Con un legado de 160 años y más de una década bajo la batuta de Marc Jacobs, Louis Vuitton regresa para presentar su temporada otoño/invierno 2014 de la mano de Nicolas Ghesquière, antiguo director creativo de Balenciaga, una casa tan icónica como la que ahora lidera.

La luz solar fue la encargada de dar inicio a una nueva era para la firma, al permear completamente el Cour Carrée (el patio cuadrado) del Louvre y develar un escenario totalmente diferente a los que Jacobs estaba acostumbrado a mostrar. Simples bancas colocadas en diferentes niveles a las orillas de la pasarela proyectaban un aire clínico, señal de que Nicolas ha tomado el control.

Como bienvenida, cada asistente encontró en su lugar una carta escrita a máquina en la que el diseñador señalaba: “Hoy es un nuevo día. Un gran día. Las palabras no describen lo que siento; sobre todo, inmensa alegría de estar aquí.”

Freja Beha fue la encargada de abrir el show, enfundada en un abrigo de cuero negro y un vestido en línea A con cuello de tortuga. En su mano, la modelo sostenía lo que parece ser la pieza clave del desfile y un éxito instantáneo: la bolsa Petite Malle, reinterpretación del clásico baúl Louis Vuitton, uno de los artículos que detonaron la historia de la mítica firma.

Enseguida, atuendos con reminiscencias de la década de los 60 y guiños deportivos tomaron protagonismo. Pantalones a la cintura, faldas, abrigos y siluetas de cintura marcada denotaron la nula inmersión por parte de Ghesquière en los archivos de Louis Vuitton. Sin embargo, dejaron claro lo que se busca con la llegada del creativo: la colección es una visita anticipada al futuro de la firma.

Las técnicas de manipulación de materiales por las que es conocido el diseñador francés encajaron a la perfección con la impecable mano de obra de Vuitton y con el uso de telas tradicionales en los atuendos. Como ejemplo, se pueden mencionar las faldas de piel con espirales de plumas cortadas a mano.

Si bien la colección fue recibida con gran aceptación por parte de la crítica, la estética definida del nuevo Louis Vuitton no se verá reflejada sino hasta las siguientes temporadas. Esto no impide aventurar ciertas predicciones: se apuesta por la llegada de una era en la que el Ready to Wear tomará un papel trascendental para las finanzas de la firma, que por ahora obtiene sus mayores ingresos en la comercialización de productos y accesorios de piel.

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[6 de marzo de 2014]