S.A.M.O.O., una de las prácticas de arquitectura más prolíficas del mundo, ha concluido un edificio ecológico llamado Ecorium para el Instituto Nacional de Ecología en Seocheon-gun, Corea del Sur. La construcción consta de cinco invernaderos enormes en formas parabólicas y conectados por caminos curvos. En su interior, recrean distintas zonas climáticas del planeta.

El concepto que guía el trabajo de S.A.M.O.O. es la tierra: la arquitectura debe reflejar el rigor y el dinamismo de las formas orgánicas que se encuentran en el planeta. El Ecorium debe provenir de la naturaleza, ser la naturaleza y estar con la naturaleza. Para conseguirlo, se hicieron innumerables pruebas hasta reducir el consumo de energía y la emisión de carbono.

La colocación de los invernaderos está determinada por el curso del sol: ninguno de ellos genera sombra sobre otro. Esta distribución, junto con las investigaciones realizadas en torno al comportamiento de los ecosistemas resguardados, procura las condiciones ideales para reproducir de modo fiel cada zona climática, incluso con simulaciones de corrientes de aire.

La estructura de cada invernadero está diseñada para recolectar agua pluvial para el riego y enfriamiento de la vegetación, gracias a las pendientes parabólicas que forman las fachadas.
En los invernaderos podrás encontrar ejemplos de zonas tropicales, desérticas, mediterráneas, polares y una sección dedicada al ecosistema local —templado—. Desde un mirador, se puede observar una vista panorámica con bosques tropicales, cascadas, montañas en miniatura y regiones bajo cero.

Además de la experiencia climática, el Ecorium cuenta con varios teatros y galerías, un observatorio, cafeterías, restaurantes e innumerables instalaciones auxiliares para asegurar una experiencia completa.

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[4 de septiembre de 2013]