«Mi nombre es Elia Mateo Martínez. Vengo San Marcos Tlapzola, Oaxaca, trabajo el barro rojo», así se presentó una de las artesanas durante la inauguración de Barro y Fuego. El arte de la alfarería, que se presenta hasta el 24 de junio en el Museo Amparo. «Lo que hago es hacer mi trabajo con amor. Me siento muy orgullosa de mis raíces, de ser una mujer indígena y aparte zapoteca. […] Trabajar el barro es muy bonito. Es algo que nos llena de mucha emoción, de mucho amor. Mi familia, mi difunta abuelita, mis difuntas abuelitas, ellas fueron quienes le enseñaron eso a mi señora madre. Gracias a ellas, ella me lo enseñó».

Mucho antes de que tema fuera tendencia, Innovando la Tradición ya estaba trabajando con las comunidades de alfareros del estado de Oaxaca. Muy de cerca, íntimamente, generaron un proceso por medio del cual rescataban sus saberes milenarios, y además realizaban talleres para, en conjunto, generar nuevos diseños y formatos de trabajo y venta que se tradujeran en mejoras para la vida de las comunidades.

A través de sierras y valles, Khytzia Barrera, Diego Mier y Terán y Eric Mindling generaron además una colección de piezas con las que se editó el libro Barro y Fuego. El arte de la alfarería en Oaxaca (Arte Oaxaca, 2011) y que ahora pueden admirarse en el Museo Amparo en la exposición, Barro y Fuego. El arte de la alfarería en Oaxaca que hoy presentan en el Museo Amparo.

Con una curaduría de los miembros de Inovando la Tradición (Khytzia Barrera, Diego Mier y Terán y Eric Mindling), la exposición se compone por 130 piezas de 70 pueblos de Oaxaca, Puebla y Guerrero hechas con diferentes técnicas como pulido, engobes y esmalte; que si bien están hechos con conocimientos tradicionales, son saberes vivos que tienen que ver con creatividad, técnica, diseño y estilo de vida.

La exposición se acompañará con un programa de conferencias. Puedes visitar la página del Museo Amparo para conocer las fechas.

Entrevistamos en exclusiva a Khytzia Barrera, quien nos habló de la exposición y además de la importancia de recuperar y reconocer el trabajo artesanal en México.

—¿Como nació Innovando la Tradición?

A Diego lo conozco de la carrera. Estudiamos juntos en la Ibero —él Diseño gráfico y yo Diseño Industrial—; de ahí empezamos a trabajar juntos. Hicimos un congreso de diseño y política, economía y sociedad.

Para buscarle una salida a nuestra práctica profesional del diseño más significativa para México, coincidimos y decidimos seguir trabajando. Ha sido un caminar compartido buscando respuestas a esas preguntas sobre cómo aprender el trabajo de los pueblos originarios.

A Eric nos lo encontramos en el camino; en las montañas de Oaxaca. Él llevaba unos ocho o diez años viviendo ahí, visitando los pueblos alfareros. De igual forma, coincidimos en la idea de que esto era un tesoro que teníamos que promover y ayudar a que se fortaleciera. Cuando empezamos a trabajar hace 15 años, el mercado estaba muy reducido; el mercado local estaba desapareciendo y existía una situación muy crítica para darle salida al barro. Entonces nos dimos a la tarea de unir esfuerzos para hacer que esto sucediera, y en esa caminar hablamos con el maestro [Francisco] Toledo quien, se quedó muy sorprendido al ver los resultados del primer taller de diseño de producto que hicimos en 2008.

Le dio mucha alegría y nos pidió que siguiéramos con Innovando la Tradición; que formalizáramos el trabajo y que le diéramos un marco legal e institucional, así nacimos como asociación civil.

Nos reunimos con Eric y decidimos que teníamos que crear las capacidades comerciales que no existían en ese momento; formar un equipo.

Detalle de la exposición Barro y fuego en el Museo Amparo. Cortesía del museo.

—Esta exposición es el producto de una larga investigación.  ¿Nos puedes contar como se gestó la exposición?

Al inicio de Innovando la Tradición, lo que necesitábamos era entender el territorio cultural de esta producción alfarera. Necesitábamos mapear ese territorio.

