Cada año, Dior asombra al mundo con una nueva colección, que rompe los esquemas de sus predecesoras y de las de otras casas de moda. El pasado 30 de noviembre, la firma presentó su nueva línea de moda y accesorios que abreva influencias de Japón y su cultura, donde su legado tradicional y el imaginario futurista gestado en la década de 1980 convergen.

La presentación de esta colección se llevó a cabo en Tokio, con una colaboración del artista contemporáneo Hajime Sorayama, quien además de concebir una selección de artículos para la maison, diseñó el decorado del desfile, cuya pieza central fue una figura femenina robotizada de grandes dimensiones con estética futurista.

Dior Pre-Fall 2019. Tomada de Dior.

Sobre las piezas de la colección, Kim Jones —director creativo de la nueva línea— retomó aspectos del kimono, como fajas anchas adornadas y anudadas; cualidades delicadas que fueron también motivos de interés para Christian Dior en su primera visita al país y que posteriormente implementó en sus propias creaciones.

Dior Pre-Fall 2019. Tomada de Dior.

Jones buscó un equilibrio entre los motivos clásicos de la moda japonesa y las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías aplicadas al diseño textil, que están presentes no solo en sus diseños, sino en la confección: los tejidos son tratados con una técnica de metalización, presentes en toda la prenda. El resultado son telas que reflejan un brillo azul y plateado.

Dior Pre-Fall 2019. Tomada de Dior.

Desde un estilo atemporal —afín a la visión de Dior—, Kim Jones presenta una imagen de la vida contemporánea de la cultura japonesa sin exotizar su historia, por lo que la colección, en palabras de la misma firma de moda, resulta ser un «inédito híbrido».

En esta nueva colección, los elementos básicos del universo Dior no están ausentes, pues el tweed con diseño pata de gallo, el color rosa y el estampado de pantera son aspectos que fueron reinterpretados y retrabajados bajo la influencia del estilo japonés.