Uno de los aspectos fundamentales de la producción de moda de un país es la historia sobre la que se construye. Y no estoy segura que haya una historia narrada en libros que plantee un acercamiento antiimperialista a la disciplina. El libro de moda propone un modelo de pensamiento que puede estar creado como una forma de legitimación de una victoria, lo que daría paso a un impacto sobre la economía de la moda.

La producción editorial es un lugar que funciona como herramienta para la construcción mítica del aura del Made in… y, por ende, como una forma de empoderamiento de un determinado territorio.

La historia de la moda ha sido escrita por los vencedores. Y evidentemente los libros son publicados por corporaciones y países que establecen el poder capital para hacerlo. Hasta cierta medida, los libros son objeto de culto y lugar fetiche donde se establece la consagración de estéticas que proliferan como negocios —un territorio clave de la industria. Esto, de cierta manera, pone en el ojo otra problemática: la baja producción editorial enfocada a la moda en México.

Pareciera que un libro como código de competencia en el mercado no es un tema del todo prioritario. Pero más allá de este factor capital, hay otro aspecto crítico: los libros de la disciplina, en cierta medida, siguen funcionando como base de la generación de entendimiento del fenómeno de la industria. Sus contenidos —y la historia que cuentan de la moda— permean el pensamiento que sirve como base productiva a la industria. Así, un libro de moda también es un camino hacia la legitimación de una victoria —¿pero de quién?, la historia es también un ejercicio de mercadotecnia; es el mito que hay detrás de las corporaciones.

Es momento de repensar la producción editorial en temas de moda en México. Si lo que quisiéramos como industria es sobrevivir al posicionamiento de un producto, hablaríamos entonces de una producción editorial, apuntando hacia dos perspectivas: 1) una contribución presente y futura para el estudio de la historia de la moda y 2) una aportación que nos acerque a la formulación de una historia que contribuya a generar un modelo de producción y comunicación que posicione en el gusto de las personas el Hecho en México.

El libro como contribución presente y futura resulta de acercarse a la producción desde el punto de vista académico. En México no existen más de una decena de libros publicados de historia de la moda mexicana. Se trata de un territorio desierto para el estudio y análisis como base de la producción presente. La estrategia fundamental del proyecto de la industria de la moda exige la producción y el consumo de documentos que servirán como herramientas para interpretar el pasado y el presente desde nuestro territorio.

En cuanto a la segunda propuesta, el modelo del Made in… no buscaría legitimarse solamente a través de la generación de una identidad nacional —como hasta ahora se ha planteado— sino, más bien, se trataría de un producto con un ADN mercadológico impetuoso en cada empresa que se desarrolle y posicione en el país. Esto es una invitación a escribir una historia que vea en el presente y lo que viene lo Hecho en México.

Postdata: Los invito a fondear el libro Mextilo: Memoria de la moda mexicana de Gustavo Prado.

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Montserrat Caballero es coautora del libro: Moda y Política, Encuentros Místicos en la Ciudad de México, un publicación editada por TALLER Fashion Development Project en 2015.