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1. Balkrishna Doshi. Fotografía VSF. Cortesía Pritzker Architectural Prize.

Balkrishna Doshi, galardonado con el Pritzker 2018

Destacado 07.03.2018

El destacado arquitecto Balkrishna Doshi es el primer arquitecto indio que gana el codiciado premio Pritzker.

El premio Pritzker de arquitectura es comúnmente referido como el «Nobel para arquitectos». Instaurado en 1979 por la fundación Hyatt y la familia Pritzker, año con año la presea reconoce la trayectoria de un arquitecto (vivo) que, a través del arte de la arquitectura, haya contribuido tanto al legado de la humanidad como al entorno arquitectónico. Se califica no sólo el talento —el cual se puede obviar—, sino también el compromiso (con la labor, con los usuarios, con el espacio) y, sobre todo, la visión —es decir, la forma en que los proyectos de cada creador logran generar una amalgama única entre el concepto del proyecto y la historia, la sociedad, de cada espacio.

La mañana del 7 de marzo se dio a conocer al ganador de la presea del 2018: el arquitecto indio Balkrishna Doshi, primer arquitecto indio en ser reconocido con tal mérito. Doshi, de 90 años de edad (Pune, India, 1927) se ha empeñado, a lo largo de más de seis décadas de labor, en generar espacios, proyectos, que asimilan la cultura oriental y, a la par, proponen una visión contemporánea que mejore tanto los entornos urbanos como la calidad de vida de los habitantes. Aunando a sus proyectos constructivos, el arquitecto también destaca por su ardua labor como educador en la que transmite, a estudiantes y colegas arquitectos, los ideales que fundamentan su arquitectura: respeto a la tradición local y mejora en las condiciones de vida de los habitantes.

En los primeros años de su carrera, Doshi trabajó con dos figuras fundamentales de la arquitectura moderna, Le Corbusier y Louis Khan, a partir de quienes retomó el uso de los materiales y su particular visión de funcionalidad para, así, entremezclarlas con su estudio y entendimiento de la tradición arquitectónica india, lo que le permitió el desarrollo de un lenguaje propio que armoniza con la historia, la cultura y las tradiciones de su tierra natal.

Instituto Indio de Administración, Bangalore. Fotografía VSF. Cortesía Pritzker Architectural Prize.

 

De su carrera destacan proyectos de vivienda social, como Aranya o Ahmedabad —claro apego a la máxima que rige su carrera: «proveer a la clase baja con una morada digna»—, en los cuales no sólo deja entrever su ideal de casa; también muestra un claro conocimiento y entendimiento de cómo funciona una ciudad. Sus proyectos de vivienda económica no terminan en la construcción de los hogares, sino que buscan la generación de una comunidad, la creación de espacios públicos y privados dignos, poniendo de manifiesto la importancia que tiene el diseño urbano para mejorar nuestra relación con las ciudades.

Aranya, vivienda de bajo costo. Fotografía VSF. Cortesía Pritzker Architectural Prize.

 

La obra que conjunta, en general, el acercamiento de Doshi hacia la arquitectura, es su propio estudio, Sangath: una serie de estructuras semi-subterráneas que se integran, de manera fluida, con el entorno: terrazas, patios, espejos de agua y bóvedas que generan una rica gama de espacios interiores, los cuales se unifican con el uso del concreto. Sangath no sólo sintetiza la visión constructiva de Balkrishna Doshi; a la par, también refiere a la visión conceptual que se debe tener para emprender un proyecto: los espacios deben trascender la naturaleza funcional de la arquitectura para conectarse con el espíritu humano, a través de esbozos filosóficos y poéticos. Por ejemplo, Sangath refiere a una palabra en sánscrito que significa acompañamiento, o movimiento en conjunto y, así como la noción estética (occidental) de decoro, sangath representa aquello que es apropiado o relevante.

Estudio de arquitectura Sangath. Fotografía VSF. Cortesía Pritzker Architectural Prize.

Esta noción de vínculo funcional y conceptual se aprecia también en obras como la escuela de Arquitectura de Ahmedabad, el Instituto Indio de Administración en Bangalore, la galería Amdavad ni Gufa o el consejo eléctrico Madhya Pradesh en Jabalpur.

Bal Krishna es la acepción con la que la religión hindú refiere al dios Krishna joven —de ahí el nombre del arquitecto, Balkrishna Doshi, quien no sólo mantiene un espíritu joven en su labor, sino que sus obras son reflejo de una tradición que, a pesar de los años, se revitaliza.

Galería Amdavad Ni Gufa. Fotografía VSF. Cortesía Pritzker Architeectural Prize.

 

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