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Luis Buñuel, El fantasma de la libertad, 1974.
Luis Buñuel.
Max Aub.
Luis Buñuel, Un perro andaluz (1929)
Luis Buñuel, El Discreto Encanto de la Burguesía (1972)
Luis Buñuel, El ángel exterminador, 1962.

Max Aub sobre Luis Buñuel: un cine cercano a la arquitectura

22.05.2014

Acabo de leer un libro apasionante, Luis Buñuel, novela, una edición hecha por Carmen Peire con los documentos dejados por Max Aub (París, Francia, 1903) antes de morir y que deberían haber compuesto una novela sobre el gran Buñuel. El tomo tiene alrededor de cuatrocientas páginas, lo publicó la editorial granadina Cuadernos del Vigía en octubre de 2013 y ya en diciembre del año pasado apareció la segunda edición.

La primera parte narra la trayectoria del cineasta con varias entrevistas —que además se recogen en un DVD de audio que acompaña al volumen— y aunque no cuenta demasiadas cosas nuevas para los que conocen su vida, hay momentos completamente maravillosos gracias a la complicidad entre Aub y Buñuel, dos intelectuales cuyas trayectorias vitales se entrecruzaron en varias ocasiones. La segunda parte son aportaciones de Aub sobre la época que les tocó vivir. Con ella he descubierto a un pensador al que no conocía, defensor a ultranza del dadaísmo y el surrealismo.

Aub escribe sobre las relaciones entre cine y arquitectura cuando se refiere a la distinción entre «películas de arte» y «películas comerciales» y dice: «en este aspecto —como en muchos más— estamos cerca de la arquitectura. Hay millones de casas anónimas que albergan a millones de seres y casas que son de Gaudí, de Le Corbusier, de Frank Lloyd Wright. El arte es personal e intransferible», algo a veces tan peligroso como el término «autor» tanto en el cine como en la arquitectura; además Aub escribe: «la arquitectura es mucho más vieja que el cine y es, sin embargo, el arte que, en su estructura, más se le parece. ¿Cuántos arquitectos han sido los que lograron dar al mundo —sin recurrir a lo escrito o dicho— las razones de su obra?  Miguel Ángel, sin duda; Le Corbusier, tal vez; el constructor de Santa Sofía, Frank Lloyd [sic]».

Además de su acertividad, la reflexión de Aub llama la atención porque a finales del siglo pasado cualquier intelectual conocía a Gaudí, Le Corbusier y Wright. ¿Los conocerán quienes hoy se consideran intelectuales? ¿Cuáles serían los nombres que se citarían hoy, si se citase a alguno? ¿Foster, Calatrava, Hadid, Koolhaas…? ¿Son o serán tan importantes estos últimos como los antes mencionados?

En definitiva, si tienen tiempo y valor para afrontar sus cuatrocientas páginas, no se pierdan este título.

Tomado de cinearquitecturaciudad.blogspot.mx con permiso del autor.


[22 de mayo de 2014]

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