con un obstáculo no puedes detenerte, debes saltarlo. Creo que los obstáculos son oportunidades, te puedes caer pero lo importante es volverte a subir y seguir adelante. Yo llevo ese espíritu en la sangre y es lo que intento proyectar al mundo con Petit H.

www.hermes.com/petith


[27 de marzo de 2013]

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