Eric ya tenía muchos años recorriendo esos pueblos, [recolectando] información muy valiosa que nadie más tenía, así que organizamos un diagnóstico más profundo: pedimos una beca del Fonca, solicitamos ayuda a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y pusimos mucho trabajo para producir el libro Barro y Fuego.

Al hacer esa producción nos dimos cuenta de que teníamos que tomar fotos para el libro; fue difícil tomar fotos de buena calidad en las condiciones de viaje, así que compramos las piezas; las bajamos a las ciudades y en un espacio más adecuado instalamos un estudio para tomar las fotografías. Así fue como nos hicimos de esta colección y vimos que teníamos este paisaje objetual de toda la alfarería del estado, y podemos traducirla a una exposición.

Nos dimos a la tarea de hacer la curaduría, dividirla, hacer los temas de la exposición y diseñarlo todo. Nos invitaron después a Bélgica a mostrarlo en la Bienal de Cerámica de Bélgica y posteriormente en el Museo de Arte contemporáneo de Ostende también en Bélgica. De ahí se fue al Design Museum en Findlandia y a la Embajada de México en Berlín por año dual con Alemania, y una porción de esta colección se mostró en el Hamburger Banhoff en la exposición Hello World; para finalmente regresar a México al Franz Mayer y ahora, al Amparo.

Detalle de la exposición Barro y fuego en el Museo Amparo. Cortesía del museo.

—En esta tarea de Innovando la Tradición, ¿cómo se implican los artesanos?

Los artesanos se relacionan creando un sentido de agencia individual. Tienen la posibilidades de ser parte de mundo. Ser reconocidas y escuchados en un foro así tiene un impacto muy profundo en el desarrollo humano. Ese impacto es muy palpable en las participaciones en las ruedas de prensa, en la charla inaugural, en las actividades paralelas. Este es un espacio para esa voz y les da el lugar que se merecen como creadores. Es lo que le da sentido a todo.

Las personas que ven su trabajo representado en un museo con esta calidad, con esta dignidad y con esta importancia, encuentran una motivación increíble. Ellos se involucran y opinen sobre qué les gustaría incluir en la siguiente. Por ejemplo, la línea de Combustibles de esta exposición fue una sugerencia de uno de los artesanos.

Algunas de las piezas que seleccionamos para la Sala 2 donde están representados los pueblos, la selección de las piezas son de algunas artesanas.

Detalle de la exposición Barro y fuego en el Museo Amparo. Cortesía del museo.

—¿Por qué crees que es importante, desde la visión contemporánea, voltear a ver estos procesos artesanales?

Para nosotros, hay mucha sabiduría en el diseño de las piezas y en la forma de vida alfarera, que da respuesta a muchas de las cosas que en nuestro mundo se están volviendo muy problemáticas, como las relaciones entre personas, la economía, el dinero, las cosas materiales, el vínculo con la tierra, cosas muy básicas que nos hacen ser humanos y que de alguna forma ya perdimos de vista en las ciudades y en el mundo acelerado en el que vivimos.

Aquí hay muchas respuestas, y eso es algo que hemos aprendido en los pueblos, que siguen vivos. [Es necesario] darles voz y reconocimiento no como algo del pasado, sino como el principio de nuestro futuro. Esa es la importancia y la razón por la que Innovando la Tradición invierte en hacer estas exposiciones y de la mano del Amparo hace historia, porque esto no se había presentado así antes. No es Folk Art: es diseño, tecnología, economía, historia y futuro, es algo en lo que nosotros queremos involucrarnos: para que la gente conozca esto, lleve barro a su casa y los valores de la vida alfarera a su vida diaria.

Detalle de la exposición Barro y fuego en el Museo Amparo. Cortesía del museo.

—La colección sigue creciendo…

El libro y la exposición son dos salidas de un archivo muy robusto que tenemos de los últimos quince años de trabajo, y que queremos constantemente mostrar y compartir, pero que por cuestiones de presupuesto no hemos podido organizar como quisiéramos. Queremos encontrar la manera de que la colección genere nuevas lecturas.

La colección sigue incrementando en las bodegas de Innovando la Tradición.

El archivo se está haciendo, tratando de sistematizarlo para compartirlo a través de diferentes documentos, videos y escritos. Es un archivo muy amplio que no solo tiene que ver con la producción alfarera sino también con las mejores prácticas de Innovando la Tradición y del Colectivo 1050º que han funcionado en estos últimos quince años.